Error 1: Dormir sin lavarse la cara
El rostro es una de las zonas del cuerpo que más cuidados merece ya que cualquier imperfección o problema se reflejará inmediatamente. Durante el día, esta zona de la piel está expuesta a agentes químicos, polvo, contaminación y productos de maquillaje.
Si no removemos todas esas impurezas antes de dormir, los poros se taparán evitando que la piel respire. La consecuencia de esto es que podrían aparecer manchas en el rostro, acné e infecciones, así que es bueno una limpieza con un jabón especial para el rostro, y una vez a la semana se puede realizar una exfoliación más profunda.
La resequedad aparece muy fácilmente cuando la piel ha permanecido con maquillaje por muchas horas. Las vitaminas y minerales que se producen durante la noche no aparecerán y, por ende, la piel luce opaca y escamosa.
También se produce un envejecimiento prematuro pues dormir con el cutis sucio ocasiona la degradación del colágeno y esto provoca que la piel envejezca más rápido.
Asimismo, las pestañas se resecan y esto afecta al vello haciendo que se caiga posteriormente o se vuelvan frágiles y quebradizas
En el caso de los labios, dormir con cualquier tipo de pintura de labios puede causar sequedad y el agrietamiento de la boca.
Error 2: No usar hilo dental
Creer que con cepillarse los dientes basta es un grave error, pues queda comida entre los dientes que puede producir sarro y caries. El hilo dental se debe utilizar al menos una vez al día, este funciona desorganizando la placa bacteriana y permitiendo que el cepillo remueva mayores impurezas.
Cepillo de dientes e hilo dental son complementos, no son herramientas excluyentes. Se deben usar las dos. De esta manera no solo se evita el mal aliento sino también enfermedades periodontales más graves que requieren de tratamientos más invasivos.
La acumulación de sarro puede producir inflamación de la encía o gingivitis. Las caries, por su parte, se van extendiendo por los dientes si no se tratan a tiempo y pueden causar la pérdida de estructuras dentales e incluso requerir de tratamiento de nervios.
Error 3: Amarrarse el cabello mojado
Muchas veces hemos escuchado que es malo amarrarse el cabello mojado y pasar todo el día con humedad en la cabeza. Más allá del frío que esta práctica produce, también puede causar afectación a nuestra salud.
Andar el cabello húmedo por largos periodos de tiempo impacta directamente al cuero cabelludo porque la humedad le resta fuerza y lo debilita. Por esta razón se puede producir más caída del cabello, mal olor, puntas abiertas, hebras quebradizas y dolor de cabeza por el peso causa tensión.
Error 4: Tener una mala postura
Cuando se estudia o se trabaja, se pasa mucho tiempo frente a la computadora y adoptamos malas posturas. También lo hacemos de manera inconciente cuando conversamos con alguien o en actividades diarias, por eso, hay que tratar de moverse cada cierto tiempo, estirar las extremidades y evitar a toda costa el sedentarismo.
Las malas posturas, tarde o temprano, cobran factura en la columna vertebral. Pasar muchas horas sin movimiento puede originar problemas en los músculos y huesos.
Hay más posibilidades de sufrir lesiones en diferentes partes del cuerpo porque se sobrecargan zonas corporales indeseadas.
También, al encorvarnos se debilitan los músculos del estómago y es más probable que aparezca la indeseada panza.
Además, los dolores en la espalda y cuello pueden aparecer en cualquier momento. A todo eso, debemos sumarle que mantener una postura incorrecta nos hace tener mala apariencia. Por eso, meta panza y saque pecho, enderese su espalda y evite pasar demasiado tiempo sentada.
Error 5: No tomar suficiente agua
El agua es fundamental para que nuestro organismo funcione como debe ser, de lo contrario aparecerán muchas molestias e incluso se notará en nuestra apariencia.
El cansancio es una consecuencia de la deshidratación, pues se reduce la velocidad en que trabajan las enzimas y esto nos hace sentir con menos energía.
Ocurre también un envejecimiento prematuro que nuestra piel va a resentir, pues nuestros órganos dependen del agua para trabajar bien y combatir los radicales libres.
Por otro lado, el agua es fundamental en nuestra dieta, para eliminar toxinas, facilitar la digestión y nos da una sensación de saciedad evitando que consumamos más calorías de las que realmente necesitamos.
Tomar al menos ocho vasos de agua diario nos ayudará a controlar la presión arterial, mantener buenos niveles de colesterol, alejar dolores de cabeza y mantener un sistema inmunológico fuerte. Además, es clave para evitar infecciones urinarias y dolencias de reumatismo. ¿Alguna razón más para tomar agua?
Fuentes: Marcela Monge, hair & make-up artist (tel.: 8835 5901), Dra. Karen Matarrita, odontóloga (tel.: 2226-0617); Sofía Morales, terapeuta física (tel.8915-9656).