La masa muscular podría ser considerada como un signo vital

Se asocia la masa muscular a la capacidad de recuperación en caso de enfermedad y hasta en la gravedad de enfermedades como el alzhéimer.

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Así como la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria o la presión arterial, la masa muscular debería ser considerada como un signo vital más. Eso es lo que sugiere una revisión de estudios publicada en la revista Annals of Medicine, en la que se confirma que una baja masa muscular está relacionada, por ejemplo, con un mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas y postoperatorias, estadías hospitalarias más prolongadas y una menor sobrevivencia, sobre todo en pacientes con enfermedades crónicas.

“Si los profesionales de la salud identifican y tratan la masa muscular baja, pueden mejorar significativamente los resultados de salud de sus pacientes”, dice la doctora Carla Prado, investigadora de la U. de Alberta (Canadá) y autora principal del artículo.

La especialista examinó más de 140 estudios sobre el tema, publicados entre 2016 y 2017, y concluyó que la masa muscular puede decir mucho sobre el estado de salud general de una persona. Por ejemplo, las mujeres con cáncer de mama y con más músculo tienen una probabilidad de supervivencia casi 60% mayor.

En el caso de pacientes en unidades de cuidados intensivos, aquellos con más músculo pasan menos tiempo conectados a respirador y menos tiempo en la UCI. Además de que una mayor masa muscular se asocia a menor riesgo de osteopenia y osteoporosis.

“Un estudio también encontró que las personas con menor masa muscular pueden presentar formas de alzhéimer más grave”, dice la investigadora.

Desde hace un par de años que se busca considerar la función muscular como un biomarcador de morbimortalidad, precisa Alexis Espinoza, magíster en fisiología clínica del ejercicio y académico de la U. Santo Tomás.

“Antes se veía como un órgano independiente, pero algunos autores ya lo consideran un tejido endocrino, que contribuye al metabolismo”.

Recetar ejercicio

Prado comenta que actualmente se confía mucho en el índice de masa corporal (IMC) para evaluar la salud de una persona, pero esta medida puede ser engañosa, ya que no distingue entre masa muscular y masa grasa.

Por eso, la especialista sugiere incorporar en la consulta médica la medición de la masa muscular como un procedimiento de rutina. Incluso sugiere que algo tan simple como la firmeza de un apretón de manos da indicios sobre la salud general de una persona. Tanto la fuerza como la función son determinantes al evaluar la masa muscular.

“Uno puede predecir a partir de como camina o se para una persona, su riesgo de enfermedad cardiovascular”, agrega Espinoza. También se puede medir a través de dispositivos que determinan el valor de masa magra, grasa y cantidad de agua en el organismo, o a través de mediciones antropométricas (medición de grasa en ciertos pliegues cutáneos).

A partir de esos resultados se debe prescribir el ejercicio según cada persona, acompañado de una buena nutrición y la ingesta de proteínas si fuera necesario