‘A Salamanca ya lo perdoné, y lo digo de todo corazón’

Esta mujer, de 38 años, vive con sus dos hijos, de 7 y 12 años, en Ticari, Horquetas. Gana ¢50.000 al mes por vender prestiños y guarda la esperanza de que algún día se acredite quién mató a Josebeth. Guarda un peluche como recuerdo de su hija.

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Maribel Retana fue una sospechosa más del homicidio de su hija Josebeth Retana, pero la Fiscalía nunca la acusó a ella ni a su vecino Alexander Salamanca, por dudas en las pruebas analizadas. Retana asegura que ha perdonado de todo corazón a quien, para ella, sigue siendo el sospechoso del homicidio.

¿Qué piensa de que el caso de Josebeth se mantenga impune siete años después?

Mientras tenga vida seguiré luchando para que el asesino de mi hija responda ante la justicia. Tengo una esperanza y vivo agarrada a ella. Es como un presentimiento de madre, algo me dice internamente que en el momento menos esperado se conocerá la verdad y sinceramente sueño con que llegará ese día.

¿Para usted quién o quiénes son sospechosos del crimen?

Hay un solo sospechoso: el tipo del que siempre se habló. No hay otro implicado.

¿Por qué piensa así?

En el cuerpecito de Josebeth apareció vello púbico de ese sujeto. Además, la tarde que mi hija desapareció, a él lo vieron caminar detrás de ella en actitud un tanto extraña y cuando le preguntamos si la había visto se puso nervioso, pálido y cortó la conversación.

En las evidencias, otro vello púbico que había en la ropa de Josebeth coincidía con usted y por eso usted también fue sospechosa.

Esa fue una de las ingratitudes más grandes. Solo a una persona mentalmente enferma se le podría ocurrir tal locura.

¿Por qué cree que a su hija la mataron?

Por venganza. Pocos días antes del asesinato, ese único sospechoso llegó a casa a pedirnos que le entregáramos un dinero que le debíamos a su papá por la compra de un terreno alegando que esa plata le pertenecía a él. Como mi respuesta fue negativa se alteró y me amenazó con tomar venganza.

¿Ha tenido deseos de venganza por el homicidio?

Dios sabe que no. Es más, a Salamanca, el sospechoso que para mí es el asesino, ya lo perdoné y lo digo de todo corazón. La última vez que me lo topé en la calle lo saludé y seguí mi camino. No le puedo ocultar que al verlo los recuerdos amargos volvieron a mi mente. Internamente me dije: “Si ese sujeto no hubiese matado a Josebeth, el pasado 23 de julio ella habría cumplido sus 15 años”.

¿Está conforme con el trabajo que hizo la Fiscalía en este caso?

Al contrario. Me siento insatisfecha, ya que los fiscales no mostraron gran interés en la investigación. El Ministerio Público nunca profundizó en el asunto, se limitó a alegar que las pruebas eran insuficientes. Estos argumentos no me convencieron.

¿Resiente alguna actuación del Ministerio Público?

Sigo estando indignada con sus funcionarios, ya que sin consultar mi opinión mandaron a quemar el bolso con los cuadernos y la ropa que Josebeth llevaba puesta la tarde que la mataron. Lo que hicieron es inaceptable. Cuando me enteré, lloré fuera de la misma Fiscalía.