El restaurante Bottega Privée, ubicado en Rohrmoser, presentó anoche de manera oficial a su nuevo chef, el belga Quentin Villers, quien cuenta con una reconocida Estrella Michelin.
Estas estrellas son otorgadas por la Guía Michelin, la más antigua de las guías europeas de hoteles y restaurantes, y la máxima distinción es de tres estrellas.
Con motivo de su presentación, Villers preparó un exquisito menú en el que dejó claro las razones que lo llevaron a ganar este reconocimiento.
El menú escogido incluyó como primera entrada un carpaccio de atún claro, confite de soya y ensalada de rábano y romanesco.
La segunda entrada fueron unas frescas esferas de salmón noruego rellenas de mini escalopes y culantro, aderezado con un splash de remolacha y roja y yogur.
El primer plato fuerte fue uno de los platillos más celebrados de la noche con un lomito de cerdo sobre un mousseline de alcachofa y parmesano, salsa ahumada y tocineta crujiente.
El segundo plato fuerte fue pechuga de pato sobre un puré de camote y jengibre, zafaste de limón y naranja, salsa de caramelo de especias y balsámico de Modena.
Finalmente, el postre fue todo un espectáculo: una espuma de crème brûlée, crumble de azúcar moreno y ensalada de frutos rojos, la cual Villers y su equipo preparó frente a los comensales.
Villers pertenece a la corriente de la nueva cocina europea, la cual agrupa a jóvenes chefs que han hecho de la cocina un arte, llevando a sus restaurantes a ganar Estrellas Michelin, tal y como lo hizo él durante su estadía en el restaurante Le Monde Est Petit.
Ahora se encargará de deleitar a los paladares más exigentes desde Bottega Privée, ubicada 400 metros al oeste del Estadio Nacional, en el bulevar de Rohrmoser.
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