Una cerveza... ¡a su salud!

Pese a la mala fama que se ha ganado la cerveza con la cultura del consumo excesivo, es una bebida que también aporta beneficios. Por ejemplo, ¿sabía usted que contiene el doble de antioxidantes que el vino blanco?

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Pese a la mala fama que se ha ganado la cerveza con la cultura del consumo excesivo, es una bebida que también aporta beneficios. Por ejemplo, ¿sabía usted que contiene el doble de antioxidantes que el vino blanco?

Los investigadores de la University of Western Ontario, en Canadá, encontraron que los micronutrientes (llamados polifenoles) en una botella de cerveza pueden prevenir las afecciones cardíacas. Sin embargo, si una persona consume tres botellas en un mismo día, se obtiene el efecto contrario, pues el cuerpo genera prooxidantes mientras procesa el exceso de etanol.

Aunque popularmente existe la creencia de que el alcohol se puede eliminar a través de la orina, la verdad es que de este modo una persona solo puede desechar menos de 10% del etanol consumido.

Lo que sí es cierto es que, si se toma con el estómago lleno o en simultáneo con la ingesta de alimentos, las posibilidades de llegar a la embriaguez son menores, ya que el licor no necesita digestión y pasa directamente al intestino delgado, donde, a través de sus paredes, llega a la sangre.

El alcohol tarda solo cinco minutos para llegar al cerebro. “En principio, deprime funciones inhibitorias que tiene el cerebro; entonces hay mayor facilidad para hablar y expresar emociones, hay mayor impulsividad. En algunas personas, puede tener un efecto euforizante o estimulante, se sienten mucho mejor; en otras, puede más bien tener un efecto depresivo, de sedación”, explica el médico psiquiatra especialista en adicciones, Luis Eduardo Sandí.

El etanol toma más tiempo en llegar al hígado para su descomposición. Se calcula que tarda media hora.

Las personas menores de 18 años y las mayores de 65 metabolizan el licor de una manera menos eficiente. También muestran una respuesta rápida al alcohol quienes tienen bajo peso o niveles altos de grasa corporal, así como quienes sufren de estrés o fatiga.

Según Sandí, el consumo máximo por día que se recomienda para un hombre es de dos cervezas, y de una para las mujeres, pues el contenido de agua en sus organismos es menor.

Las investigaciones médicas han demostrado que hay personas con mejor capacidad para tolerar el consumo de alcohol debido a una mayor presencia en el hígado de la enzima acetaldehido deshidrogenasa, que convierte el etanol en ácido acético.

Los asiáticos muestran una deficiencia de esta enzima y es por eso que se les enrojecen las mejillas tras tomar una simple copa de vino, ya que el licor les produce una microintoxicación.

La dependencia física del alcohol se relaciona en gran medida de factores genéticos, enfermedades mentales y el inicio del consumo de licores a temprana edad, afirma Sandí.

Aunque la cerveza no se puede considerar un medio para el aporte de nutrientes (ácido fólico, magnesio y silicio), el Centro de Información Cerveza y Salud de España recomienda a adultos sanos tomar una cerveza al día con el fin de reducir el riesgo cardiovascular y la osteoporosis.

Recuerde: el secreto está en la moderación, pues el consumo elevado de licores y el hábito de “tomar para ahogar las penas” conducen con facilidad a la adicción.