Un día para conquistar San José

El 20 de abril, la gente tomará el cantón central de San José para desarrollar cien intervenciones urbanas tan singulares como creativas. Todo con el fin de recuperar espacios, denunciar injusticias y proyectar la ciudad que sueñan.

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Poemas y palabras de esperanza colgarán de tendederos en los parques de la ciudad para que los peatones endulcen su camino de concreto. Bailarines de salsa, tango y hip hop harán de las esquinas josefinas su escenario, y de los que por allí transiten, su público.

Un grupo de escritores subirá a los autobuses a leer sus relatos y microcuentos entre parada y parada. Y una vez que terminen la declamación, en vez de pedir una contribución económica a los pasajeros, serán ellos quienes regalarán monedas a aquellos que les prestaron atención.

Por las avenidas y bulevares se repartirán cartas de amor y pasión a desconocidos, al tiempo que personas del mismo sexo recrearán bodas en plena vía pública, con el fin de reclamar el derecho a la unión civil de la población homosexual.

Así se sueña San José. Así será el paisaje el próximo sábado 20 de abril en el cantón central capitalino.

Ese día se llevará a cabo el proyecto “100 en un día”, una iniciativa ciudadana que busca devolver espacios a la gente, denunciar injusticias, plantear propuestas ante los problemas y proyectar la ciudad que cada quien anhela desde su propia utopía.

Todo esto por medio de intervenciones urbanas orquestadas por la gente, sin patrocinios de transnacionales ni campañas politiqueras de turno.

De tal forma, acciones como las narradas al inicio de este artículo –todas tomadas del sitio oficial de “100 en un día”– empapelarán de color y creatividad distintos puntos del casco central josefino.

La idea es que efectivamente se llegue al centenar de acciones, pero pueden ser más o menos... eso no importa. Lo relevante es que la ciudad será diferente por un día.

“Urbano”, “cultural”, “social” y “ambiental”, son las categorías en que se clasifican las intervenciones, mas esto es solo un decir. En realidad, no hay un límite para la innovación, cada quien puede “volarse” en su acción creativa ciudadana.

“Se permite cualquier forma de expresión humana. Lo que queremos es que las personas salgan de la casa y hagan, ‘despertar chispa’ en el ciudadano. Está bien que la gente reclame y pida soluciones, pero también hay que hacer algo, cada quien desde su sector; promover el cambio y la acción”, comenta Aldo Protti Porras, uno de los promotores de la iniciativa.

Aldo se apresura a aclarar que tanto él como el resto del equipo organizador, son solo facilitadores, que no hay jerarquías ni subordinados, pues el proyecto es “de la ciudad para la ciudad”.

Un evento de varios

La iniciativa “100 en un día” nació el año pasado en Bogotá, Colombia. Precisamente, sus forjadores fueron quienes asesoraron a los ticos para la implementación de la versión josefina del plan: compartieron el esquema, las guías de trabajo...

El proyecto ya se ha replicado en otras ciudades de Colombia, como Pasto y Medellín y, además, cruzó el océano y se reprodujo en Pamplona, España. Para este año, hay programados eventos de “100 en un día” en Copenhague, Dinamarca y Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

El objetivo principal es que “100 en un día” sea una plataforma para hacer ciudadanía: identificar problemas comunes y señalar posibles soluciones.

A partir de una necesidad detectada, Ricardo Salas Correa, otro de los promotores de la actividad, ideó una intervención, como una especie de “piloto” con miras al próximo 20 de abril.

Cuenta que en barrio La California, en la calle que divide el edificio de la antigua Aduana de la estación del tren al Atlántico, no hay un paso peatonal. Por eso los peatones aprovechan cada vez que pasa el ferrocarril –interrumpiendo el tránsito de vehículos – para cruzar la vía en un “carrerón”.

Así las cosas, organizó, junto a unos amigos, una especie de carrera, a la que llamó “Corre por tu vida”.

Colocaron una meta con globos, y una cinta hecha con papel higiénico. Además, varias personas esperaban junto a la línea final con carteles de apoyo a los transeúntes que corrían esos 15 metros para cruzar la calle, les aplaudían y vitoreaban. Entretanto, otros participantes en la intervención, vestidos con atuendo deportivo, corrían el mismo trayecto, como si fueran sus competidores.

“Fue muy divertido ver a la gente que venía del trabajo, a señores oficinistas en la actividad... Su reacción cuando les aplaudíamos y nos veían corriendo al lado”, recuerda Salas. Para él, esta dinámica fue una forma divertida de denunciar la falta de un paso peatonal.

“Las intervenciones surgen de lo cotidiano. Así hacemos comunidad, creamos compañerismo. Juntos, los ciudadanos, somos más fuertes”, opinó.

Ante esto, Aldo Protti destacó la necesidad de pasar del activismo virtual al real.

En el primero, la gente cómodamente y desde su computadora –enclaustrado en la casa o la oficina –, da likes y comparte fotos en redes sociales sin verdaderamente involucrarse en una causa; en el segundo modelo, hay que salir a la calle, enrollarse las mangas y “hacer algo”.

Participe

Todavía hay tiempo de formar parte de “100 en un día”. Solo debe ingresar al sitio electrónico (www.100en1diasanjose.com) y escribir su propuesta.

El grupo que promociona la actividad le ayudará en la puesta en práctica de la iniciativa. Ellos no aprueban ni rechazan las intervenciones; todas se van a realizar siempre y cuando no violen la ley ni promuevan antivalores.

Para algunos casos, se solicitarán permisos previos a las autoridades pertinentes. Por ejemplo, para realizar graffitis en paredes públicas se pedirá autorización a la Municipalidad, y para cerrar una calle, al Tránsito.

Se sugiere que los proyectos no sean muy complejos y que requieran de pocos recursos, pues “100 en un día” no cuenta con patrocinios. El dinero para la logística se ha obtenido a partir de colectas.

Mónica Hidalgo Reynolds, integrante del grupo que promueve la actividad, dice que aunque cuentan con el apoyo de algunas organizaciones y empresas, no quieren que el proyecto se comercialice. Esto porque el plan es que la gente común y corriente se apropie de este sin que medie dinero ni intereses corporativos o políticos.

Si usted tiene una idea pero no sabe cómo transformarla en una intervención, puede acudir a los organizadores, quienes le echarán una mano.

Otra opción es que se incorpore como participante en una de las acciones ciudadanas ya programadas, o que colabore con material o recursos. Si posee una imprenta, podría regalar papel, o si le sobra una lata de pintura, podría donarla.

Es más, si el propio día de la actividad, usted decide protagonizar una intervención “sacada de la manga” (sin hablarlo de previo con los organizadores), también le será permitido.

Aunque el clímax del plan tendrá lugar el 20 de abril, se espera que los frutos de “ 100 en un día” trasciendan esa fecha y que la actividad sea solo el punto de inicio de muchas intervenciones, también en otros cantones, cuyo norte sea conquistar la ciudad. “Queremos sembrar cambios de percepción; construir juntos un mejor lugar donde interactuar”, puntualizó Mónica.

Usted, ¿cómo sueña la ciudad?