Joven actriz costarricense Smachleen Gutiérrez, una estrella incandescente

Desde los 11 años Smachleen impresiona con su actuación con su personaje “Selva” en proyectos cinematográficos, hoy con 16 sigue dando de qué hablar y sueña con estudiar actuación

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Tiene sólo 16 años y de entrada parece una chica tímida, pero se va soltando poco a poco. Sin embargo, contradictoriamente a esa impresión inicial, en unos cuantos minutos después de conversar, el rostro de Smachleen Gutiérrez llenará la pantalla del Cine Magaly como parte del filme costarricense Ceniza Negra, de la directora Sofía Quirós Úbeda. Smachleen encarna a “Selva” la protagonista y piedra angular de esta película multipremiada.

Es el día del estreno nacional del largometraje, una premier quizá poco convencional por motivo de la pandemia por COVID -19, pero que igual emociona a la joven actriz. A pesar de tener algo de nervios, una vez que termine la función tomará firmemente el micrófono para responder preguntas de la audiencia.

Sin embargo, esta no es la primera vez que Smachleen o “Mach”, diminutivo por el cual la llaman, verá la película o responderá preguntas de un público cautivado por su interpretación. De hecho, la primera vez fue en el estreno del filme, en nada menos que el Festival de Cannes, una de las celebraciones más importantes del séptimo arte a nivel mundial.

“Cuando fui a Cannes fue mi primer festival y mi primera vez saliendo del país. Estaba asustada en el avión, porque nunca había volado. Fue increíble, me gustó mucho, el festival, las personas, el idioma. Es muy diferente a Costa Rica. El festival es grande, había muchísima gente. Además tuvimos que pasar por la alfombra roja. Estaba nerviosa, nunca me imaginé estar en una alfombra roja”. No sería el último viaje de la actriz ya que luego también visitaría otros festivales de cine en diferentes latitudes.

La actitud de esta chica adolescente es contagiosa. Su sencillez y cálida conversación vibra en positivismo, a pesar de que conversa a través de una mascarilla y probablemente esta actividad de estreno no es siquiera comparable al recibimiento en Cannes. Al conocerla no es difícil de imaginar porque Smachleen cautivó a la directora en el 2016.

En ese entonces,  apenas arrancaba el proceso de producción del largometraje y el equipo viajó a Tortuguero para realizar el cortometraje “Selva”, una historia con el personaje protagonista de Ceniza Negra, que se desprendía de esa historia. A pesar de no tener elenco definido ni locaciones, descubrieron a una chica de apenas 11 años en una verdulería.

Conociendo a “Selva” en Tortuguero

“Mi mamá me dijo, “vaya a la verdulería”. Yo no quería ir, le dije que mandara mi hermano. Pero al final, diay, me tocó ir. Y cuando iba a comprar unos bananos, sentí que alguien me tocó la espalda y era Sofía”.

Smachleen estaba en la escuela cuando fue elegida para el papel de Selva y jamás imaginó lo que le esperaba tras ese encuentro casual.

“Estábamos en Tortuguero, acabábamos de llegar, y fuimos a comprar algo de comer. Yo estaba con Francisca (Sáez) que es la directora de fotografía tanto de Ceniza Negra como de Selva.  Y entonces fue ella quien la vio y me empezó a codear, diciéndome: Ahí está Selva, ahí está Selva”, narra divertida Sofía Quirós ese primer encuentro con la actriz.

Y es que en realidad Smachleen calzaba con la descripción del personaje que la cineasta había creado sobre el papel: piernas largas, ojos grandes, cabello rizado, dulzura y mucha profundidad en su mirada. “Lo primero que pensé de ella fue: es igual. Era tal y como la había descrito en el guión. Luego me di cuenta que además transmitía justo esa energía tan valiente y empoderada, al mismo tiempo que ligera y liviana” señala Quirós.

El encuentro en la verdulería le cambió la vida a la niña pero ella apenas se dio cuenta. “Yo no le puse mucha atención y al siguiente día en la escuela fui al casting, en ese momento no sabía qué era un casting. Me explicaron que ella estaba haciendo un cortometraje, para un personaje que se llamaba Selva. Yo más bien me dejé llevar por Sofía. Y cuando me di cuenta, ya estaba grabando” dice entre risas la joven actriz.

Durante ese  primer casting participaron otras 15 niñas, Smachleen destacó por su concentración y compromiso.  “Fue un casting muy bonito. Recuerdo que había muchos niños molestándola, porque justo tocó su turno a la hora del recreo. La molestaban, le decían cosas... pero ella era como un roble, como si no pasara nada afuera. Yo estaba incómoda y me costaba trabajo concentrarme, pero ella estaba impecable, concentrada”  detalla la directora.

A partir de esa primera experiencia, Smachleen encarnaría el rol protagónico en Selva, un cortometraje que destacaría en la Semana de la Crítica en Cannes en el 2017 y que sería la antesala del largometraje.

No obstante, cuando llegó el momento para Ceniza Negra, Quirós revisó a 800 niñas más como parte del proceso de selección del elenco. Y aunque habían pasado dos años y Smachleen ya era un adolescente de 13 años, la directora llegó a la conclusión que ella era indudablemente “Selva”:  “El personaje es el mismo, en el cortometraje es más risueña, alegre y juguetona. La “Selva” de Ceniza Negra es más retadora, más confrontativa, más directa, más mandona, más fuerte”, explica.

