La candidata a la presidencia de Estados Unidos por el partido demócrata, Hillary Clinton, expuso y explicó sus decisiones pasadas y el planteamiento para el futuro de su país. Lo hizo en debates y a lo largo del proceso electoral.
Este mes sabremos el resultado de esas elecciones, que no se han reñido por las razones tradicionales, sino por una lógica circense.
El programa de gobierno de Hillary ha sido exhaustivo, o al menos lo conoce al punto de declamarlo. A diferencia de Donald Trump, que a 15 días de las elecciones aún buscaba acuerdos con su posible gabinete.
Sea cual sea el resultado, Hillary ha demostrado tener nervios de acero (estamina, de lo que Donald le dijo que carecía) porque apostar por un diálogo argumentativo y concreto, por encima de la comedia mediática que le planteó su contraparte, es señal de que podría liderar lo que quiera.