RIU: Una década de entretenimiento e impacto social en Costa Rica

La inauguración del parque acuático Splash Water World sirvió como festejo de los primeros 10 años de los hoteles de la cadena española en Matapalo, Guanacaste.

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En medio de una zona rica en flora y fauna, con una playa de mar sereno y arena suave como testigos, la cadena internacional RIU Hotels & Resorts celebró por todo lo alto sus primeros 10 años en nuestro país.

Ubicados en la paradisíaca localidad de Matapalo, en Carrillo de Guanacaste, los hoteles Riu Guanacaste y Riu Palace Costa Rica resumen su primera década con una lista de éxitos que incluyen el trabajo en colaboración con sus comunidades aledañas, generación de empleo, y desde luego una amplia oferta de relajación y entretenimiento para sus huéspedes, tanto locales como extranjeros.

Como parte de las celebraciones del aniversario, la cadena inauguró el pasado 1. ° de noviembre un nuevo complejo de entretenimiento para sus visitantes. Se trata de un parque acuático Splash Water World que cuenta con tres toboganes de distintas velocidades, juegos de chorros y pistolas de agua y dos amplias piscinas.

En su primer día de diversión, el Splash recibió la visita de varios invitados especiales, así como de huéspedes de los dos hoteles que disfrutaron de la adrenalina de deslizarse por primera vez en la atracción. El pequeño Andrey Umaña, de ocho años, fue el elegido para cortar la cinta de inauguración; el niño de inmediato aprovechó el buen sol para gozar de los toboganes.

Andrey llegó emocionado a conocer los nuevos toboganes en compañía de sus padres y otros familiares; ellos visitaron los hoteles RIU desde Playa Zancudo, de Puntarenas.

“RIU quería ofrecer un valor añadido, un servicio complementario y una renovación de los servicios con los que contaba el resort. El Splash ya tuvo muy buena acogida a partir de la inauguración”, explicó Cristina Denche, subdirectora del RIU Palace.

Trabajo en equipo

“Antes de la llegada del hotel, esta comunidad era un pueblo que vivía de la ganadería y de la agricultura. No teníamos nada que ver con el turismo, el hotel empezó a involucrar a muchas personas de la comunidad. Hemos trabajado de la mano”, afirmó Sergio González, de la operadora turística Alex on the Beach, que ofrece servicios de excursiones, paseos, traslados, pesca deportiva, entre otras actividades en playa Matapalo.

RIU no solo se trata de buena comida, entretenimiento y descanso. Detrás de sus operaciones hay mucho trabajo para alcanzar estabilidad y protección del ambiente sin dejar de lado la generación de beneficios a la localidad donde están ubicados, con la colaboración de las autoridades y microempresarios de la zona.

“En estos 10 años hemos impulsado mucho la zona de Guanacaste tanto económicamente como socialmente y en el tema ambiental. La relación con los vecinos es muy estrecha, hemos elaborado ciertos desarrollos en carreteras e infraestructuras, hasta el momento nos ha ido muy bien”, agregó Denche.

Los hoteles de esta cadena española generan 1.055 empleos estables para costarricenses, de los cuales el 91% de los trabajadores de RIU son guanacastecos, en respuesta a una política de recursos humanos que busca la contratación, formación y promoción de personal local en sus hoteles.

“Tengo compañeros de Liberia, Filadelfia, Santa Cruz y Belén; el empleo en RIU abarca a muchas zonas de Guanacaste. Hay capacitaciones periódicamente en diferentes áreas, los jefes nos dan la posibilidad no solo de capacitarnos acá sino también de buscar crecimiento personal, como en mi caso que terminé mi maestría en alta gerencia”, narró Moisés Mora, supervisor de recepción que tiene más de dos años de laborar para RIU.

También los trabajos indirectos han tenido un crecimiento en esta década, así lo confirma Leticia Rodríguez de Bigotes Tour, una microempresaria entre las 100 familias que se ven beneficiadas por las operaciones de RIU en Matapalo.