Smachleen por su parte logró conectar con Selva. “Ella es una niña con mucha fuerza que descubre que al morir no nos morimos, somos más bien como las serpientes, sólo cambiamos de piel. En un proceso muy profundo, Selva se da cuenta de eso”.

¿Se parece la actriz al personaje?  “Selva tiene fuerza, tenemos eso parecido. Si queremos algo, sólo vamos por eso y que no nos distraiga lo que hay alrededor” explica Smachleen.

Ceniza Negra: una familia y muchas aventuras

El largometraje se grabó en el 2018 durante cinco semanas en las que Smachleen se trasladó al caribe sur con el equipo y el resto del elenco, complementado por Humberto Samuels, Hortensia Smith y Keha Brown; quienes interpretan a “Tata”, “Elena” y la mamá de Selva, respectivamente. La complicidad y familiaridad entre el núcleo familiar era clave para la película por lo que antes de empezar a filmar, el elenco convivió y ensayó.  “Durante los ensayos nos fuimos a vivir a Puerto Viejo, a una casa. Convivimos ahí para tener esa conexión que se ve en la película. Esa confianza. Fuimos una familia como unas cuantas semanas. Ahí también grabamos y ensayamos esa conexión” explica Smachleen.

La grabación en palabras de la joven actriz fue mucho más dura que la experiencia con el cortometraje “Se trabajaban más horas, más tiempo. Además en Ceniza Negra había que estar más tiempo en personaje, en grabaciones, en ensayar. Había más gente, más luces, más equipo.. todo era más grande. Era trabajo todos los días, pero también descansábamos, un día o dos. Era muy cansado pero me acostumbré.”

Lo que más disfrutó del rodaje fue esa sensación de interpretar, de “hacer otra vida”, lo que menos: la culebra. En una escena Selva tiene que interactuar con una serpiente viva, “no me gustan las culebras, me dan miedo. No me gustan para nada. Era fría como si estuviera muerta y al terminar me quedó la sensación. Cuando la vi por primera vez hasta se me salieron las lágrimas, pero con los ejercicios de Sofía una se concentra muy bien”.

Sofía explica que los ejercicios a los que se refiere Smachleen funcionaron como una técnica de trabajo, “Smachleen tiene mucho sentido de la intuición y creo que por eso trabajamos muy bien juntas (...) trabajamos para que ella pudiera conectarse con un estado emocional, con una sensación, con una emoción y creo que ella tiene mucha apertura y logra hacerlo a través de ejercicios concretos. Se entrega al cien por ciento a esa emoción, a ese estado y eso hace que ella pueda abordar las escenas desde un lugar vivencial y no tan racional”.

Así fue como la escena que menos le gustó también se convirtió en un gran recuerdo: “Fue una escena increíble en realidad, yo nunca en mi vida me imaginé hacer una película y menos con una serpiente. Nunca me imaginé eso. Me gustó mucho. Es una experiencia que siempre voy a recordar”.

Sin embargo su escena favorita es otra, que también considera como muy difícil: la escena en que Selva desconsolada, rompe en llanto. " Yo nunca me imaginé llorar frente a una cámara”. Ese reto lo logró con mucha concentración y el apoyo de la directora, “nos fuimos a un cuarto y nos concentramos. Nada de risas, nada de hablar con el equipo. Entonces Sofía me dijo que íbamos a recordar cosas que duelen, cosas que tenés guardadas…  esa conexión, esa concentración. Después me llevaron con los ojos vendados y así fue, salió demasiado rápido”.

Una estrella incandescente

Variety, en una crítica a Ceniza Negra llama a Smachleen una “estrella incandescente”. The Hollywood Reporter la llama “un descubrimiento de ojos abiertos”. Sin duda las críticas tras el estreno internacional de la película pusieron a la joven actriz en el mapa. Aún así, Smachleen, que aún está en el colegio, no parece asumirse como tal. Sueña con ir a la universidad y estudiar para ser actriz.

“Yo pienso que ya es actriz, está súper bien que termine el cole y pueda estudiar, me encanta la idea que pueda nutrirse con otros directores, con otras técnicas. La experiencia que tuvo, aunque sea muy profunda, es una sola y limitada. Deseo que las oportunidades se le abran y ella pueda crecer más allá de nuestro vínculo (...) Es una actriz con mucha entrega y disciplina. Creo que son las dos cosas que la hacen una gran actriz”, detalla Quirós.

No obstante el  brillo de la joven ha trascendido. Participó en un video musical dirigido por Sofía para el cantante Noel Schajris, ex integrante de Sin Bandera y en otro del grupo nacional HIJOS con Valeria Miranda como directora.  También fue parte de una campaña por la Ley de Cine en Costa Rica.

Los grandes y expresivos ojos de Smachleen se cierran un poco cada vez que se ríe. Luego de superada su timidez inicial, “Mach” conversa con facilidad. Cuenta que le gusta la música de moda, pero no tanto el reguetón por las letras… y que disfruta escuchar a Selena. Sobre sí misma dice  “me gusta mucho reír, reír con mis amigos, molestar a mis hermanos”.

Sin duda esa risa es contagiosa. La joven y talentosa artista tiene la sencillez y cercanía de una mujer que aún sigue siendo niña, a pesar de que a sus 16 años ya tiene un gran camino recorrido en la actuación. La estrella en Smachleen acaba de nacer, aún tiene muchas galaxias por conquistar.