Steve Aronson, el hombre de la camisa feliz

El fundador de Café Britt es, también, un motor de la vida cultural de la Gran Área Metropolitana. En su curriculum caben desde coffee tours hasta el Teatro Espressivo, en Momentum Pinares. ¿Cómo se traza el largo camino que lleva de un hogar judío en Nueva York, recién concluida la Segunda Guerra Mundial, hasta este pequeño país de gran café y gran potencial?

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La guayabera celeste, bordada en un patrón simétrico y lavada más de trescientas veces. Hemos conversado en unas diez ocasiones, o tan solo dos camisas diferentes. Cuando Steve Aronson junta sus dedos, yema contra yema hasta presionar falanges, los acerca a su boca, hasta que los índices forman esa figura geométrica con sus labios: inicia el diálogo. Eso que enuncia repentinamente es siempre su destino; luego, relajado, comienza a narrar el viaje. No hay confusión, Café Britt es su obra, pero la fundación Demain es su legado.

Jody Steiger asegura que Aronson tiene una única chaqueta y que es beige. Lo sé. Es de corduroy. Los ojos los fija en objetivos concretos, no es disperso con su mirada. Ve el café, a quién se lo sirve, a su interlocutor, hacia sus manos cuando enumera. Escucha con atención, porque lo que escucha le ayuda a pensar. Luego, pregunta. Luego, pregunto.

Vive como quiere, es decir trabajando, conectando personas, iniciando proyectos, leyendo, viendo crecer quince nietos. Es fanático de cosas que no compra el dinero. Y tiene dinero. Nació en 1947 y no planea dejar de trabajar. En eso se parece a su padre, un arquitecto estadounidense de origen lituano, que desarrolló su carrera en Nueva York, inventor de cientos de cosas, que dejó su actividad laboral a los ochenta años. Y de su madre, que vive en Florida, sacó un magnetismo para relacionarse con muchas personas. Es un hombre social.

Cuando uno se encuentra con un personaje que ha estado dando charlas acerca de sus empresas en TedEx, en cátedras del Incae, Amcham, El Financiero y todos los foros de empresarios destacados, es difícil pasar esas capas para narrar su vida.

Entonces, de Steve me hablan terceros. Acudo a la primera cita. Es Jody Steiger, antes directora del Teatro Nacional, ahora directora de Vida Estudiantil en la Universidad Latina. Su origen es tan parecido al de don Steve que si cuento que es neoyorkina, judía, de padres que inmigraron desde Europa, educada para ser ciudadana del mundo y trasplantada a Costa Rica para siempre, estoy contando también el origen de Steve.

1.

Jody lo explica. “Steve es un visionario. Un innovador”. Ya tenía claro el negocio de Britt, pero necesitaba que se corriera la voz del proceso del tostado del café. Entonces llamó al fallecido Dionisio Echeverría, actor y un reconocido productor teatral del país, para desarrollar un proyecto cultural. Dionisio entendió perfectamente el futuro que veía Steve y comenzó por construir un posible presente y un posible escenario, de la mano de Jody Steiger y del dramaturgo Jorge Arroyo. Ellos conceptualizaron el coffee-tour de Café Britt, el primero en su género en el país.

Después de muchos intentos con guías turísticos convencionales, vieron que el camino era profesionalizar los guiones y los diálogos, y hacer esta experiencia inolvidable para los visitantes, y, además, que fuera activamente bilingüe. Desde ese momento arrancó la construcción de un teatro. Querían aprovechar el talento con el que contaban y hacer artes escénicas profesionalmente. Primero fue Heredia, y años después se abriría un espacio más equipado en Momentum Pinares, que se llamó Teatro Espressivo.

En el Espressivo han trabajado grandes artistas, como el recién desaparecido César Meléndez, que arrancó con El Nica, Erika Rojas, Leonardo Perucci, Ana Istarú, Eduardo Mosheim, Manuel Ruíz, Carlos Alvarado, Katia Mora, María Bonilla, Marco Martin y mucho otros.

Steve viaja a Nueva York o a otra ciudad del mundo, con agenda cultural activa para presenciar una buena puesta en escena. La pasión por el teatro profesional lo ha hecho desarrollar, junto con grandes equipos, una oferta que con los años se va sofisticando. Jody dice que Steve pudo haber montado productos teatrales de entretenimiento ligero, pero eligió el camino de un arte serio.

