Que el reflejo del espejo nos ofrezca una imagen con piel limpia, bella y tersa es el sueño de la mayoría de las mujeres. Una piel bonita facilita el resto. Esto es posible con los cuidados adecuados y con la selección de los productos correctos según nuestro tipo de piel.
Actualmente existe un 70% de envejecimiento prematuro en la piel debido a la la falta de cuidados adecuados: la mala alimentación, la falta de hidratación, los cambios bruscos de temperatura, las luces, el estrés y la contaminación.
Cada día hace más calor y usamos aires acondicionados. Las luces nos afectan. Antes se utilizaba bloqueador solo en la playa, hoy pasamos horas frente al monitor de una computadora, bajo las luces de la oficina o de la casa y existen también bloqueadores solares para la vida en la ciudad, que se deben aplicar a diario.
Cuando no limpiamos nuestra piel, esta también se ve afectada. Los limpiadores no se utilizan únicamente para retirar maquillaje; en caso de no nos maquillemos, la piel debe limpiarse de las impurezas y suciedades del día.
El importante limpiar el rostro y cuello tanto en la mañana como en la noche. Debe ser un hábito como el cepillado de los dientes pues es igual de importante para nuestra piel.
La consultora internacional y especialista de skin care de Lancome, Adriana Segura, explica que existen seis factores primordiales de la piel a los que debemos poner especial atención y realizar un diagnóstico por medio de un especialista en dermatología.
Estos factores son la apertura de los poros, la aparición de manchas, la cantidad de grasa en distintas zonas del rostro, las líneas de expresión, la hidratación y la firmeza de la piel.
Poros: Cuando el poro está muy dilatado es por esta vía que ingresan las impurezas y se pierde mucha hidratación de la piel. No es bueno tener los poros dilatados. En este caso se debe tonificar la piel para cerrar los poros y utilizar agua fría al lavar el rostro.
Manchas: Por lo general cuando se cumplen los 30 años empiezan a salir manchas. A los 40 estas manchas se oscurecen y a los 50 se esparcen más por el rostro. Segura recordó que hay pieles de 30 años que tienen manchas como si tuvieran 50 debido a la falta de protección solar. El estrés hace que aumenten las manchas en la piel. También las mismas pueden ser herencia genética o se pueden dar por cambios hormonales.
Cantidad de grasa en diferentes zonas del rostro: Esto es importante ya que determina el tipo de piel de cada persona. Si la grasa se localiza en la zona "T" se trata de una piel mixta, si está localizada en varias zonas de la cara, se trata de una piel mayoritariamente grasa. Con base en este diagnóstico, vamos a determinar qué tipo de productos son la mejor opción para nosotras.
Líneas de expresión: La profundidad de la línea va a ayudar a determinar el estado en el que se encuentran las arrugas y por ende van a determinar qué tipo de crema anti arrugas debemos utilizar y en qué áreas del rostro aplicarla.
Hidratación: Este es el factor más importante. En cualquier tratamiento la hidratación influye mucho en la rapidez de cicatrización y en la tersura de la piel. Beber mucha agua y utilizar cremas hidratantes es primordial.
Firmeza: Después de los 30, o antes en algunos casos, comenzamos a perder colágeno y elasticidad. Las mujeres tenemos el problema de que subimos y bajamos de peso constantemente; no tenemos estabilidad. Este factor hace que perdamos firmeza en la piel más fácilmente. La falta de firmeza puede traer implicaciones como más arrugas, flacidez y pérdida de consistencia compacta de la piel. Existen tratamientos con efecto de lifting que nos ayudan a generar colágeno y elasticidad.
Limpiar, tonificar, hidratar y proteger la piel es esencial a cualquier edad.
Segura nos recuerda que el estrés es el causante principal de daños en nuestra piel. Causa envejecimiento prematuro y por ello ya no es recomendable esperar hasta los 40 para comenzar a utilizar un tratamiento.
FUENTE: Adriana Segura, consultora internacional y especialista en skin care de Lancome.