Verónica Valverde. Una piloto que rompe esquemas a toda velocidad

La piloto costarricense Verónica Valverde participará con el equipo de Great Wall en el evento autódromo Costa Rica Touring Car Championship (CTCC), que se realizará el 30 y 31 de enero en Parque Viva.

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La piloto de autos de carrera, Verónica Valverde, se suma al equipo de Great Wall, al lado de Javier Collado, André Solano y Mauricio Hernández. Ellos estarán presentes en la primera edición del evento autódromo Costa Rica Touring Car Championship (CTCC), que se realizará el 30 y 31 de enero en Parque Viva.

Además participarán 16 vehículos de las marcas Toyota, Nissan, Suzuki, Greatwall, Mazda, Ford, Mitsubishi y MG. Las entradas para este evento se encuentran ya a la venta en www.boleteria.cr. Las primeras 900 personas que compren sus entradas y le den el apoyo a uno de los equipos participantes recibirán una gorra y un boleto para venir a la presentación oficial del campeonato, que será el 20 de enero en Parque Viva.

Por su parte, el representante de Great Wall agregó: “A este grupo incorporamos a la única mujer que va a estar corriendo: Verónica Valverde. Ella ha tenido un excelente desempeño en años anteriores; estamos muy seguros de que hará un gran papel como representante de la mujer costarricense en los deportes de motor. La participación de todos estos integrantes nos da la posibilidad de estar en los primeros lugares de la competencia”.

Joven promesa

Verónica, quien desde los 16 años se ganó el título de piloto, ha dejado el país en alto y, con certeza, lo seguirá haciendo. Con humildad y timidez, esta chica rompió varios estereotipos (que los motores son cosa de hombre, que la velocidad da miedo, que los autos son para gente grande, etc.).

Inició su participación en competencias de cartismo y continuó con los carros de fórmula uno, convirtiéndose en la primera mujer del mundo en correr por la pista Fiorano en Italia, la cual utiliza la marca Ferrari para hacer pruebas a toda velocidad.

Llegó a los autos por impulso de su tío político Andrés Fonseca hijo del piloto costarricense Carlos “Kiko” Fonseca. Él detectó el talento de Verónica y convenció a sus progenitores de darle el impulso para que iniciara en competencias de cartismo.

A Verónica, la pasión le llegó tras celebrar varios de sus cumpleaños en la pista de Go Karts que se ubica en Curridabat. Ahí empezó a aflorar el amor por sentarse tras un volante y sacar a la competidora que lleva dentro. Del cartismo pasó a un modelo fórmula uno con un motor de 1600 centímetros cúbicos, muy lento para el gusto de Verónica quien más pronto que tarde pasó a un motor de 2000.

Su personalidad no delata toda esa adrenalina que debe de cargar por dentro: ella es tímida, pausada, tranquila, serena y disciplinada. Recién cumplió 18 años (el 30 de octubre) y está ansiosa por sacar su licencia de manejo. Bromea con la idea de que una piloto de fórmula uno falle la prueba del Consejo de Seguridad Vial: ella reacciona con una sonrisa apenas notoria, segura de que eso no es una posibilidad, no por engreída, sino porque Verónica siempre tiene éxito en lo que se propone.

Ella empezó a correr en cartismo en el año 2009, en el Campeonato Nacional de Junior Rok y obtuvo el tercer lugar. Este éxito le abrió la puerta al Campeonato Mundial de Junior Rok en Italia. Ese mismo año quedó en tercer lugar en el Campeonato Centroamericano y México “Rotax Max Challenge”.

En el 2010, inició las competencias de fórmula uno y el autódromo La Guácima, en Alajuela, fue su primera pista. “Hice una práctica con un motor 1600 pero lo sentía muy lento, entonces preferí el auto de 2000 y así podría competir con los otros pilotos”, asegura la joven. Ese mismo año, quedó en segundo lugar en el concurso Rotax Max Challenge y en el Campeonato Nacional Junior.

Entre sus trofeos destacan los obtenidos en las competencias latinoamericana de carros Fórmula 2000 cc donde ha llegado a alcanzar una velocidad de hasta 240 kilómetros por hora. Además, uno de los premios que recibió fue un curso de una semana en la academia de Ferrari en Italia. “Allá es otro mundo, nos hicieron múltiples pruebas físicas y médicas, nos colocaban sensores y con pruebas computadorizadas medían los reflejos”, recuerda Verónica, fue durante este curso que se convirtió en la primer mujer en correr en la pista Fiorano.

Durante el 2013, participó en los desafíos panamericanos PanamGP Series que se han realizado en Estados Unidos, México, Costa Rica, Perú y Chile. A pesar de ser la única mujer en el concurso, asegura que no hay mucha distinción: “en pista somos iguales, todos tenemos el mismo objetivo: ir hacia adelante, avanzar, ganar.” De esos países ha conocido poco pues su tiempo se limita a reconocer las pistas y correr en ellas;sin embargo, asegura que le encanta probar las comidas tradicionales de cada lugar que visita.

Su pasión requiere de mucho esfuerzo pues debe combinar los entrenamientos y competencias con los estudios académicos. Asimismo, debe mantener una dieta regulada y hacer ejercicios específicos para la disciplina, por ejemplo, debe fortalecer los músculos del cuello pues a la velocidad que viaja, la cabeza tiene que tener un excelente soporte para evitar lesiones.