La detección temprana continúa como el principal desafío para la atención del cáncer de mama

La mamografía constituye el método diagnóstico por excelencia y debe realizarse anualmente a partir de los 45 años.

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Cada año se diagnostican más de 2.2 millones de nuevos casos de cáncer de mama en el mundo, es decir, cada 14 segundos una persona recibe la noticia de que tiene esta enfermedad y al menos 684 mil pacientes mueren por esta causa a nivel global. Por lo que la detección y diagnóstico temprano son claves para determinar el subtipo molecular y estadío de la enfermedad, permitiendo al equipo médico tratante la adecuada determinación del tratamiento e incrementar el pronóstico de supervivencia de las pacientes.

Según la Dra. Vanessa Campos, Gerente Médica de Cáncer de Mama y Ginecológico de Roche Centroamérica y Caribe, el autoexamen de mama permite conocer los senos y determinar cualquier cambio, pero la mamografía constituye el método diagnóstico por excelencia y esta debe realizarse anualmente a partir de los 45 años, ya que permite identificar cualquier lesión mucho antes de poder palparla y esto favorece el diagnóstico temprano del cáncer de mama.

El diagnóstico en estadío temprano continúa como uno de los principales desafíos en el cáncer de mama, a nivel regional. En estadíos tempranos, una paciente tiene más de un 95% de probabilidades de estar viva 5 años después de ser diagnosticada, en una paciente metastásica esta probabilidad baja a 27%; esto es lo que nos hace trabajar en la concientización sobre la importancia de un diagnóstico temprano”, explica la Dra. Campos.

Con el avance de la ciencia también ha evolucionado el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, concluyendo que no es la misma en cada persona que la padece. El cáncer de mama cuenta con diferentes características, definidas según el tumor y el paciente. En algunos tipos de cáncer se puede identificar la presencia o ausencia de receptores de estrógeno o progesterona, o también de marcadores biológicos, como las proteínas llamadas HER2 o PDL1. Estos receptores y proteínas permiten determinar cuál es el tipo de cáncer, agresividad y el abordaje médico que requiere cada mujer para lograr una mayor sobrevida.

Factores de riesgo y recomendaciones

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la población femenina. Se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control y forman un tumor que a menudo se puede observar en una mamografía o se puede palpar como una masa. La mayoría de los bultos en los senos son benignos, sin embargo, cualquier bulto o cambio debe ser examinado por un profesional de atención médica para saber si es benigno o maligno.

De los factores de riesgo identificados como precursores del cáncer de mama el principal es ser mujer; le sigue la edad, antecedentes familiares, haber tenido cáncer de mama, mujeres que no han tenido hijos o quienes los tienen a partir de los 45 años, obesidad, uso de anticonceptivos orales, contaminación ambiental, terapia de reemplazo hormonal, alcohol, entre otros.

Los especialistas recomiendan prestar atención a cualquier alteración en las mamas, como cambios en las características mamarias, secreción en los pezones, cambios de color o de textura de la piel y/o masas bultos, endurecimientos o hundimientos del seno, pezón y/o axila.