Saltarse el desayuno pone en riesgo la salud del corazón

Se dice que es la comida más importante del día. Ahora, dos nuevos estudios subrayan la importancia de desayunar todos los días.

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El más reciente es un trabajo realizado por investigadores del Colegio Americano de Cardiología (EE.UU.), el cual mostró que saltarse el desayuno se asocia significativamente con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca.

Los investigadores recopilaron datos de 6.550 personas de entre 40 y 75 años, quienes fueron seguidas durante 18 años.

Al final del estudio, los científicos vieron que quienes tomaban desayuno tenían 87% más riesgo de morir debido a un problema cardiovascular, según sus exámenes médicos. Esto, en comparación con quienes desayunaban todos los días.

Son varias las posibles razones, indicaron los autores del trabajo.

"Saltarse el desayuno se asoció también con cambios en el apetito y disminución de la saciedad, lo que podría llevar a comer en exceso más tarde y a un deterioro de la sensibilidad a la insulina. Por el contrario, desayunar mejora la respuesta glucémica", señalaron.

“Efectivamente, se ha visto que quienes comen de manera desordenada experimentan una disminución en la sensibilidad a la insulina, con lo cual aumenta su probabilidad de sufrir enfermedad coronaria; por lo tanto, hay mayor riesgo cardiovascular”, explica el doctor Manuel Moreno.

En la investigación estadounidense, el no desayunar también se asoció con presión arterial alta y cambios negativos en los niveles de lípidos, otros factores determinantes de mala salud cardiovascular.

De acuerdo con Mauricio Fernández, cardiólogo de la Clínica Alemana, hay antecedentes de que no tomar desayuno puede producir estrés neuronal, lo cual aumenta la presión arterial.

"También hay antecedentes de que podría empeorar el colesterol alto", añade el médico.

En referencia a los nuevos resultados, comenta: "Teníamos indicios de que tomar desayuno afectaba la salud cardiovascular, pero este es el primer trabajo con una gran cantidad de personas, de manera que, por el momento, la recomendación debería ser evitar los ayunos prolongados".

Los autores del trabajo también indicaron que sus hallazgos van en concordancia con estudios hechos en otras poblaciones, como uno realizado en Japón, el cual arrojó que quienes se saltaban el desayuno tenían 36% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

"Esto demuestra que, en parte, los factores que se atribuyen al aumento de la mortalidad no tienen que ver solo con la composición de la dieta, sino también con los hábitos", añade el doctor Moreno.

Una mala dupla

Por otra parte, una investigación previa, realizada por científicos de la Universidad Estatal de Sao Paulo, arrojó que quienes no desayunan y cenan muy tarde (menos de dos horas antes de irse a la cama) tienen un peor pronóstico después de un infarto.

Sus resultados indicaron que este grupo tiene de cuatro a cinco veces más probabilidades de morir o de experimentar un nuevo ataque cardíaco al mes de haber sufrido uno.

El estudio, que se publicó el viernes en el European Journal of Preventive, incluyó a 113 personas con una edad media de 60 años.

"Creemos que la respuesta inflamatoria, el estrés oxidativo y la función endotelial (el tejido que recubre los vasos sanguíneos) podrían estar involucrados en la asociación entre conductas alimentarias no saludables y los resultados cardiovasculares", dijeron los autores.

Saludable y a tiempo

Para la población sana y sin sobrepeso, un desayuno ideal comprende un lácteo, que puede ser yogurt o leche descremada; un carbohidrato, que puede ser un pan integral que puede estar acompañado con palta o algún queso descremado, además de frutas. Así lo explica el doctor Manuel Moreno, nutriólogo de la Red de Salud UC Christus.

“Lo ideal es que no haya pasado más de una hora desde que la persona se levantó”, señala. “Si pasan de dos a tres horas, se considera que se saltó el desayuno y allí pueden venir los trastornos metabólicos que aumentan el riesgo cardiovascular”, puntualiza.