Vernos y sentirnos bellas es muy simple con la ayuda de artículos de belleza, pero ¿son para siempre? Bueno, aquí es necesario un poco de cuidado, debido a que ellos a diferencia de los productos alimenticios cuentan con dos fechas de caducidad.
La primera de ellas es la fecha de duración mínima, es el periodo en el cual el producto almacenado en condiciones ideales brinda los beneficios para el que fue creado. Regularmente está indicado por frases como “utilizar antes de”.
La otra fecha de caducidad es la del plazo después de abierto en el que el producto es seguro y se puede utilizar sin producir daños , también llamado en el mercado Periodo Después de Abierto (PAO).
La fecha exacta, lógicamente, no está indicada en el artículo, pero sí el periodo de utilidad. Por ejemplo, se muestra en el recipiente el dibujo de un envase abierto con la cantidad de meses ideales para su uso.
Una alternativa para recordar la fecha de apertura del producto es anotarla con un marcador permanente en el envase.
Julia Coral Ferrer, maquillista profesional y asesora en estética, comentó que los lapsos de uso de los productos de belleza y cuidado personal dependerán de la marca y de las condiciones en las que se mantiene.
Explicó que los artículos cuya base es el aceite tendrán una vida útil más corta, debido a que los componentes tienden a separarse. Mientras que los producidos con agua son más susceptibles a secarse y a contaminarse, este es el caso del encrespador de pestañas.
Coral asegura que elementos de aplicación como las brochas se excluyen a periodo de uso y más bien dependerán de las condiciones en las que se mantengan; a excepción de las esponjitas para aplicar bases o tónicos, se aconseja que sean desechables.
Aunque en apariencia se vean bien y aún mantengan su aroma o textura, utilizar artículos vencidos podrían generar, entre otras afecciones, alergias o sarpullidos en la piel.