Cuatro personas sobreviven a caída de carro en guindo

Chofer perdió el control del vehículo. Solo una mujer resultó herida

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Acosta, ( San José) . Cuatro personas sobrevivieron luego de que el carro en el que viajaban se precipitó en un guindo de unos 150 metros.

El accidente se reportó el sábado, a las 9 p. m. El vehículo rodó por el precipicio y cayó cerca del cauce del río Jorco, ubicado en el sector del Bajo de Lagunilla, en Acosta (San José).

En el auto, un Mitsubishi Montero de dos puertas y modelo 89, viajaban Andrés Mena, Freddy Chávez, Marjorie Chávez y María Garro. Todos son vecinos de Tablazo de Acosta, según el reporte de la Cruz Roja.

Tres de las víctimas salieron del carro por sus propios medios y solamente María Garro tuvo que ser rescatada de entre las latas del vehículo, según lo confirmó Jorge Segura, jefe de estación de bomberos de Acosta.

El rescate duró aproximadamente 15 minutos. La pasajera fue atentida por los cruzrojistas debido a algunos golpes.

Además, sufrió hipotermia debido a que permaneció en el agua durante varios minutos.

Garro fue trasladada en condición estable a la Clínica Marcial Fallas, en Desamparados. Ayer no fue posible conocer su estado de salud.

Los otros tres pasajeros fueron valorados en el sitio por paramédicos y no fue necesario llevarlos a ningún centro médico pues solo presentaban algunos raspones menores.

Camino a una fiesta Familiares de las víctimas, que llegaron al lugar de los hechos, confirmaron que el grupo se dirigía hacia las fiestas de Bajo Jorco, en el cantón de Acosta.

El camino por donde viajaban es de piedra, no tiene buena iluminación ni barandas, por lo que las autoridades sospechan que estos elementos influyeron en que el chofer perdiera el control del carro y se precipitara.

En el sitio, la Policía no logró observar ninguna huella de frenado, por lo oscuro del sitio al momento del accidente.

Las precipitaciones son una causa poco común de muerte en carretera. Sin embargo, un promedio de 25 personas falleció por esa causa en los últimos cinco años, según estadísticas del Poder Judicial.