A veces pasa que uno conoce a alguien y esa persona, por alguna razón, le marca la vida. Eso pasa con Sofía Montero. A sus 22 años, Sofi, como le dicen sus amigos y familia, ha sobrepasado muchos obstáculos y roto todos los pronósticos que le han dado.
Sofía nació con glucogenosis fanconi, una enfermedad hepática y renal poco común que causa retraso en el desarrollo y crecimiento de la persona. Además, se caracteriza por la acumulación de glucógeno en el hígado y los riñones. Es tan inusual que Sofía solo conoce a otra paciente en el país con el mismo diagnóstico.
Al nacer, los pronósticos no fueron los mejores. El desconocimiento de la enfermedad en el país era notable, lo que complicaba la situación. Según los patrones de los pacientes con esta condición, Sofía no podría caminar. Pero sus ganas de vivir y romper esquemas fueron más grandes y a los 7 años, caminó por primera vez. “Para mí era triste ver a mis amigos jugando y corriendo y no poder hacer lo mismo”, cuenta.
Su expectativa de vida en aquel momento tampoco era la mejor, 16 años máximo, dijeron algunos. Como mencioné antes, cumplió 22 el pasado 25 de febrero. Ahora, después de todo este tiempo, sabe que su enfermedad es controlable. Requiere muchos sacrificios, sí, pero valen la pena.
Cuenta que siempre ha recibido mucho apoyo de su familia y personas cercanas, lo que ha facilitado su camino. Su mamá Alejandra, su papá Harold y su hermano Andrés han sido los principales testigos del esfuerzo que ella ha realizado para salir adelante.
Sus amigas dicen que Sofía les ha enseñado a ver las cosas desde una nueva perspectiva, a ser fuertes, a nunca darse por vencidas, a reír sin miedo, a vivir el momento y a aprovechar al máximo todas las oportunidades que la vida les ponga en frente.
Cruzando fronteras
Ella siempre ha procurado que su enfermedad no la defina y enfrenta todo lo que le llega con la mejor actitud. A sus 13 años, cursando sétimo, tuvo la oportunidad de representar a Costa Rica en una cumbre de la UNESCO en España, lo que describe como una de las mejores experiencias de su vida.
Los que la conocen creen firmemente que Sofi nació para estar en cámaras. Ha participado como actriz en producciones nacionales y actualmente está llevando un curso de conducción de televisión, baile y actuación. Es uno de sus trabajos soñados. Entre risas menciona que ojalá algún día suceda y pueda conocer a Zac Efron, su amor platónico desde los tiempos de High School Musical.
Buscando el bienestar
Pero, las cámaras no son su única pasión. Actualmente, Sofía se encuentra terminando su Bachillerato en Nutrición en la Universidad Hispanoamericana. Además de ir a la universidad, está haciendo su práctica profesional, y asiste a terapia física pues hace un tiempo sufrió una quebradura.
Estudia nutrición porque parte de su tratamiento consiste en una dieta especial y quiere trabajar ayudando a otras personas a tener un estilo de vida saludable y a prevenir posibles enfermedades. También le interesa la genética y uno de sus sueños es estudiar una segunda carrera en Australia. Como se darán cuenta, es toda una soñadora. Pero, no solo sueña, si no que trabaja para hacerlo realidad.
Sofía tiene claro que ella tiene las riendas de su vida y que con la ayuda de Dios, su familia y sus amigos, va a poder lograr todo lo que se proponga.
En pocas palabras
Color favorito: Rosado.
Amor platónico: Zac Efron.
Comida favorita: Pizza con mucho queso.
Trabajo soñado: Actriz de Hollywood.
Canción favorita: Cualquiera de Ed Sheeran.
Dónde se ve en 10 años: Trabajando en un hospital y viajando por el mundo.