Meriendas mantienen activo el metabolismo y aportan nutrientes indispensables

Una merienda saludable puede tener cerca de 200 calorías en promedio. El último Censo de Peso y Talla en niños realizado en el año 2016, confirmó que un 34% de los menores en Costa Rica tiene exceso de peso.

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La importancia de la merienda hoy en día es ampliamente conocida porque nos ayuda a mantener activo el metabolismo, evita que pasemos hambre durante el día, evita los excesos en los demás tiempos de comida, nos mantiene con energía y también nos aporta nutrientes indispensables.

Es por eso que merendar es un hábito tan indispensable y positivo para la salud de todos, especialmente para los niños que se encuentran en etapa de crecimiento. Está comprobado que la falta de nutrientes como el hierro y el calcio pueden producir retraso en el desarrollo y problemas a largo plazo, por lo que incluir lácteos en las meriendas es siempre recomendable.

El consumo de prebióticos es muy recomendado por los profesionales en nutrición, ya que sus beneficios son muy amplios: aumenta la absorción de hierro, magnesio y calcio a nivel intestinal, estimulan el correcto funcionamiento de los intestinos para una mejor salud digestiva, y es especialmente recomendable en escolares porque fortalece el sistema inmunodigestivo, es decir, las infecciones digestivas se evitan o se disminuyen.

Si un niño o un joven tiene poco apetito, es recomendable crear el hábito de merendar, ya que las cantidades son menores a los tiempos de comida principales (desayuno, almuerzo y cena) y esto estimula a mantener el metabolismo activo mientras aporta nutrientes clave. Es importante buscar alimentos prácticos, fáciles de transportar, divertidos, variados y que sean del gusto de los niños.

En la última encuesta Nacional de Nutrición realizada entre el 2008 y el 2009, se pueden observar datos preocupantes. En la muestra de niños de 5 a 12 años, un 21% tenía exceso de peso (sobrepeso u obesidad), y en el 2016 se hizo el censo de peso y talla, en cerca de 4.200 centros educativos públicos y privados, con niños entre los 6 y 12 años, y se encontró que un 34% de los niños tienen exceso de peso.

“Es por eso que es importante combinar alimentos con ingredientes naturales, que no contengan preservantes, colorantes ni saborizantes artificiales, de esa forma nos aseguramos de estar contribuyendo con la salud de los escolares, colegiales, y hasta de los adultos, quienes también deben realizar meriendas de la misma forma”, indicó el Dr. Roberto Cascante, Nutricionista de Nutrisnacks.

“Aunque va a depender de cada persona y de su requerimiento energético según edad, sexo, estado nutricional y actividad física que realiza, podemos decir que una merienda puede rondar las 200 calorías ya que un snack debe contener unas 100 calorías más otras 100 si le sumamos la fruta o la leche”, agregó el Dr. Cascante.

Hay mitos acerca de las dietas y el consumo de azúcar que son importante de aclarar. El azúcar no es malo, lo que es malo es el exceso. En meriendas, no se recomienda más de una cucharadita de azúcar (5g). De lo contrario es muy probable que el exceso de azúcar se almacene en el cuerpo como grasa, y si no se realiza ejercicio de forma regular, esta grasa traerá problemas a futuro, como riesgo de obesidad, de diabetes, hipertensión y problemas cardiacos. Los nutrientes como fibra y proteína en una merienda promueven más saciedad y por lo tanto evitan excesos de consumo de grasas no saludables y azúcar.

“Se debe insistir como padre en crear buenos hábitos alimenticios para los niños, ya que su salud en el futuro dependerá en gran medida de los hábitos que se establezcan en la niñez, y el hacer meriendas es fundamental”, acotó el Dr. Cascante.