El estrés le puede pasar la factura en su vida sexual

Expertos aseguran que el estrés se asocia directamente con las enfermedades relacionadas con el aparato sexual

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La forma en el que el cuerpo expresa su molestia sicológica no es una elección consciente, pero sí tiene toda una carga de significados.

Por ejemplo, la aparición de cáncer de cuello uterino. Este se presenta mayoritariamente en el momento en que las mujeres pierden la capacidad reproductiva. Algo similar sucede con el cáncer de seno, en términos de la maternidad, afirma Carlos Alvarado Cantero, académico de la Universidad Nacional y decano de sicología de la Universidad de Lasalle.

El sociólogo comenta que las mujeres que no disfrutan las relaciones de pareja tienden a tener más problemas relacionados con el encuentro sexual. Sicológicamente es más aceptable asumir que tiene una enfermedad, en lugar de afrontar la realidad de la no satisfacción.

“Es una forma de tratar el tema sin tratarlo. Es no enfrentar el conflicto. En Costa Rica todos los líos de pareja se resuelven en la cama, porque los ticos nos caracterizamos por no hablar. Eso puede resolver la situación temporalmente, pero es un parche mal pegado. Eso traerá su consecuencias somáticas muy complejas para la persona”, sentencia.

Elmer Valverde, médico siquiatra asesor para Centroamérica, México y el Caribe de la Asociación Mundial de Psiquiatría, afirma que existe una relación directa entre el estado de ánimo y las afecciones relacionadas con el aparato sexual femenino. Lo que incluye además de la falta de deseo sexual otros males como los desórdenes en los ciclos menstruales, dolores ováricos, aumento o disminución de los sangrados, resequedad a nivel vaginal o dificultad para alcanzar el orgasmo.

Valverde explicó que cuando se generan momentos de estrés el organismo libera una sustancia llamada cortisol, que produce alteraciones en el sistema nervioso central, que al mismo tiempo afecta las hormonas que se encargan del sistema reproductor.

Estas situaciones de estrés también afectan la rutina de vida. Se disminuye el consumo de agua y se reducen las veces que se va al baño, elevando las posibilidades de infecciones vaginales.

“El foco de estrés puede influir en el tipo de manifestación. Por ejemplo. Cuando su foco de estrés está relacionado en la relación de pareja podría generar alteraciones en el sistema reproductor que le impida tener relaciones sexuales. Es una forma inconsciente de vengarse por ese problema que tiene con el esposo”, insiste el médico.

Muchas veces no se tiene una conciencia de lo que está pasando. “Si se explora una mujer en consulta se pueden descubrir eventos negativos del pasado que actualmente está afectando a la persona, y por esa razón a simple vista no se puede explicar”.

La asociación entre el entorno familiar, violencia, problemas económicos, historia de abuso sexual y problemas de relaciones de pareja, gastritis, colitis son consultas en su mayoría de mujeres.

Los expertos concuerdan en que es necesario buscar más puntos de apertura, expresar sentimientos, ver las situaciones de frente y buscar resolverlas. No dejar de lado métodos de relajación y aprender a controlar el estrés.