10 detenidos por ofrecer vacaciones engañosas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Diez individuos fueron detenidos ayer en la mañana, sospechosos de ofrecer paquetes vacacionales engañosos a gran cantidad de personas, quienes se encontraron con fuertes sumas de dinero cargadas a sus tarjetas de crédito.

La Policía Judicial identificó solo a ocho de los detenidos con los apellidos Aguilar, Naranjo, Lizano, Salas, Zamora, Villaplano, Font y Soto. Todos eran costarricenses.

Las capturas siguieron a allanamientos en locales ubicados en Tibás, San Antonio, San Pedro y Dulce Nombre (Vázquez de de Coronado); asimismo, en Hatillo 7, San Pablo de Heredia, San José centro , Zapote y San Rafael Abajo de Desamparados.

El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) Jorge Rojas, dijo que unas 30 personas ya denunciaron el supuesto fraude ante el Ministerio Público.

¿Cómo operaban? Según el OIJ, los sospechosos contactaban a las víctimas por teléfono y les hacían creer que habían ganado un viaje vacacional dentro del país o en un crucero que recorrería el Caribe.

Por medio de engaños, los interesados se presentaban a unas oficinas, donde les explicaban las supuestas actividades de la empresa,

Una vez que se ganaban la confianza de las personas les solicitaban la tarjeta de crédito y, sin su consentimiento, les decían que necesitaban saber si ellas estaban libres de deudas.

No obstante, en otro lado de las oficinas se encontraban unas máquinas denominadas dataphone donde los sospechosos pasaban las tarjetas y les cargaban sumas importantes de dinero. La Policía Judicial estima que el monto defraudado asciende a ¢250 millones.