10 reglas del sexo oral a ellos

Las felaciones son cosa compleja. Que muy duro, que muy suave, que más rápido o más profundo. Para que estimular el pene deje de ser un tema tabú, conversamos con la sexóloga Marianela Arias.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Las felaciones son cosa compleja. Que muy duro, que muy suave, que más rápido o más profundo. Para que estimular el pene deje de ser un tema tabú, conversamos con la sexóloga de la marca de condones Durex, Marianela Arias y le traemos algunas reglas básicas para hacer del sexo oral una experiencia más placentera.

1. Preguntar es básico

Saber qué le gusta a su pareja y cómo lo prefiere es de primera necesidad. La comunicación es clave: Pregúntele si quiere que sea más suave, más lento o más duro. Eso no solo le permitirá hacerlo disfrutar más, también lo excitará.

2. El disfrute es mutuo

Para que su pareja disfrute, debe disfrutarlo usted también. Si el sexo oral no es lo suyo y lo hará porque se siente "obligada" o para "hacer un favor", es mejor que no lo haga. Si decidió que la felación no será parte del encuentro sexual, piense en alguna otra práctica sexual que compense, para mantener el calor del momento.

3. Cuidado y cero dientes

La cabeza del pene es bastante sensible. No debe hacer movimientos muy bruscos, ni manipularlo demasiado fuerte, a menos que quien recibe la felación así lo pida. Por supuesto, cuidado con los dientes pues un mordisco en definitiva arruinará el momento.

4. La lengua es nuestra amiga

No se quede con el movimiento de la boca. Estimular la cabeza del pene con la lengua puede tener un efecto increíblemente placentero para el hombre. La clave está en empezar despacio y poner especial atención en la zona del frenillo: dar pequeños golpecitos con la lengua y acariciarlo con la lengua extendida y no en punta es el mejor modo de subir la temperatura.

5. La presión y succión son aliados infaltables

Para sacarle provecho a la boca, se debe aplicar presión y succión. No se trata de moverse sin parar. De acuerdo con Arias, en la succión, la acción debe venir de la lengua al paladar. Además, hacer una leve presión con los labios es vital para generar un mayor gozo. Nuevamente ¡cuidado con los dientes!

6. Use las manos

Es ideal pensar en el placer más allá de la boca. Una manita extra no vendrá mal. Puede utilizar las manos para estimular el pene y los testículos durante la felación. Esto definitivamente subirá la temperatura del encuentro. Tocar su cuerpo también es una opción, todo está en la imaginación.

7. Tan profundo como ambos acuerden

En el calor del momento, quien recibe la felación puede pedir mayor profundidad, pero la idea es pasarla bien y no que las arcadas los hagan pasar a ambos un momento incómodo. De acuerdo con la sexóloga, mayor profundidad no es equivalente a mayor placer. La idea de la garganta profunda viene de las películas porno pero lo que provoca mayor excitación es lo que se ve y no necesariamente la sensación que provoca.

8. Diviértase con lubricantes

Se vale ponerle sabor. En el mercado existen opciones con sabor a frutas o dulces que podrán probar. Eso sí, fíjese que los lubricantes sean a base de agua. Se vale también utilizar crema chantilly o jarabe de chocolate.

9. ¿Tragar? Solo si quiere

Si no le gusta, lo mejor es que su pareja siempre avise cuando está cerca del orgasmo. De lo contrario, desemboca en desconfianzas innecesarias. Es ideal que acuerden una señal si él debe avisar cuando el clímax está cerca. Si le preocupa el contenido calórico del semen, no hay que alarmarse: tiene de 2 a 5 calorías solamente.

10. Sin agarrar la cabeza

Es muy incómodo que le estén halando la cabeza para aumentar presión o velocidad. La sexóloga Arias aconseja que quien esté "ahí abajo" controle la profundidad y el ritmo.