Su apuesta en Pinares fue hacer un centro comercial alrededor de un teatro. Tuvo a Jody y a la actriz y directora María Bonilla diseñándolo. El Teatro Espressivo, hoy dirigido por la periodista Natalia Rodríguez, recién finalizó las funciones de La isla de los hombres solos , ––quizás, una de las novelas más polémicas en la historia de la literatura costarricense, y la primera vez que se adapta a un guión de teatro––.

El mismo José León Sánchez, más polémico aún que sus libros, ha recibido más homenajes y ovaciones en Costa Rica con esta apuesta arriesgada de Aronson, que en otros momentos de su carrera. La elección de llevar este texto literario al teatro, las actuaciones y el momento histórico para presentar son producto de una decisión valiente. Un ojo que no le teme al teatro y menos a seducir audiencias.

Steiger y Aronson son amigos desde el año 77, minutos más minutos menos. Me explica Jody que Steve es un innovador. Me explica también qué quiere decir con innovador: “es esa persona que no solo tienen una idea, sino que sabe ponerla en marcha. ––Steve puede oler una idea y hacerla. Es muy claro en su visión, sabe muy bien el valor de quién elige”. Mejor dicho: ––“Uno siempre tiene un trabajo y busca una persona que lo desarrolle. En el caso de Steve, es diferente. Él encuentra a alguien con talento y busca un proyecto o lo crea para que esta persona se potencie. Cree en la gente. Eso sí, es muy exigente”.

2.

Su esposa se llama Anne Aronson. Es escritora de literatura infantil, bajo el pseudónimo Anne Señol. También es directora y fundadora del Colegio Europeo y de la Editorial La Jirafa y Yo. Nació en Holanda pero es francesa. Vivía en Cuernavaca México cuando conoció a Steve, se casaron y decidieron vivir en Costa Rica. Aquí criaron a sus cinco hijos. Los unen sus afinidades y el respeto al pensamiento. Residen en Getsemaní de San Rafael de Heredia desde 1977. Sus hijos han decidido encargarse de la continuidad de todos los proyectos, conforme sus padres decidan cederlos.

3.

Ese cambio que hizo Steve Aronson con las ventas y la expansión de Britt, modificó una tradición, impactó una oligarquía, rompió un paradigma y liberó a los comerciantes de una relación subordinada. No exportar el café verde, si no tostarlo puso a Costa Rica a competir al nivel que merecía.

Entonces comenzó su proceso de retiro de Britt. Ya había superado todas las grandes encrucijadas. Había experimentado la sensación de la quiebra. El rechazo a sus ideas. Su biología le pedía transformarse. Había fortalecido su empresa con personal muy calificado y seleccionado durante años, ya podía pensar en otras cosas, como retirarse. Legar.

Así nació Demain, su fundación para apoyo a la cultura, el ambiente y la educación. Y con el objetivo de la continuidad y el fortalecimiento de lo que hereda muy claro, buscó a Daniel Samper, ahora director de Demain. Lo había conocido en el Colegio Europeo. Era su alumno. Hijo de una familia de académicos. Muy rebelde, complicado, difícil. El Bachillerato Internacional, sostiene Samper, marcó su vida. Este bachillerato es una forma de certificación académica, que fortalece a los estudiantes que se gradúan del sistema educativo nacional y los nivela con programas internacionales, pero es acompañado de un proceso que promueve el crecimiento personal.

A Samper le pidió articular una de las tres grandes ramas de su legado, la educación. Steve posee los derechos de adjudicación del Bachillerato Internacional en centros educativos del país. Quería impactar la educación, por eso conformó una asociación que procurara su propia sostenibilidad: Asobitico. Así que el siguiente paso era procurar que esa ampliación del currículum académico estuviera al alcance de la educación pública.

4.

Una vez organizados, tocaron la puerta del economista Leonardo Garnier, entonces ministro de Educación. Garnier quería saber “quién era ese gringo loco que nos puso a tomar buen café, cuando aquí seguíamos tomando tinta”. “Se me acercaron para incorporar el Bachillerato Internacional en colegios públicos”. Se trataba de una tarea complicada, porque privado y público son sectores que, difícilmente se entienden.

“Me ofrecieron hacer un plan piloto. Les expliqué que aquí no valen las reglas de lo privado. No ensayábamos planes pilotos”. Garnier les dejó claro que había que asumir el riesgo y hacerlo en la escala del Estado. Desde un inicio la apuesta fue: “vamos a llegar a veinte colegios públicos”.

Garnier quería que se incluyera el Liceo de Costa Rica, no solo porque es un centro académico muy importante para todos, sino porque llevaba muchos años de estar en crisis. Pero el liceo no cumplía con los requisitos y en lugar de retirarse, Asobitico entendió que era importante y se organizó hasta ponerlo en marcha.

