650 nuevos reos al mes agravan hacinamiento en cárceles ticas

Sobrepoblación genera riesgo de enfermedades y fugas de presos

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Cientos de reos no tienen un sitio fijo asignado en las cárceles costarricenses. Muchos duermen en los baños, en los pasadizos de las prisiones y hasta debajo de los camarotes. Ni siquiera tienen una cama. Duermen en colchones que familiares o amigos les llevan.

El ingreso de unos 650 nuevos reos por mes a las prisiones del país agrava las condiciones de hacinamiento que viven cerca de 11.000 presidiarios.

Según el ministro de Justicia, Hernando París, las cárceles ticas tienen capacidad para albergar 8.536 reos pero actualmente hay 10.531.

París reconoció que para esas 2.000 personas de más no hay condiciones que garanticen un trato con dignidad.

Según el jerarca, los juicios por flagrancia y los juicios abreviados, así como la mayor presencia policial en las calles han incrementado la cantidad de detenidos en las cárceles del país.

A esos factores debe añadirse, según París, el incremento de la población con prisión preventiva (indiciados), que representa el 26% del total de detenidos.

Son un infierno. La mayoría de las prisiones ticas rompieron el tope máximo de sobrepoblación permitido del 20%, de acuerdo con parámetros dictados por la Sala Constitucional.

Así, por ejemplo, la cárcel de San Carlos aparece en el primer lugar en cuanto a exceso de prisioneros. En este recinto, ubicado en el poblado de La Leticia, hay 140 reos de más, lo que representa una sobrepoblación del 49%. Le siguen las cárceles de San Sebastián, en San José, con 277 reos de más con una sobrepoblación del 43,8% y Liberia con 236 reos de más con un exceso del 43%. En Pérez Zeledón, hay 181 presos de más para 37 % de exceso.

Aunque menor, el exceso de reos empieza a preocupar a las autoridades del complejo penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela. Se registran 439 de más, un 22% de sobrepoblación.

El ministro París aseguró que, por el hacinamiento de nuestras cárceles, no estamos tan lejos de que suceda una tragedia como la de la cárcel de San Miguel, en Santiago de Chile, donde un incendio causó la muerte de 81 presos el pasado 8 de diciembre.

“Hay riesgos de que aquí ocurra algo similar a ese siniestro, aunque nuestra infraestructura de módulos permite una evacuación más fácil, a diferencia de la cárcel chilena que es muy cerrada”, dijo París.

Condiciones degradantes. Poco más de 40 recursos de amparo interpuestos por presidarios en el lapso de un año han sido resueltos a su favor por la Sala Constitucional. Los magistrados han verificado las condiciones degradantes en que viven los reos, las cuales atentan contra su salud.

El 29 de octubre, la Sala declaró con lugar un recurso de amparo interpuesto por un reo tras verificar que en el ámbito D había 40 camas para 61 convictos.

Las condenatorias de la Sala IV se han extendido a los centros penales de Liberia, Pococí, Pérez Zeledón y San Sebastián, al determinar los magistrados que el exceso de presos viola el artículo 40 de la Constitución Política, que establece: “Nadie será sometido a tratamientos degradantes”.

Incluso, las cárceles de Limón, Pococí, Cartago y Gerardo Rodríguez ya no reciben más reos por órdenes judiciales.

Solución. El ministro París dijo que actualmente se construyen 700 nuevos campos en Liberia, San Carlos, Pérez Zeledón, Limón, San Rafael y Puntarenas.

Para el 2011 se planea construir otros 700 espacios más para fortalecer la capacidad de San Sebastián y Buen Pastor.

Las autoridades esperan la aprobación del Ministerio de Hacienda de un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por $99 millones, para construir 2.000 espacios para hombres y 700 para mujeres, y fortalecer las cárceles de Nicoya y zona sur.