Infiltrada entre ángeles

Esta fue mi experiencia al asistir al desfile más sexi de todo el año: el Victoria’s Secret Fashion Show.

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El 8 de noviembre aterricé en la ciudad de Nueva York entre nerviosa y asustada. Llegué a cubrir el Victoria’s Secret Fashion Show, que se realizó en vivo el jueves 9 de noviembre en el Pier 94 de la Gran Manzana.

Después de varios años, el exclusivo y muy esperado evento volvía a su casa: la ciudad que nunca duerme.

Para entrar en contexto: yo mido 1,58 y, en este momento, no estoy exactamente en mi peso ideal. Mi meta era entrevistar a modelos de más de metro setenta y cuerpos esculturales. Solo rogaba que estuvieran sentadas durante las entrevistas para que no se notara mucho la diferencia. Pónganse en mis zapatos, ¿si me entienden?

El show realmente empezó desde el día antes, con el ambiente lleno de expectativa. “¿Esa será una de las modelos?”, se preguntaba la gente cuando veían en las calles newyorkinas a alguna chica alta y delgada.

Por supuesto, los ángeles más cotizados aparecieron hasta el día del evento, entre las 8 y 9 a.m. empezaron a desfilar en las afueras del sitio del evento para iniciar con el proceso de peinado y maquillaje.

Influencers, bloggers y periodistas estábamos afuera, cual paparazzis, esperando identificar a las más famosas: “esa es Gigi”, “ya entró Kendall Jenner”, “Ahí viene Candice”...

Finalmente, llegó el momento de entrar. Mientras las chicas eran preparadas por un séquito de estilistas, tendríamos 20 minutos (contados con cronómetro) para entrevistar a aquellas que estuvieran dispuestas a darnos declaraciones.

Conversé con Adriana Lima, Shanina Shaik, Maia Cotton, Winnie Harlow y Melie Tiacoh. Todas preciosísimas, agradecidas con la oportunidad de estar ahí y llenas de una mezcla de adrenalina y nervios. Algo que aprendí de estas entrevistas es que estas ángeles son muy humanas: mujeres privilegiadas pero con los mismos temores que la tica de 1,58 m.

Finalmente, me trataron de manera cordial, amistosa y anuentes a tomarse selfies y darme sus secretos a la hora de comprar lencería. El consejo de Adriana Lima fue “busque el brasier que la haga sentir cómoda”.

Horas más tarde, estaba sentada entre el público, esperando que el show iniciara en 15 minutos. Al frente estaba Kris Jenner, la mamá de Kendall, que con su celular grabó cada paso que dio su pequeña hija. Las mamás de las ángeles también son humanas.

El show de una hora de duración estuvo lleno de energía, colores y mujeres poderosas, inspirándome a dejar atrás mis complejos. Parece irónico, pero así fue, ellas se veían tan seguras con sus alas, que yo quería contagiarme de esa seguridad. Así, que en el after party, yo fui un ángel (wanna be) más.

Agradecimientos: a Victoria’s Secret por la invitación; a las tiendas Oxo Fashion y Calzado Lazo por los looks para cubrir este evento.