Menos dolor y más placer con el doggy style

El sexo debería ser divertido y placentero, y la mejor forma de hacerlo así es explorando y experimentando con cosas nuevas.

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El sexo debería ser divertido y placentero, y la mejor forma de hacerlo así es explorando y experimentando con cosas nuevas.

Sin embargo, si hay algo que el sexo NO puede ser es: doloroso. El dolor NO es normal y usualmente es señal de que algo anda mal. Cualquier momento en que experimente dolor durante el sexo, ¡deténgase!

Hablando ahora sí de posiciones, el doggy style es considerada como una de las posiciones más sexys, y puede disfrutarse si se hace bien. Esta permite una penetración profunda y a veces resulta en un poco de dolor. Puede resultarnos normal, pero hay formas de evitarlo para hacer de la experiencia una mucho más placentera.

El dolor puede ser culpa del tamaño de del miembro de su pareja, ya que puede pegarle al cuello del útero, lo cual llega a ser doloroso. Desafortunadamente, esto es muy común con la posición.

¡Pero no se rinda! Antes de darse por vencida con esta posición, debe saber que existen diferentes variaciones que le ayudarán a conseguir una penetración profunda.

De pie: La posición de perrito, ¡pero de pie! Sí ambos están de pie, su pareja tendrá un rango más amplio de movimiento y tendrá más control de su penetración. Aunque seguramente la peetración no podrá ser tan dura y fuerte como con el doggy style normal, ambos sentirán la fricción y la penetración profunda. También deja libres sus manos, las cuales pueden dirigirse al clítoris.

Horizontal: Intente acostarse boca abajo sobre la cama y ponga una almohada debajo de la pelvis. Cierre sus piernas y deje que su pareja la penetre por atrás. Con las piernas cruzadas y las nalgas elevadas, podrá controlar la profundidad de la penetración sin que las sensaciones bajen de intensidad.

Tip adicional: Como complemento de estas versiones del doggy style, no estaría nada mal experimentar con otras posiciones. Opte por técnicas que le den el control de la velocidad y la profundidad de la penetración para que pueda disfrutar de su tamaño, pero con un ángulo diferente. Nuestra recomendación es la vaquerita y la cucharita invertida, para que haya intimidad y placer al mismo tiempo.

Sin importar qué posición terminen intentando, recuerden llevárselo con calma y, en caso de que lo requieran, usar lubricante. Lo mejor es optar por uno a base de silicona que dura por más tiempo. Entre más lubricada esté, más placentero será el sexo, sin importar qué tan grande (o no) sea el miembro de su pareja.