¿Qué hacer y qué evitar en una discusión de pareja?

Algunas parejas se meten en discusiones interminables que no les conducen a ninguna parte. Se debe tener cuidado con las peleas descontroladas e irracionales que pueden desgastar el amor y el respeto que son la base de cualquier relación.

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Algunas parejas se meten en discusiones interminables que no les conducen a ninguna parte. Se debe tener cuidado con las peleas descontroladas e irracionales que pueden desgastar el amor y el respeto que son la base de cualquier relación.

Para que una discusión sea sana y productiva, se debe hacer desde la empatía y no desde la agresividad. Recuerde que se discuten conductas o acciones, no sentimientos y que no es una batalla a ganar, si no un conflicto a resolver para que la pareja salga victoriosa. Las parejas más felices no son las que no discuten, si no aquellas que aprenden a discutir. Es por ello que aprender a comunicarse y a discutir es una de las claves para una buena relación de pareja.

Puede hacer el siguiente test para saber cómo es usted en una discusión de pareja.

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Fuente: Psicóloga Sandra Ayales (Tel. 2226-0792), psicólogo Allan Fernández (Tel. 8663-5885) y psicóloga Hazel Gutierrez (Tel. 2271-2803).

¿Qué sí y qué no?

Sí. Mantenga la discusión en el presente.

Sí. Dese cuenta si están discutiendo sobre temas recurrentes.

No. Sacar temas del pasado, porque estos ya fueron discutidos y genera más discusión.

Sí. Pedir un break o darse un descanso para pensar con más tranquilidad antes de discutir.

No. Discutir en momentos inoportunos. No discuta si ve que la otra persona ha tenido un mal día o si tiene muchas preocupaciones. Busque un momento en el que puedan enfocar la atención en resolver el conflicto.

Sí. Tenga clara la diferencia entre una discusión y una pelea. ¿Están tratando de arreglar las cosas o es una competencia de argumentos?

Sí. Ordene. Plantee situaciones relevantes, no todo debe discutirse. Escriba las ideas o problemas que quiere discutir. Definan un tiempo límite de discusión, esto ayuda a ser más asertivo y es menos desgastante.

No. Se vayan enojados a la cama. Si ese dormir le permitiera acomodar sus ideas y levantarse con otra actitud, valdría la pena pero, en realidad, guardará ese enojo que será más grande al día siguiente.

Sí. Salirse de la escena cuando su pareja ya está muy enojada. No es recomendable continuar la discusión si se ha perdido el autocontrol emocional.

No. Desenfocarse del objetivo principal: Procure resolver el problema que originó la discusión.

Sí. Proponer soluciones para llegar a un consenso.

No. Nunca juzgar, porque se emiten juicios de valor que provocan actitudes defensivas en el otro.

Sí. Validar los sentimientos del otro ya que así se genera empatía y seguridad.

Sí. Ser asertivo, claro y conciso, esto facilita la conclusión.

No. Descalificar los sentimientos o argumentos del otro pues provoca inseguridad y enojo.

Sí. Descubrir el sentimiento de fondo que se esconde tras el enojo, usualmente es tristeza o temor.

Sí. Utilice un lenguaje y tono de voz respetuoso y cariñoso, recuerde que es su pareja no es su enemigo. Nunca se debe utilizar gritos o vocabulario soez.

Después de la discusión no se deben guardar resentimientos y se debe generar una reconexión con la pareja. Es importante recordar que se aman y están construyendo un proyecto de vida en común.