La brigadista María Murillo Solís, de 22 años, salió ayer del Hospital México donde estuvo internada más de un mes, luego de caer desde una altura de 20 metros, durante un entrenamiento de rescate vertical, el 24 de octubre.
La joven fue trasladada, la mañana de este jueves, al Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) en compañía de sus familiares, quienes han estado muy presentes en la recuperación de la paciente, quien, en noviembre, dejó el estado de coma en que se encontraba.
De acuerdo con la vocera del Hospital México, Susana Saravia, la atención que ahora requiere la paciente tiene que centrarse en algo especializado.
“No quiere decir que se le dio de alta, sino que ahora la atención tiene que ver con el proceso de rehabilitación”, aclaró Saravia.
Los médicos del Hospital México le brindaron ayuda solo minutos después de la caída.
El 24 de octubre, varios bomberos que realizaban un trámite en ese hospital, fueron alertados del accidente y en cuestión de minutos trasladaron a Murillo a Emergencias con el protocolo adecuado, lo que le permitió recibir atención casi instantánea.
Saravia afirmó que esa coincidencia posibilitó a los doctores salvarle la vida de un percance que, en otras condiciones, hubiese resultado fatal.
El Cenare brinda tratamiento integral a la población con secuelas de lesiones del sistema neuro-muscular-esquelético, causadas por accidentes, enfermedades congénitas o adquiridas.
En la Cruz Roja de Escazú, donde Murillo prestó servicios como socorrista, dijeron estar esperanzados en esa recuperación.