Los hábitos nutricionales influyen en el rendimiento académico infantil

Nuevos estudios relacionan el consumo de comida chatarra con un menor rendimiento académico de los niños.

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No hay dudas de que la llamada “comida chatarra” es mala para el organismo y favorece el aumento de peso. Pero su impacto no se limita a lo físico: nuevos estudios aportan más evidencia sobre cómo este tipo de alimentos afecta el rendimiento académico de los niños.

Un seguimiento a más de 850 niños y niñas de 7 a 10 años –financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.– evidenció que aquellos que consumen de forma diaria snacks, bocadillos dulces y salados, y bebidas azucaradas obtuvieron en promedio calificaciones más bajas que los niños que comen estos productos de manera esporádica.

“La evidencia sobre las asociaciones entre los patrones dietéticos y los resultados académicos es limitada, pero este estudio demuestra que una dieta no saludable se asocia con un menor rendimiento académico”, precisa Rachel Bleiweiss-Sande, autora principal del trabajo, quien sugiere que esto debe motivar políticas de alimentación a nivel escolar, así como cambios en el hogar, para tener un mejor desempeño escolar y, en especial, un mejor aprendizaje.

En la misma línea, otro estudio presentado este fin de semana en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, en Baltimore (EE.UU.), enfatiza la importancia de una buena hidratación para un mejor funcionamiento cerebral.

“Los datos epidemiológicos sugieren que muchos niños no beben suficiente agua al día”, advierte el doctor Naiman Khan, de la U. de Illinois en Urbana-Champaign. “En nuestro estudio observamos que los niños que tienen una mayor hidratación habitual se desempeñaban mejor en tareas que requerían flexibilidad cognitiva”, agrega.

En concreto, los investigadores vieron mejoras en aquellos niños que consumen entre 2 y 2,5 litros de agua al día, a diferencia de aquellos que solo ingerían medio litro. Los expertos precisan que de la cantidad total de agua que debería ingerirse a lo largo de la jornada, entre el 70% y 80% debe ser proporcionada por líquidos y el resto por los alimentos (en especial, la que se obtiene al consumir frutas y verduras).