Sacramento: un paraíso natural que esconde San José de la Montaña

Dejamos la ciudad para sumergirnos en otro mundo. Podríamos llamarlo un verdadero paraíso natural. Es el tesoro que esconde San José de la Montaña en uno de sus pueblos, ubicados antes de llegar al Volcán Barva. Sacramento es perfecto para escapar de todo y compartir en familia en un día de campo entre potreros.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Dejamos la ciudad para sumergirnos en otro mundo. Podríamos llamarlo un verdadero paraíso natural. Es el tesoro que esconde San José de la Montaña en uno de sus pueblos, ubicado antes de llegar al Volcán Barva. Sacramento es perfecto para escapar de todo y compartir en familia en un día de campo entre potreros.

El camino está rodeado de árboles y plantas que se enfilan y bordean algo que apenas se puede llamar carretera. Forman una especie de sombra que impide a los rayos del sol traspasar y contrarrestar el frio y humedad que se siente. Un aire puro y fresco llega a los pulmones como una bala.

Desde la orilla de la estrecha carretera se ve el Valle Central a lo lejos, edificios y casas son pequeños puntos que apenas se logran divisar. Todo lo que ocurre allá abajo es ajeno desde este lugar.

Los habitantes de este pueblo han conservado un espíritu tradicional que aún sigue estando presente en Sacramento. Algunos salen a la orilla de sus casas estilo chalet y cabañas a vender natilla, queso y pan casero.

Aunque sea un pueblo escondido, los fines de semana muchas familias suben hasta aquí para organizar un día de campo. Alistan su comida y se sientan a la orilla de los potreros a compartir tiempo entre familia o amigos.

El aire de la montaña se siente por todas partes. Es imposible no visitar este lugar sin hacer una pequeña caminata en los potreros, mojarse los pies en el río, recolectar moras o ver pajarillos y mariposas que descansan sobre las ramas.

A otros los atrae el sabor de la buena cuchara, ya que los restaurantes de la zona son una de las mejores opciones heredianas para degustar de una rica comida tradicional; gallos de ternero, gallos de papa, totillas aliñadas, chicharrones, dados de queso, churrascos, plátano maduro con queso, casados o bien una taza de café que los caliente del frio de la montaña.

Sacramento tiene un aire extraño que enamora a todos los que lo visitan. Su estilo tradicional y la profunda tranquilidad que se respira entre tanta naturaleza hace que el día se pase volando.

Conforme avanza la tarde, las nubes empiezan a cubrir la magia del pueblo, entre brisas y lloviznas, y el frio empieza a penetrar más. El Valle Central se esconde a lo lejos y un pequeño aire indica que es hora de volver a la realidad de la ciudad.

Sacramento está a unos 30 minutos del centro de Heredia. Para llegar hasta aquí se pueden tomar los buses de San José de la Montaña que salen desde el centro de Heredia frente a Opticas Visión en el Parque del Carmen o hacer el viaje en carro.

Fotografía: Josué Víquez
interserver coupons