¿Qué debemos comer las mujeres según nuestra edad?

Las mujeres debemos reconocer la importancia de las decisiones que tomamos a diario y su implicación en nuestro cuerpo

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Cada década, la celebración del Día de la Mujer es diferente, tanto por los cambios sociales que se experimentan como por el estilo de vida que se va modificando.

Un ejemplo de que la evolución va calando también en el cuerpo de la mujer es que la edad de la primera menstruación a comienzos del siglo XX era alrededor de los 16 años y en la actualidad, disminuyó a 12,8 años, según la Encuesta Nacional de Salud.

Dicho cambio, implica la liberación a más temprana edad de hormonas sexuales femeninas y el aumento de hormonas como la leptina, vinculada con la grasa corporal, lo que genera una mayor preocupación por el aumento de la obesidad en la infancia y adolescencia, ya que ocurre un inicio más temprano de la vida reproductiva.

Numerosos estudios indican que el adelanto de la menstruación tendría relación con la insulino resistencia, aumento en las cifras de la presión arterial, obesidad abdominal, entre otras. El cáncer mamario también toma importancia cuando se adelanta el ciclo menstrual, por eso es tan importante tener un peso normal durante la infancia, aspecto que determinará el estado de salud de toda la vida en una mujer y asegura un papel reproductivo sano.

Es así como la adolescencia debe cuidarse porque es una etapa de cambio, todavía estamos creciendo y generando estructuras, tenemos modificaciones constantes y desarrollo físico, hormonal y psicológico. El metabolismo en general es acelerado y hay más susceptibilidad a trastornos alimentarios como anorexia y bulimia. Las decisiones negativas como consumo de sustancias ilegales o alcohol, tienen un impacto tan negativo en nuestro cuerpo, así como una mala alimentación y la inactividad física.

Es en la siguiente etapa, en la década de los 20, donde culminamos nuestro desarrollo. Es la época de mejor desempeño y donde afinan los detalles, es aquí donde decidimos el físico que nos va a mantener el resto de la vida y la facilidad con la que lo podemos mantener.

Tiene la particularidad de que como se empieza con más responsabilidades, es común que se vaya dejando de lado la práctica deportiva y su frecuencia.

A partir de los 30, ya el metabolismo empieza a cambiar, algunas mujeres empiezan a experimentar cambios hormonales, especialmente después de los embarazos en esta década. Son comunes la retención de líquidos y el abdomen hinchado y el gasto calórico desciende de aquí en adelante un 10% promedio por década.

Los cambios hormonales tienden a ser más fuertes y marcados en la época de los 40, y en esta etapa junto con la de los 50, empieza la aparición de síntomas o marcadores de las enfermedades en los exámenes sanguíneos.

Es momento de tener paciencia y en muchos casos de volver a conocerse, debido a que el cuerpo puede cambiar significativamente.

La caída más importante del metabolismo se presenta después de los 65 años así como las complicaciones de salud, eso sí, si se ha llevado un estilo de vida saludable. De no ser así, esta decadencia puede iniciar en edades más tempranas.

El aprender a tener equilibrio entre las diferentes facetas y la flexibilidad es fundamental. La clave es cuidar la calidad de la comida y su variedad, ponernos también de primeras, pues a veces se alista una alimentación muy cuidadosa a la familia, pero no la nuestra. Debemos sentirnos equilibradas y energéticas para cubrir la agenda ajetreada, y para ello, nuestra alimentación es base.

Adicionalmente, es importante mantener una modalidad de ejercicio frecuente, pero vigilando la intensidad, para no sobre cargarnos, así como cuidar un sueño suficiente.