Cristiana y Nani Nassar: madre e hija regresan juntas a la televisión

Cristiana asegura que, tras la muerte de su esposo, tuvo dos años en los que se sentía en una fosa y que no hubo un solo día en que fuera feliz.

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Cristiana Nassar es un rostro conocido que ha estado en televisión por más de 30 años. Su risa es inconfundible, y su personalidad extrovertida y ocurrente hace que sea imposible que pase desapercibida frente a las cámaras.

Nani (como es conocida Nayad Nassar), por su parte, estuvo aproximadamente un año como presentadora en Multimedios, tiempo suficiente para descubrir que el trabajo frente a las cámaras es un reto, una actividad que la saca de su zona de confort y eso le encanta. A pesar de que no estudió comunicación, se siente atraída por la dinámica de la televisión, es algo que le va bien, con lo que se siente cómoda.

Y, ahora, por primera vez, ambas comparten el set en el nuevo canal ¡OPA! Madre e hija regresan a la televisión nacional después de un retiro de aproximadamente dos años y medio tras la muerte de Martín Nassar, esposo de Cristiana y padre de Nani, un acontecimiento que les cambió la vida para siempre.

Tanto en lo personal como en lo profesional, Cristiana y Nani viven etapas muy diferentes y eso justamente es lo que hace que sus conversaciones sean diversas, entretenidas, relajadas y, a veces, hasta con cierta tensión, una variedad que solo puede ocurrir de forma natural durante el diálogo único entre una madre con su hija... eso justamente es lo que logran en el espacio “No tan Cristiana”, el cual se desarrolla en dos horas diarias. De esto y otros detalles personales, nos cuentan en la siguiente entrevista.

¿Qué tal ha sido la experiencia de trabajar juntas?

-Nani: Pues ha sido una carrera, también ha habido presión porque es el nuevo bebé de mi mamá y yo he tratado de ayudarle en lo que puedo sin intervenir demasiado porque sé que tengo que respetarle su estilo, su experiencia y además, quiero dejarla fluir. Fuera de eso, nos hemos acoplado muy bien; nunca habíamos trabajado juntas entonces ha sido muy loco ver cómo es ella en un entorno laboral, pero hemos logrado la misma dinámica que tenemos en la casa, de mucha comunicación. Vamos bien, nos compensamos mucho, a veces ella es más atarantada, entonces yo la tranquilizo, pero en otros momentos soy yo la que me preocupo más de la cuenta y ella me dice que todo va a estar bien y me da paz; nos equilibramos bien. Es bonito saber que podemos trabajar juntas, ha sido como descubrirnos en una faceta que no conocíamos.

-Cristiana: Es muy divertido y yo siento como rico que esté ahí porque la puedo disfrutar más, hay conversaciones que nos han sorprendido porque somos de generaciones diferentes, pero ha sido muy interesante, me ha encantado verla así toda adulta, me encanta habérmela reencontrado ahí y conocer esa parte de ella, me llena de orgullo y admiración, ella brilla con una luz propia muy fuerte y eso me encanta, así ha sido desde niña. Verla ahí junto a mí en este proyecto tan hermoso me llena el corazón de alegría y orgullo.

¿Cómo es normalmente la relación entre ustedes?

-Cristiana: Pues para empezar tengo que decir que, de las áreas de mi vida con las que me siento más cómoda y satisfecha es con mi papel como mamá, a mí me encanta ser la mamá de Nani, y es con lo que me siento más realizada; desde siempre he tratado de construir una relación única y especial con ella, hoy puedo decir que lo logré, tenemos una relación lindísima y sobre todo muy auténtica.

Desde niña aprendí viendo las relaciones feas y tóxicas que muchas de mis amigas tenían con sus mamás donde hasta competían por ver cuál ganaba en una discusión y no, por ejemplo, por ver la forma de llegar a un acuerdo, a mí no me gustaba ese tipo de relaciones y siempre pensé que cuando llegara el momento de ser mamá iba a tener una relación bonita, respetuosa y muy diferente con mi hija, porque siempre quise que fuera solo una, yo quería dar mi vida a ella y así lo he hecho.

Tenemos una relación de mucho respeto, y no de ahora, desde siempre, yo he tratado de no imponer mis ideas, de cuidarla pero dejarla ser, darle libertad con la certeza de que ella la iba a aprovechar bien. Nani se parece más al papá, ella es más tranquila que yo, es más formal y no siempre se permite sacar su locura que esa sí la sacó de mí. Creo que su personalidad se complementa a la perfección con la mía.

¿Cómo es Cristiana de mamá?

-Nani: Ha sido mi gran guía, me ha enseñado tanto. Nos llevamos muy bien, tenemos personalidades que coinciden en muchas cosas y algo que le agradezco especialmente es que me ha dejado ser siempre yo y creo que por eso nos llevamos tan bien. Ya de adultas ha sido muy bonito ver nuestras transformaciones, yo a ella la he visto evolucionar, crecer, transformarse y ella también lo ha hecho conmigo.

