Los niños de hoy prácticamente nacen con un dispositivo electrónico en la mano. Están en contacto con la tecnología desde edades muy tempranas; es que vivimos en un momento de bombardeo de información importante. Los niños tienen una interacción muy natural e intuitiva, pero no olvide el papel de formación y guía de los adultos.
Suele suceder que a muchos niños no les entusiasma tanto una pelota como un smartphone, ni un juego de mesa como una tableta. Según eMarketer, en Estados Unidos el 61.6% de los niños entre 0 y 11 años utilizó internet al menos una vez al mes en 2016, y para finales de 2017, se espera que suba al 65% y a un 97% para niños entre 12 y 17 años.
Niños y avances tecnológicos
Rosa María Cruz, especialista en Tecnología Educativa y Entornos Virtuales de Aprendizaje, considera que el uso de la tecnología en niños es positivo, siempre que su interacción con esta se de en un ambiente de control y supervisión de los padres.
"Es importante que nuestros niños aprendan a interactuar de manera positiva con la tecnología. Formarlos al margen de los avances y dispositivos electrónicos nos impide orientarlos en un uso positivo de ellos", explica.
Si los niños poseen su propio smartphone es bueno descargar aplicaciones educativas previamente revisadas. Si se trata de niños en edad preescolar, una tableta es ideal para que tengan aplicaciones y juegos para aprender las vocales, los números, los colores, las formas, etc. Una laptop también puede ser una inversión porque se puede necesitar tanto como en la vida escolar como en el colegio.
Los padres pueden utilizar el interés de sus hijos por la tecnología para incentivar que se mantengan en movimiento. Los hábitos saludables no se adquieren en un día, pero a través de la aplicaciones como las de Samsung Health, se puede jugar con los niños y registrar sus actividades diarias (dormir, comer, ejercitarse y mucho más) y obtener recomendaciones sobre cómo lograr sus metas.
Algunas recomendaciones son regular y vigilar las actividades de los niños con sus aparatos. Pero además es importante buscar espacios de conversación para orientar sobre los contenidos y posibles riesgos del internet.
FUENTE: Rosa María Cruz, especialista en Tecnología Educativa y Entornos Virtuales de Aprendizaje.