“Steve tiene un don muy raro en el mundo empresarial. Entiende tanto el sector privado como el sector público. Una combinación muy bonita de empresario innovador con una preocupación por lo público”. No se retira y compra un yate. Su yate es el teatro. La cosa que más lo mueve es divertirse. Es un tipo entretenido y provocador”, cierra, Garnier.

5.

“No es todos los días en los que a uno alguien le dice: ‘Mirá, quiero que me ayudés a conformar mi legado. Quiero hacer una organización que me sobreviva’”. Así describe Daniel Samper la propuesta de Steve.

“Él básicamente tiene una motivación. Es un judío criado como judío. Talvez no es practicante. Come chuleta de cerdo y le encanta, pero lo marca un aspecto de la religión judía que enseña que uno debe dejar el mundo un poquito mejor de lo que lo encontró. Y esa es su motivación básica para todo lo que hace”.

“Tiene una capacidad empresarial muy fuerte, con un corazón gigante. Quiere hacer una diferencia en la gente. Y estructura organizaciones alrededor de las personas”, dice Samper.

Daniel lidera la fundación Demain, que a su vez es el eje de lo que se quiere devolver al país. La fundación está conformada por tres áreas de impacto. Dos son su aporte al país y el otro mezcla el legado con su pasión personal: Cultura (Teatro Espressivo), Educación (Asobitico) y Ambiente (Proparques).

“Disfruta cuando le dicen que no se puede. Disfruta también, romper paradigmas. Es quien es. Es un tipo que dichosamente se dio cuenta de que no hay mucho valor en ser el hombre más rico en el cementerio”. Steve, es de hacer cosas concretas, específicas. Sabe que no puede hacer cambiar el sistema educativo, pero sí puede darle bachillerato internacional a 20 escuelas públicas”, termina Samper.

6.

“Es una mente inquieta”, sostiene Arturo Condo, exrector del Incae y ahora rector de la Universidad Earth. Nos conocimos en el 94 y nos une la curiosidad. Steve me enseñó a tomar café. Antes no tomaba. Es una persona innovadora. Ve la realidad y la entiende sistemáticamente e inmediatamente se pregunta por qué no puede ser mejor. Siempre anda buscando cómo funciona todo”, cosecha una entrañable amistad con Steve.

“Es un emprendedor. No es un ejecutivo de estar 40 años haciendo lo mismo. Steve viene del noreste de los Estados Unidos. Una cultura puritana muy arraigada donde no se hace aspavientos del dinero o la influencia. Son ciudadanos que no pueden dedicarse solo a lo personal, participan en otras cosas, y mantienen una vida cívica activa”, describe Condo.

Este exrector sabe que Steve es muy tico, describe estos principios que son de origen y de crianza y que lo definen.

Uno de los rasgos que destaca es que Aronson “puede interactuar con la misma serenidad con un presidente de la República como con cualquier otra persona”. De todos recuerda el nombre, una anécdota y el origen.

7. La visión

Hace unos años, Roberto Artavia, exrector del Incae, entrevistó a Steve Aronson para su tesis de doctorado, que era sobre cacao. Otra de las cientos de facetas de Steve Aronson, que además de haber estudiado economía agrícola sus especializaciones fueron en café y cacao. En el curso de esa amistad nació la posibilidad de abrir una cátedra en el Incae que tratara todos estos temas desde la innovación. En ella se iban a tocar muchos temas. Uno de ellos: cómo se convierte una actividad de materia prima en una actividad de producto acabado. Surgió así la Cátedra Steve Aronson de estrategia y agronegocios. De la cátedra, esto piensa Steve: “Estoy dando mi dinero para agradecer, pero principalmente para sembrar semillas de posible conocimiento”.

Un buen filántropo debe apoyar su empresa para producir bienestar y prosperidad. Steve me explica la forma de generar esas mejores condiciones con un buen mentor. Dice que le sigue la pista a Malcolm Gladwell, periodista canadiense que publica en The New Yorker y habla de darle al pasado una segunda oportunidad.

Escucha los podcasts de Gladwell sin fanatismos, pero me narra uno sobre el dinero que donan los grandes filántropos estadounidenses, en el que se cuestiona si es conveniente darle los fondos siempre a los grandes.