Vivimos juntas y ha sido realmente una experiencia bonita, agradable, hemos aprendido a dejarnos ser, es una relación de mucho respeto, pero también de mucha libertad. A mí la verdad me encanta como es mi mamá. Lo único que cambiaría de ella es que a veces se cree la dueña de la cocina, jeje! De hecho, ella se refiere a la cocina como su cocina, es como si se le olvidara que también es la mía, pero por lo demás es genial y la amo y admiro mil.

De lo que hacen juntas, ¿qué es lo que más disfrutan?

-Cristiana: Yo amo nuestros tiempos de conversar, hablamos y hablamos y nunca nos sobra el tiempo, todo lo contrario, me encanta cuando salimos por un café, o por un coctel, cuando vamos a comer algo rico y no paramos de hablar, me encanta cuando se me mete en la cama y hablamos de todo, de lo que nos ha pasado, de lo que queremos, de lo que no nos salió como queríamos... podemos pasar horas hablando y eso me encanta.

Somos muy parecidas, nos podemos reír de lo mismo, hay cosas que también a las dos nos enoja, definitivamente las dos nos caemos bien y el tiempo que compartimos la pasamos siempre bien.

“A mi mamá tengo tanto que agradecerle, desde las veces que jugaba conmigo cuando era niña e inventaba las mejores actividades para entretenerme, hasta las veces que me recogía en las fiestas tardísimo y luego se iba a dejar a todas mis amigas a sus casas, así fuera en la madrugada”. Nani Nassar.

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¿Cuál ha sido la prueba más dura que han vivido?

-Cristiana: Sin duda perder a Martín ha sido lo más duro. Martín murió frente a nosotras, tuvimos la oportunidad de decirle cuanto lo amábamos y que nos iba a hacer mucha falta, pero fue un momento desgarrador, y lo sigue siendo, ha sido como un llanto interminable. Martín era todo para nosotras, él era un esposo y un papá súper protector, él estaba pendiente de nosotras en todo lo que hacíamos y era quien nos cuidaba, quien estaba pendiente de cada detalle de nuestras vidas.

Durante dos años yo no quise vivir, tenía un teatro montado para poder trabajar, pero no era feliz ni un minuto, una vez que Martín murió yo no quería vivir y durante dos años Nani estuvo ahí, sufriendo también pero ayudándome para salir adelante, yo pensé que nunca iba a salir de ese hueco, era como estar viviendo en una fosa.

Yo vivía mi duelo y mi hija también estaba destruida. Había días que las dos nos levantábamos con los ojos hinchados de llorar, cada una vivía a su manera el dolor, yo a veces me metía al cuarto a llorar y por otro lado sin decirme nada, Nani estaba también en su cuarto haciendo lo mismo, pero necesitábamos estar solas. Martín era muy protagónico en nuestras vidas y no ha sido fácil retomar la rutina sin él.

Hace un par de meses la vida me cambió, recibí la propuesta de Douglas Sánchez y volví a sentir emoción, fue como si algo reviviera en mí.

Algo importante que aprendí fue que solo haciendo algo nuevo que me llenara de alegría el alma podía recuperar mi vida de nuevo, a veces quienes pasamos un duelo así de fuerte necesitamos eso, encontrar algo, una actividad que haga que podamos recuperar nuestras vidas.

-Nani: Si bien para las dos fue durísimo y experimentamos el duelo de mi papá de manera distinta, siento que para ella era una pérdida diferente. Ellos se casaron cuando mi mamá estaba muy joven y él fue el que le enseñó a mi mamá a vivir como adulta, ellos tenían un vínculo muy fuerte; yo por mi parte, perdí a un papá que era el más presente y ha sido durísimo vivir sin él. Hemos tenido muchos momentos de no querer salir de la casa, de estar en una tristeza profunda, pero igual mi mamá sin darse cuenta necesariamente, tiene una fuerza vital que es la que nos ha levantado y que llena toda la casa de un brillo especial.

Algunos días una consuela a la otra, y así hemos salido adelante. A las dos nos gusta mucho estar solas y a veces nos desahogamos sin que la otra se dé cuenta, creo que para protegernos de alguna manera y no preocupar a la otra.

¿Con qué se queda de esta prueba?

-Cristiana: Creo que es importante darse tiempo para recuperarse sin presiones, pero ayudarse también, no dejarse morir, tratar de salir adelante. Yo tuve que leer, investigar para comprender lo que me estaba pasando, comprendí que era un tema químico que me estaba dominando, a partir de ahí empezar a enfrentar la situación, claro, con ayuda de profesionales en el tema porque solo cuesta mucho.

-Nani: Aprendí a valorar más a mi mamá, a admirarla porque la vi luchar y salir adelante, aprendí a valorar más la vida y a mis seres queridos.

“Tras la muerte de Martín, Nani asumió muchos de los roles de él, ella es mucho más ejecutiva y ágil en términos de tareas de administración de las cosas de la casa, ella tomó las riendas de muchas de las acciones de las que se encargaba el papá”. Cristiana Nassar.

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