La mujer tras el duelo en nueva película costarricense

Liliana Biamonte es la actriz protagónica de la película costarricense El sonido de las cosas, un filme que nos hace reflexionar sobre cómo vivimos el duelo.

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El 99% de las escenas se trata sobre ella, sobre Claudia. Un personaje hábilmente interpretado por Liliana Biamonte, actriz costarricense de gran trayectoria en las tablas del teatro y que incursiona por primera vez en un largometraje.

El sonido de las cosas es una película 100% costarricense, que se estrenará en los cines nacionales en mayo. Trata sobre una enfermera quien controla la adrenalina, salva vidas y retiene las emociones. Todo parece tenerlo bajo control, hasta que llega a una casa vacía que antes compartía con su prima Silvia.

Claudia y Silvia eran uña y carne. El suicidio de Silvia desmorona el mundo de la otra, que enfrenta el día a día, convive con los sonidos de siempre: la lluvia, la calle, el bar de la esquina, los pacientes del hospital... en medio de una incapacidad de llorar, todo le suena a Silvia.

Con la película sobre sus hombros, Liliana le da vida a este personaje complejo que nos recuerda a las personas de hoy en día. "Al ser humano moderno no se le da tiempo para estar en contacto consigo mismo por tener tanto que resolver, tanto que hacer, tanto que escuchar... es una lástima perder esa gran sensibilidad", nos cuenta la actriz.

"También creo que la gente menosprecia la intuición, como si eso hubiese dejado de ser valioso. Actualmente, lo que es valioso es cuánto producimos, qué tan se resultativo es, etc., y no cómo se toma el tiempo para tomar decisiones o analizar qué siente", agrega mientras reflexiona sobre su papel de Claudia.

Still photography: Sputnik Films / Fotos making of: Edith Alfaro / Foto principal: John Durán

"Empecé a percibir que el personaje tiene una mente muy pragmática, el aquí y el ahora es resolver. Su profesión es salvar vidas, atender gente, recibir órdenes, responder cuando debe responder. Ese tipo de entrenamiento la desconectó de sus propias emociones y dejó de estar atenta a escuchar cómo se siente. Yo creo que de ahí viene su silencio ante la situación que está enfrentando", explica.

El sonido de las cosas lo mete a uno en una tensión creciente. Hay un nuevo compañero de apartamento que no lava las ollas a la perfección, hay una tía afligida y un viejo amigo que reaparece, y en medio de todo eso, hay una Claudia que no habla, que acumula y no explota, cual olla de presión.

Sobre la producción

El sonido de las cosas es una película 100% nacional, grabada en un San José que pocas veces nos detenemos a ver, dirigida por Ariel Escalante y trata sobre aprender a llorar para superar el dolor.

Se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Moscú en junio pasado y recibió el Kommersant Weekend Prize, premio otorgado por uno de los medios de comunicación más grandes de Rusia y el presidente del comité seleccionador del festival. Además ha estado en varios festivales como La Habana, Mar del Plata y está preseleccionada para los Premios Platino del Cine Iberoamericano, que se realizarán en julio en Madrid.

Asimismo, ganó dos Premios Nacionales Armando Céspedes, uno en dirección y otro en dirección de fotografía.

Por otra parte, el papel protagónico de la mujer es muy valioso y hace que el filme pase el test de Bechdel, una prueba para evaluar si un guión cumple con los estándares mínimos para evitar la brecha de género.

Para la actriz, la oportunidad de trabajar muy de la mano con el director y el resto del equipo fue fundamental.

"En este largometraje empecé a sentir que mi experiencia teatral también funciona para el audiovisual, por la manera cómo nos acercamos al personaje y cómo trabajé al lado del director. Yo empecé a conectar con cosas que podía traer del teatro y que funcionaban para la película y siempre se me permitió ese espacio de creación", dice Liliana.

Había una Claudia en el guión, construida por los guionistas, pero cuando ese personaje tomó el cuerpo y la voz de la actriz, toma otra dimensión. "Empezamos a discutir, probar cosas concretas, situaciones pasadas y entender la atmósfera que rodeaba a Claudia", recuerda sobre la construcción del personaje.

Liliana recuerda que el principal reto -y a la vez, el mayor placer- fue meterse de lleno por un mes a la grabación, pues su papel está todo el tiempo en cámaras. "tenía que estar ahí todos los días de filmación, todo el día. Es decir, hubo un mes entero en que mi vida cotidiana desapareció y pasaba 10 o 12 horas con el equipo de producción grabando, teníamos un día libre a la semana. De repente, era muy retador dejar mi vida afuera pero a la vez fue más rico eso para entrar con profundidad en la trama de la película y la dinámica del equipo de trabajo".

Un reto cuyos resultados podremos ver en el cine a partir del 11 de mayo y, posiblemente, identificarnos con esa mujer que no llora para seguir cumpliendo con los deberes de su día a día.

Still photography: Sputnik Films / Fotos making of: Edith Alfaro / Foto principal: John Durán