Consumir pequeñas dosis de hormonas a través de píldoras, inyecciones o anillos anticonceptivos por más de cinco años podría incrementar la aparición de genes negativos.
Así lo expuso Gonzalo Vargas, jefe de oncología del Hospital San Juan de Dios, quien calificó la planificación como un método completamente válido, siempre y cuando, se implemente por periodos de tiempo limitado, máximo cinco años.
“Hemos visto casos de personas que consumen anticonceptivos por hasta 10 o 15 años y han sufrido efectos secundarios como el cáncer que bien se hubiera podido prevenir”, comentó.
Vargas asegura que la biología molecular ha demostrado que cada organismo puede tener unos 20.000 genomas, de los cuales se ha descubierto que entre 120 y 130 se pueden convertir en genes negativos, creadores de tumores y hasta cáncer.
Según el especialista, el cáncer de mama y de tiroides son las dos principales afecciones en las mujeres costarricenses.
“Los estudios a nivel del mundo se han dado un cambio de sintonía en lo que a la teología del cáncer de mama y tiroides, que aún no se sabe cual es la causa. Pero, en Costa Rica no ha habido una política agresiva, hace falta más prevención”, asegura el oncólogo.
El experto recomienda consultar a un ginecólogo antes de iniciar un tratamiento anticonceptivo y de igual forma si el lapso de consumo es muy amplio.