¿Qué pasó con el vuelo MH370 de Malaysia Airlines? Una década después sigue el misterio

Han pasado 10 años y aún no se halla el avión desaparecido en el Océano Índico ni se tienen respuestas claras de qué ocurrió dentro de aquel Boeing 777

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Junto al vuelo MH370 de la aerolínea Malaysia Airlines, el 8 de marzo de 2014, despegó un misterio sin resolver que, una década después, mantiene en vilo a las familias de quienes abordaban aquel avión desaparecido.

La nave, modelo Boeing 777 y que llevaba a bordo 227 pasajeros y 12 tripulantes, partió de Kuala Lumpur, capital de Malasia a las 12:41 a. m. y se esperaba su aterrizaje en la ciudad de Pekín, en China, a las 6:30 a. m.

El avión emitió su última comunicación 40 minutos después del despegue, y una hora y 20 minutos más adelante, el control de tráfico aéreo de Subang (Malasia) lo perdió de su radar, cuando estaba por ingresar a Vietnam.

Posterior a esto, radares militares en Malasia y Tailandia fueron los últimos en detectar al aparato volando hacia el oeste sobre la península malaya.

Najib Razak, quien era el primer ministro malasio al momento del incidente aéreo, informó el 15 de marzo de ese año que las comunicaciones fueron desactivadas desde el interior del avión, sin que haya una razón confirmada, y que los datos de radares confirman una maniobra deliberada para realizar un cambio abrupto en el trayecto de la aeronave.

Gracias a un análisis de Inmarsat, una compañía británica de servicios satelitales móviles que recibió seis señales automáticas por parte del Boeing 777, se logró determinar que el avión continuó volando hacia el sur hasta sobrepasar las 7 horas totales de travesía.

Esto también reforzó la versión de que la aeronave se habría estrellado en el Océano Índico, según informó el gobierno malasio en el 2015, en algún punto al oeste de Australia, sin dejar ningún sobreviviente.

Tras el MH370: una búsqueda sin conclusiones

Las labores de búsqueda e investigación fueron articuladas entre Australia, China y Malasia y se extendieron durante 3 años, abarcando con equipo aéreo y submarino un área de 120.000 km2, más del doble del territorio de Costa Rica.

A pesar de la multimillonaria inversión, que asciende a 145 millones de dólares, solo se han localizado unos pocos restos del MH370, entre ellos algunas partes desprendidas del motor, una maleta y un flaperón (parte del ala), el cual fue hallado en la isla francesa La Reunión, ubicada al este de Madagascar. Este último objeto, debido a las investigaciones sobre su posición al momento de estrellarse, confirmó la maniobra de giro intencionada.

Uno de los puntos tomados en cuenta a la hora de validar los restos hallados como pertenecientes al Boeing 777 de Malaysia Airlines, es que este es el único aeroplano de este modelo en haberse estrellado en el Océano Índico.

En enero del 2017, los tres países anunciaron el fin de sus investigaciones, sin encontrar ningún indicio determinante para esclarecer el fatídico caso de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines.

“Es casi inconcebible y, con certeza, socialmente inaceptable en la era de la aviación moderna, con 10 millones de pasajeros abordando aviones comerciales todos los días, que un avión comercial grande esté desaparecido y que el mundo no sepa con certeza qué sucedió con la aeronave y las personas a bordo”, dicta el reporte final del gobierno australiano.

En respuesta a presiones de los familiares de las víctimas, en el 2018 el gobierno de Malasia llegó a un acuerdo con la empresa de robótica marina estadounidense Ocean Infinity para retomar la búsqueda, la cual recibiría 70 millones de dólares si diera con el paradero del avión o sus cajas negras. No obstante, la exploración de los norteamericanos tampoco dio frutos relevantes.

¿Qué pudo haber pasado?

En este lamentable caso sobran suposiciones casi tanto como faltan certezas. Es entendible que en un caso así el término “desaparecido” sea como decir todo y nada a la vez, y que tanto las familias de las víctimas como quienes le han dado seguimiento a este incidente, busquen un relato que concluya el enigmático suceso.

Si bien es cierto, las investigaciones han determinado que tanto la desconexión de los intercomunicadores como la maniobra de giro fueron realizadas por alguien a bordo del Boeing 777, no hay ningún tipo de indicio que esclarezca los motivos detrás de estas decisiones.

La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) fue uno de los primeros actores en sugerir que la desaparición del vuelo MH370 pudo obedecer a un hecho criminal. Los seguidores de esta hipótesis alimentaron estas suposiciones, al trascender que dos pasajeros volaron con pasaportes robados, aunque haya sido descartada cualquier vinculación con grupos de crimen organizado.

Más allá de si estas conjeturas guarden alguna relación sustentable, no se ha encontrado ningún argumento que justifique el porqué se cometería un crimen de esta índole. En anteriores tragedias aéreas que sí fueron vinculadas con el terrorismo, la responsabilidad de los hechos fue asumida por el grupo delictivo, justamente para infundir terror; situación que no obedece a lo sucedido con el vuelo de Malaysia Airlines.

Además, se realizaron investigaciones extensas sobre la tripulación liderada por Zaharie Ahmad Shah, un experimentado piloto malasio de 53 años, quien trabaja para la aerolínea desde 1981. Tras revisar casas y entrevistar a personas cercanas a los trabajadores, no se encontró ninguna razón para ligarlos a un delito de tal magnitud, ni tampoco cambios de comportamiento o indicios de inestabilidad emocional o problemas de salud mental.

Otra de las hipótesis que podría explicar las extrañas decisiones tomadas en la cabina del avión desaparecido en el Océano Índico, es que la tripulación se haya encontrado desorientada por sufrir hipoxia (un estado de deficiencia de oxígeno en el organismo), a causa de una despresurización del aeroplano.

Conforme aumenta la altitud, la presión atmosférica disminuye, al punto de ser insuficiente para suministrar oxígeno a los pasajeros. Por esta razón, los aviones tienen un mecanismo de bombeo de aire de comprimido en la cabina, el cual, según esta tesis, habría fallado en el Boeing 777, despresurizando el avión e induciendo a la tripulación a la hipoxia.

Nuevamente, no existe ninguna prueba fidedigna que asegure como oficial esta versión. Lo que sí es una verdad innegable es que las familias de las 239 personas desaparecidas 10 años atrás, siguen esperando una respuesta real para darle cierre al misterio detrás del vuelo MH370.