Prejuicios y desconocimiento de trastornos alimentarios persisten en el país

Ticos satanizan trastornos alimenticios

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Los trastornos de comportamiento alimentario (TCA) se caracterizan por una conducta inadecuada asociada a la alimentación, con el fin de controlar el peso. Tales como la bulimia y la anorexia.


La encuesta actualidades 2017 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica reveló que el 19,2% de los entrevistados conoce a una persona que presenta este tipo de padecimiento, principalmente entre universitarios (27,0%).

La posición ante los prejuicios sobre las personas con TCA demuestra que el 81,9% está de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación “Cualquier persona puede comer bien, solo hay que proponérselo”, seguido por 46,1% que responde igual a la afirmación “Los desórdenes alimenticios son pura vanidad.” La psicóloga Marcela León, califica estos prejuicios como esperables ya que afirma que en el país hay mucho desconocimiento, “la gente sataniza estos trastornos, porque en nuestra cultura nos parece inconcebible que la gente no coma”.

Algunas características de una persona que padece un TCA es presentar un temor irracional de engordar, no consumir carbohidratos (se refiere a estos y al azúcar como “alimentos prohibidos”), tienen rituales a la hora de ingerir alimentos, también hacen verbalizaciones como “nada me queda bien”, “estoy demasiado gorda”.

Si conocemos a alguien que sospeche está experimentando un TCA es clave hablar de frente el problema, ser amigable y ayudarle a la persona a darse cuenta que los cambios no son adecuados y que lo mejor es que se asesoren con un nutricionista. También recalca la psicóloga León que hay que entender que no es simplemente obligar a las personas a comer, ya que va más allá el problema y hay que realizar un trabajo interdisciplinario para llegar a una solución real.

Es importante saber que los trastornos de comportamiento alimentario no solo afecta a jóvenes sino que también a personas en edades adultas como mayores de 40 años, al no tener a nadie ‘encima’ de ellos, pueden mentirle a los demás o a si mismos de que ya comieron y no es cierto y solo esas personas lo sabrán.

La psicóloga Marcela León finalmente advierte que “vivimos en un país donde la belleza física es altamente valorada, lo que nos venden es belleza y productos para que uno se vea bien. No tenemos una cultura de buena alimentación para atacar esos ideales superfluos. Cuando dejamos que los modelos de belleza afecten la forma de ver y actuar de la población es mas fácil desarrollar trastornos de la alimentación”.

Fuente: Encuesta Actualidades 2017 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica y Máster Marcela León-Madrigal, psicóloga (correo: marcela.leon.ucr@gmail.com)