Violación filmada desata polémica en Sudáfrica

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Johannesburgo (AFP) - El calvario de una adolescente de 17 años de Soweto, violada por siete jóvenes que filmaron su crimen con un teléfono móvil, avivó un tema de vergüenza nacional en Sudáfrica: la frecuencia de las violaciones, digna de un país en guerra.

Los siete acusados, de 14 y 20 años, comparecieron brevemente a puerta cerrada ante un tribunal después del descubrimiento de este video, que provocó el estupor en una sociedad minada por la violencia contra la mujeres.

El juez postergó provisionalmente el caso para aclarar los cargos de acusación y el tratamiento reservado a los dos menores de edad.

Un octavo sospechoso, un hombre de 37 años en cuyo domicilio fue encontrada la víctima en estado de conmoción el miércoles, también fue detenido.

"Está acusado de secuestro y de violación", informó la policía, que precisó que la madre de la víctima no había señalado la desaparición de su hija, que se remontaba a más de tres semanas. Finalmente, fueron unos periodistas del tabloide Daily Sun quienes vieron el vídeo y advirtieron a la policía.

La familia de la adolescente vive en Bramfischerville, una zona especialmente desfavorecida con alcantarillados a cielo abierto, en el corazón de barrio negro de Soweto, en el suroeste de Johannesburgo.

Es en estos barrios abandonados, cócteles de miseria y de violencia, donde se produce la mayoría de los crímenes que hacen que Sudáfrica sea uno de los países con mayores tasas de homicidios y de violaciones.

Para añadir más elementos sórdidos al caso, los medios de comunicación revelaron que la víctima podría sufrir de deficiencia mental.

"Hemos pedido una valoración porque tenemos motivos para pensar que es mentalmente inestable", indicó el portavoz de la fiscalía Mthunzi Mhaga. En ese caso, los agresores se enfrentarían a la cadena perpetua.

Los medios nacionales no tenían palabras lo suficientemente fuertes el jueves para describir su repulsa.

El diario The Star titulaba "Verguenza nacional" y se preguntaba cómo la sociedad sudafricana "ha podido engendrar tales monstruos capaces de divertirse con un acto tan repugnante".

El diario negro The Sowetan se desolaba ante esta señal de desorientación moral de una sociedad en la que el egoísmo ha reemplazado el espíritu de lucha colectiva que llevó al derrocamiento del apartheid hace 20 años.

El problema de las violaciones no es nuevo y se inscribe en una sociedad en la que predomina el espíritu todavía muy patriarcal y machista, independientemente de que se sea blanco o negro.

Este mismo lunes, el tribunal de Johannesburgo examinó 62 asuntos de violaciones, en uno de los cuales estaban implicados un padre y un hijo, acusados de la violación de 21 mujeres.

Más de 56.000 demandas por violaciones han sido presentadas ante la policía sudafricana en 2011, una cifra infravalorada dado que la mayoría de los casos no se denuncian y que las víctimas a menudo conocen a sus agresores.

Las principales víctimas son los menores de entre 12 y 17 años en Sudáfrica y la ONG Médicos Sin Fronteras calcula que una mujer es violada cada 26 segundos, una cifra que habitualmente solo se encuentra en los países en guerra.