La plancha, la secadora y las tenazas son herramientas comunes en la rutina de belleza. Para evitar que el cabello se dañe en exceso o sufra un daño mayor al ya existente, es importante seguir los siguientes consejos:
Un cabello en condiciones normales está constituido por una capa protectora llamada cutícula, cuya función principal es crear una barrera de defensa que impida que otros elementos penetren directamente en el córtex de la fibra y comprometan su estructura.
Cuando el cabello se expone a altas temperaturas sin ningún tipo de protección esta capa protectora se afecta y degrada la ceramida que permite que la capa protectora esté unida perfectamente, dando como resultado un cabello seco y debilitado.
Actualmente casi el 35% de las mujeres hacen uso de estas herramientas, sin embargo el mal uso o exceso de ellas puede provocar daños irreversibles en la fibra capilar y por consiguiente pérdida de proteínas.
Las cabelleras más propensas a sufrir daño, son aquellas que han sido comprometidas anteriormente con procesos químicos, como decoloraciones, permanentes, alisados, entre otros, por lo tanto este tipo de cabellos ya han iniciado un proceso de debilitamiento y su estructura no es lo suficientemente fuerte para soportar más agresiones.
Fuente: Andrea Fernández, Técnica de Kérastase.