“La relación con el hotel ha sido muy buena. Hemos trabajado en equipo a pesar de que somos competencia para muchas empresas adentro, nos apoyan, nos impulsan a organizarnos, nos ayudan a recoger la basura. La venida del hotel acá ha sido buena porque de ahí hemos nacido los pequeños empresarios, tal vez el que era agricultor tiene su propia empresita, hemos ido subiendo hasta la calidad de vida de los vecinos”, dijo Rodríguez, quien comenzó su empresa con un par de caballos prestados y que ya alcanzó a tener los 20 animales, además de diversificar su oferta con la compra de cuadraciclos para los paseos.

Rodríguez explicó que los turistas extranjeros que llegan a los hoteles RIU buscan además de la comodidad del hospedaje tener un contacto directo con la naturaleza. Allí es donde los pequeños empresarios turísticos, e incluso los vendedores de artesanías que se ubican en las zonas aledañas a los hoteles, se ven beneficiados.

“Para nadie es un secreto que a muchas familias les ha mejorado la calidad de vida. La educación ha mejorado por los cursos que se ofrecen por parte del Instituto Nacional de Aprendizaje porque el hotel también se ha preocupado por mantener un canal abierto entre la playa, el hotel y las instituciones públicas”, agregó González.

La utilidad es para todos, así lo afirma el operador turístico. “Hay muchas personas que obtienen ganancias, si yo vendo un tour a Palo Verde, por ejemplo, gana el de transporte, el señor del bote, la señora que cocina la comida, el artesano; es decir todos contribuimos a que la ganancia se extienda más”, explicó.

Como parte de ese trabajo de colaboración con la comunidad, RIU también ha emprendido de la mano con la Municipalidad de Carrillo y los vecinos del lugar varias obras para mejorar el acceso a la playa –la cual es pública– por medio de la creación de un parqueo para carros que permite el ingreso de vehículos de emergencia, así como motos de agua y lanchas.

La seguridad también es una parte importante de la labor en conjunto que realizan RIU, sus vecinos, los empresarios y las autoridades. La vigilancia constante entre todos permite que los visitantes de Matapalo –no solo de los hoteles– disfruten de la tranquilidad de la playa sin contratiempos de robos o actividades ilícitas en los alrededores.

Impacto positivo

Desde que comenzó sus operaciones en Guanacaste, RIU se ha decantado por la conservación del medio ambiente y de tener un impacto positivo en la zona.

Cerca del 80% del terreno del complejo hotelero es ocupado por el Refugio RIU de Vida Silvestre que se integra al Corredor Biológico Chorotega, donde se conserva una amplia variedad de especies de flora y fauna que incluso se consideran en peligro de extinción, como los árboles cristóbal, caoba y laurel negro.

Justamente con el trabajo que se realiza en ese refugio es que los hoteles de esta cadena en Costa Rica buscan alcanzar la certificación de empresa carbono neutral, lo que significaría que serían los primeros RIU en lograr este reconocimiento en el mundo.

En su hoja de vida ya cuentan con otras certificaciones como la de Sostenibilidad Turística otorgada por el Instituto Costarricense de Turismo y la de Sostenibilidad Específica del Sector Turístico Travel Life, programa internacional que mide indicadores sociales y medioambientales.

Además, en busca de la conservación y cuidado, los hoteles RIU cuentan con programas de reciclaje de aguas jabonosas.

Durante sus 10 años de trabajo en nuestro país, RIU ha realizado una inversión de más de ¢155.000 millones. Actualmente un 70% de los ingresos generados por año en el resort entran directamente a la economía del país a manera de pago de impuestos y salarios y compras a proveedores nacionales.

De la mano de sus vecinos, con altos estándares de calidad, con el confort que representan sus instalaciones y con las bellezas naturales de la playa Matapalo, RIU alcanzó ya su primera década en nuestro país, los primeros 10 años de lo que se espera sea una larga vida de entretenimiento y promoción de las bellezas de Costa Rica.