Hermanitos de bebé indígena fallecido por desnutrición ya fueron estabilizados en el hospital

Menores están acompañados de sus papás en el centro médico, en San Vito. No obstante, están bajo protección del PANI mientras concluye investigación

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Los tres menores, de uno, tres y cinco años, hermanos del bebé indígena de 14 meses que falleció por un posible cuadro de desnutrición en Sabalito, siguen bajo el cuidado del Hospital Juana Pirola, en San Vito de Coto Brus, Puntarenas.

El doctor Johnnie Deng, subdirector del hospital, informó a La Nación que los tres menores, ingresados con síntomas de desnutrición y deshidratación, permanecen estables y gozan de buena salud bajo la supervisión del centro médico.

Según las autoridades, estos niños provienen de una zona indígena panameña y fueron rescatados por la policía después de que vecinos alertaran al Sistema de Emergencias sobre un bebé fallecido en un rancho, donde estaban sus tres hermanos y sin la protección de un adulto.

Deng confirmó que los menores seguirán bajo el cuidado del hospital hasta que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Ministerio de Salud concluyan sus investigaciones sobre la situación de estos niños. Como parte del proceso, los padres pueden acompañar a sus hijos en el centro médico.

“De momento los tres están estables, están comiendo bien, en buenas condiciones de salud, se les ha estado dando comidita en el hospital y siguen acompañados de sus padres. Obviamente están asustados por lo que les sucedió”, señaló el doctor.

Fanny Cordero, vocera del PANI confirmó que la oficina local en Coto Brus está coordinando con el hospital para asumir la protección de los menores cuando sean egresados del centro médico. “Se realiza un proceso especial de protección que son acciones psicosociales y legales para garantizar la integridad de los niños y niñas”, aseguró la funcionaria.

Desconocimiento

Esta familia llegó a Costa Rica con el propósito de trabajar en las fincas cafetaleras, una práctica común en las comunidades indígenas costarricenses y panameñas. En esta época del año, los grupos familiares suelen trasladarse a diferentes áreas con sus seres queridos dependiendo donde estén los puntos más importantes para la colecta.

Para el doctor, uno de los factores que contribuyó a la trágica muerte del bebé fue la falta de conocimiento sobre el acceso a la atención médica en Costa Rica.

“Al ser migrantes y no conocer el sistema de salud nuestro y al ingresar ilegal son más resistentes (a llevar a los niños al hospital)”, comentó Deng.

Según este funcionario, tras conversaciones con los padres de estos niños, ellos tenían conocimiento de que los menores tenían cuadros gripales; sin embargo, por ignorancia, prefirieron implementar métodos caseros para atender la situación de salud de los niños.

“Nosotros suponemos, porque hablando un poco con los padres, nos decían que los niños estaban con cuadros gripales. Ellos sí aceptan que estaban enfermitos, supongo que ellos no vieron algo que les asustara, nada como que los hiciera correr, ellos intentaron hacer lo que podían hacer en la casa”, agregó el doctor.

La Nación conversó con médicos de la zona y oficiales de Fuerza Pública, quienes declararon que en la época de colecta cafetalera es muy frecuente el ingreso al país de menores con enfermedades respiratorias o con problemas nutricionales y que requieren acompañamiento sanitario. No obstante, Deng informó que han desarrollado estrategias para disminuir estas atenciones.

Casas de la Alegría

El caso del bebé fallecido lo conocieron las autoridades policiales el domingo anterior, luego de que la Fuerza Pública recibiera una llamada en la que alertaban de varios niños solos en un rancho en La Lucha de Sabalito, en Coto Brus. Al arribo de los oficiales, se encontraron a un bebé muerto y a su hermanito gemelo en graves condiciones y dos hermanos más con un cuadro de desnutrición, segín confirmó Wilbert Solano, director regional de La Fuerza Pública.

El funcionario agregó que, a su arribo, el menor tenía unas nueve horas de fallecido.

Diciembre es la época con mayor afluencia de familias indígenas a fincas cafetaleras para trabajar, esto hace que niños estén con sus padres en las fincas o bien que los dejen solos en las viviendas.

“Se han hecho estrategias con los finqueros, así como con el Ministerio de Salud, que se les da educación, se les da trámites, se van a las fincas a revisar este tipo de población”, señaló el doctor.

Uno de los proyectos que tiene el Estado para evitar que los menores queden solos, son las Casas de la Alegría “que funcionan como albergues” dentro de las mismas fincas cafetaleras. Según un informe de la Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), estos lugares albergan principalmente niños de indígenas Ngäbe y Buglé, mediante la oferta de un servicio público y gratuito de cuido.

“Eso nos mejoró mucho, porque antes sí era muy muy frecuente que los recolectores de café fueran a las fincas a recoger el café con sus hijos, a veces los dejaban cerca de un árbol y demás, pero en las fincas más grandes intentan tener albergues para los niños mientras los padres hacen la recolección. No obstante, estos albergues tienen una capacidad determinada y entonces pueden llegar a un punto donde se llena y los papás no los quieren dejar y demás”, explicó el doctor.