Tiendas de ropa talla grande son una necesidad en el mercado

La mujer esquelética que casi, casi, simulaba ser un niño quedó atrás. En su lugar, la latina y “curvilínea” tomó las pasarelas y con ello cambió el esquema de la tan ansiada figura de 90, 60, 90. No obstante, eso no fue suficiente.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La mujer esquelética que casi, casi, simulaba ser un niño quedó atrás. En su lugar, la latina y “curvilínea” tomó las pasarelas y con ello cambió el esquema de la tan ansiada figura de 90, 60, 90. No obstante, eso no fue suficiente.

En pleno siglo XXI los escaparates muestran prendas y maniquís talla grande, la razón: la obesidad.

Roberto Lobo, especialista en moda, asegura que la variedad en las tallas y la creación de tiendas especializadas para personas con sobrepeso no se trata de simple moda, es más bien una respuesta a la necesidad actual de los costarricenses, las cuales “responden a una necesidad de mercado”.

Sobre el escenario tico se muestra que más del 37% de las mujeres menores de 20 años padecen de sobrepeso; mientras que el 66% de las mayores a esa edad sufren del mismo mal, según el Informe de prevalencia de sobrepeso y obesidad, presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mes de junio.

María Laura Matamoros, nutricionista del Centro de nutrición Lariza Paez, asegura que las tiendas especializadas para población con sobrepeso son necesarias; pese a ello, no existen las suficientes en el país.

“Se ha demostrado que la desvalorización y el restringir las necesidades básicas no son motivo de cambio”, comentó Matamoros, quien explicó que la restricción, por ejemplo, a una talla adecuada de ropa interior incrementa las posibilidades de fracaso en un intento por adelgazar; debido a que la obesidad se trata de un mal multifactorial.

La nutricionista enfatizó la importancia de oferta de productos para esta población, al tiempo que subrayó la concientización de un estilo de vida más saludable.

“En la consulta es frecuente encontrar pacientes que dicen que no va al gimnasio o no asisten a fiestas porque no consiguen ropa. Que encuentren ropa cómoda y con la que se sientan bien pueden ser un cambio muy sutil que les ayudaría a perder peso”, añadió.

“Realmente nos cuesta entender a la persona con un problema de obesidad. Es una población muy discriminada y sin acceso a facilidades como sillas cómodas o ropa, y eso afecta mucho el autoestima y genera todo un ciclo ansioso”, amplió Matamoros.

Para la empresaria y experta en moda Amanda Moncada el cambio en la oferta, si bien tiene relación con la obesidad costarricense, responde a un replanteo en la imagen de la mujer, en la que se intenta valorar más su interior y dejar un poco de lado las medidas de su cuerpo.

Moncada asegura que lucir delgada no es sinónimo de salud o belleza, en su lugar apuesta por la actitud de cada mujer y lo que puede proyectar como persona. “Se trata de que cada mujer reconozca quien es y cómo es, que escoja una vida saludable y decida ser feliz”.

Los expertos coinciden en que la población con sobrepeso cuanta con ventajas al abrirse las opciones en el mercado, pero también insisten en la necesidad de implementar un cambio hacia un estilo de vida saludable.