Lo desarrolla también con el fútbol, dice Gladwell que cada jugador depende de su equipo. Plantea entonces, que si se mejora el desempeño de los jugadores que no son tan buenos, aumentan las posibilidades de que el equipo acierte más goles. El mejor jugador del mundo depende de un buen pase. El mejor portero del mundo depende de un buen defensa. Y Steve piensa igual, lo aplica en Demain, seguro de que hay que enfocarse en los jugadores débiles y fortalecerlos, no solo invertir en lo que ya funciona. Confía en que el beneficio será mejor, desde todo punto de vista.

Ahora es él quien se extiende: “La gente debe desarrollar sus habilidades. Si en un país la única actividad económica es el café y banano, quienes podrían ser matemáticos van a estar cortando matas de café. Siempre me he dedicado a pensar cómo crear las oportunidades para que las personas puedan desarrollarse, para que se produzca la complejidad, fuente principal de creatividad”.

“Cuando empezamos a tostar, cuenta, no teníamos en la cabeza que íbamos a vender hasta en Perú. Pensamos que íbamos a vender a los Estados Unidos, que era el que nos estaba comprando el café verde”.

“En teatro, por otra parte, la problemática es que estamos produciendo mucha gente con talento que no ve salida y terminan trabajando en call centers . Tenemos talento pero no tenemos el público adecuado, ni la forma en que este talento se pueda desarrollar”. El 90% de las personas con las que habla le dicen que aquí el teatro es malo. El sueño de ACTE (Asociación Costarricense Terruño Espressivo), la asociación del Teatro Espressivo, es cambiar la visión del público, actores y trabajadores culturales.

En Parques Nacionales, otro de los grandes ejes de la fundación Demain, lo que se enfrenta es diferente: “construimos un súper radar de millones de dólares, pero no podemos arrancar los barcos en Isla del Coco”, me cuenta Steve. Mario Boza, asociado de la fundación de Proparques y uno de los fundadores de los parques nacionales del país, siempre le dice: “nosotros somos los peones de los parques”. Entonces, continúa Steve: “Nos aseguramos de que haya motores en las lanchas que van a Corcovado, que un guardaparques, que no se puede certificar en algún curso, porque no ha terminado el sexto grado, tenga acceso y condiciones para llegar a terminar la escuela. Que tengan uniformes básicos, que haya rótulos en los senderos”.

8.

Dos efectos secundarios atizaron la crisis del café en Costa Rica y Centroamérica al final de los ochenta (del 89 al 94). Uno fue la caída del muro de Berlín. La mayoría de la exportación de café era financiada por bancos alemanes, y estos bancos viraron su interés a la reconstrucción de Alemania del este. Entonces, los créditos y subsidios desaparecieron. El segundo, fue el acercamiento con Vietnam. Se giró mucho dinero del Banco Mundial para ayudar a reestablecer la economía. Vietnam venía de procesos de tres guerras. Era el segundo exportador de café. Competía a un precio muy bajo. Esos precios desaparecieron cultivos completos en los países exportadores.

En esa coyuntura mundial es que Steve aprende a innovar, a salir adelante. “Todos sufrimos. Granex, la empresa en que trabajaba con socios suizos, después de ser el tercer exportador comenzó a tener pérdidas enormes. El golpe nos hizo vender la mitad de la compañía a los suizos. Vendí las bodegas, el beneficio… luego todo”. Britt se había formado en el 86. Cuando la estructura colapsó, explica que era lo único que le quedaba.

“Muchas personas me ayudaron en la crisis, uno de ellos David Arturo Campos, un gran asesor. Cuando nos separamos de los socios suizos, ellos querían recuperar también la plata que le tenían prestada a Café Britt. No había liquidez y le ofrecimos el 70% de las acciones. Dijeron que no, que querían su dinero. Entonces compré la deuda. Les dejé todo ese negocio que ellos creían que valía y me quedé con Britt”. Mientras tanto, todos los cafetaleros fueron golpeados por la coyuntura histórica, muchos perdieron sus negocios. Y fue en ese momento que Steve y su personal comenzaron a levantar Britt.

Va a dar una función de La isla de los hombres solos en la isla San Lucas. Tiene los permisos y el apoyo de José León Sánchez. Quiere que Proparques desarrolle más sus empresas comerciales amigables con el ambiente, para que no dependa nunca de donaciones. El Bachillerato Internacional ya tiene anotados más colegios públicos que privados, esa guayabera celeste se ve mejor que nunca, aunque me asegure que sí tiene otras. Va a inaugurar un teatro Espressivo en otro lugar de San José. No quiere más de lo que tiene, quiere más, sí, no para él. El telón de Steve Aronson no cae. No hay telón. Es así.