Alimentos para niños y niñas más inteligentes

Una dieta que no aporte los nutrientes necesarios podría afectar el desempeño escolar

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Las niñas y niños entre los 6 y 12 años viven un proceso constante de aprendizaje y desarrollo cerebral. En esta etapa descubren el mundo, aprenden múltiples lecciones que les acompañarán de por vida como leer, escribir, hacer operaciones matemáticas, etc., por eso es fundamental estimular su habilidad cognitiva y una buena alimentación es una excelente manera de hacerlo.

Estos son algunos consejos de alimentación para tener pequeños con mayores capacidades mentales y mejores notas en sus colegios:

Alimentos ricos en hierro: Lo primero que debe saber es que una baja concentración de hierro en la sangre puede afectar el desempeño escolar de los infantes. El hierro es un mineral esencial para el funcionamiento del organismo porque forma parte de la hemoglobina, cuya función principal es el transporte de oxígeno a los diferentes órganos del cuerpo. Además, es un componente activo de enzimas que, a su vez, participan en la generación de energía e intervienen en la función inmunológica y rendimiento intelectual.

Algunos alimentos ricos en hierro son las carnes rojas, la carne oscura de las aves, almejas, ostras, vísceras y peces de carne oscura. De origen vegetal, se puede obtener hierro de granos como los frijoles y vegetales de color verde intenso, como la espinaca y el germen de trigo.

Vitaminas del complejo B: estas contribuyen a la formación de importantes neurotransmisores del cerebro y participan en el metabolismo de los carbohidratos y en la liberación de energía.

En general los alimentos que presentan mayor contenido de vitaminas del complejo B son los de origen animal como el huevo, carne roja, carnes blancas, pescado y mariscos.

Ácido fólico desde el embarazo: las mujeres embarazadas o que tienen planes de tener un bebé deben tomar en cuenta el consumo de ácido fólico y vitaminas del complejo B, pues ayudan en la prevención de defectos en el cerebro y la columna vertebral del niño. También, el ácido fólico participa en la formación y mantenimiento de células nuevas, necesarias para la formación del ADN y los glóbulos rojos normales. Esto es vital durante la infancia y adolescencia, pues son periodos de rápido crecimiento.

Los alimentos más ricos en ácido fólico son las verduras de color verde fuerte como espinacas, brócoli, espárragos verdes o lechuga. También lo contienen los cítricos, las legumbres, los cereales integrales y la leche.

Fuente: Patricia Vial, gerente de nutrición, salud y bienestar para Nestlé.