Personajes 2021: Mélida Solís, la heredera de un imperio empañado por el escándalo

Ubicada en el epicentro del Caso Cochinilla, la mujer que impulsó el crecimiento del emporio fundado por su padre ahora se aferra a razones de salud para tratar de salir de prisión

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El retrato de Mélida Solís Vargas, enfundada en un vestido rojo muy vivo y con un collar de oro que hace juego con las letras doradas de uno de los proyectos inmobiliarios de su empresa, dio vuelta en todos los medios de comunicación nacionales el pasado 14 de junio.

Hasta ese día, la mujer de finísimo porte y atuendo elegante era poco conocida para la mayoría de los costarricenses, a pesar de que lideraba una de las compañías constructoras más importantes del país. Pero la historia cambió ese lunes, cuando su nombre apareció vinculado a uno de los escándalos de corrupción más sonados del presente año: el Caso Cochinilla.

La dueña de la constructora H Solís fue detenida ese día por supuestamente haber participado, por medio de la empresa que heredó de su padre, en una red de corrupción relacionada con contrataciones públicas de obras viales.

Unos días después de su arresto, Solís había cambiado el glamuroso atuendo de su fotografía por una indumentaria más informal para salir del centro penal Vilma Curling, conocido como el Buen Pastor, tras cumplir un primer periodo de encierro.

En esa ocasión, la empresaria portaba mascarilla desechable, llevaba el pelo recogido y la pava sin plachar. Además, vestía ropa y botines negros que le hacían juego con su abrigo gris con negro.

Para ese entonces, Solís ya había pasado un fin de semana en esa prisión y las dos semanas anteriores estuvo en celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Logró salir luego de pagar una fianza de $3 millones. Sin embargo, 19 días después se vio obligada a entregarse de nuevo a las autoridades, luego de que se anulara la orden de excarcelación.

A la fecha, la mujer de 62 años ya suma casi cinco meses tras las rejas, aunque ha salido en varias ocasiones por problemas de salud, condición a la que se aferran sus abogados defensores para intentar que se le otorgue a la empresaria el beneficio de casa por cárcel.

Persuasiva y audaz

El expediente judicial del llamado Caso Cochinilla recopila decenas de intervenciones telefónicas, mediante las cuales se describe a Solís como una mujer capaz de convencer a cualquiera sin importar los medios, a fin de lograr sus objetivos.

En algunos casos, señala el informe del OIJ, presumía de tener una relación de confianza con altos jerarcas de las instituciones. La investigación señala que incluso se habría valido de dádivas o favores a funcionarios y que hasta habría chantajeado a eventuales rivales, con tal de asegurar sus intereses.

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El legajo judicial también indica que la empresaria no daba lugar a imprevistos y era capaz al mismo tiempo de estar al tanto de los pormenores técnicos de una obra, como de los procesos de adjudicación pendientes o las facturas por tramitar.

Antes de ser detenida, ella participaba en la mayoría de las actividades que los gobiernos de turno organizaban alrededor de los megaproyectos que su constructora tenía a cargo: órdenes de inicio, inspecciones e inauguraciones.

Fue probablemente esa audacia la que hizo que su padre Hernán Solís Herrera decidiera delegar en la segunda de sus hijos el emporio de la construcción, que fundó en 1948, y al que Mélida Solís ha estado ligada desde hace más de 40 años, según relató ella misma en una entrevista concedida hace tres años a la revista Construir, especializada en infraestructura.

En esa publicación, Solís contaba que desde muy joven trabajó al lado de su progenitor. Gracias a esa experiencia, presenció todo el proceso de posicionamiento de la compañía que la llevó a situarse como una de las firmas más importantes del país, al tiempo que iba colocándose poco a poco al frente del negocio familiar.

Su intención era dejar a las nuevas generaciones la conducción de la compañía, la cual se diversificó y ya no solo depende de la infraestructura vial, sino que también incursiona en energía y el área inmobiliaria.

Abuela y madre ejemplar’

Para esta edición, la familia de Mélida Solís compartió a través de su abogado, Erick Gatgens, un texto en el que describe a la empresaria como una mujer de “muy bajo perfil” que supo hacerse campo hasta llegar a liderar un negocio dominado por hombres.

“Madre de tres hijos, abuela y esposa”, agrega el texto, donde además la califican como una “señora de carácter fuerte y acostumbrada a luchar”.

En el escrito, los allegados de Solís mencionan que es una mujer creyente y comprometida y añaden que siempre ha estado pendiente de sus hijos, especialmente de la menor de los tres, que padece de varias condiciones de salud que no le permiten valerse por sí misma, entre ellas autismo severo.

Según indicaron, la hija menor del matrimonio Acosta Solís solo lograba comunicarse “asertivamente” con su madre, por lo que su condición también se ha agravado a causa de la ausencia de esta.

En un video divulgado en redes sociales tras el escándalo, la nuera de Mélida Solís, María Eugenia Soler, calificó al matrimonio de sus suegros como “ejemplar”. Sobre Mélida, la influencer comentó que ella había sido quien se encargó de su papá, de sus hijos y del negocio. “Es un pilar para la empresa. Solo tengo admiración para ella; ha sido como una segunda mamá. Es una mujer increíble”, aseveró.

Otro de los temas abordados por los familiares, en la respuesta enviada a solicitud de este diario, fue el linchamiento público que, a su criterio, se ha visto teñido por desigualdades de género: “Se le ha juzgado más duro por ser una mujer exitosa que sobresale en un mercado dominado por hombres”, apuntan.

Sobre las condiciones como Solís pasa sus días en prisión, su abogado señaló que el estado de salud de la empresaria se ha agravado en las últimas semanas y que eso la limita para realizar muchas actividades. Aseguró que durante los “pocos momentos” que sus padecimientos se lo permiten, se dedica a ayudar a otras privadas de libertad en cuestiones académicas. Además, detalló que cada 15 días es visitada por su esposo.

El plan que no se logró

En la entrevista concedida a Construir, en el 2018, Mélida Solís contestó a la pregunta sobre cómo se visualizaba en cinco años:

“Continuando con mi línea de trabajo, observando cómo se concretan todos los proyectos antes descritos, desarrollando nuevos proyectos conquistados a lo largo de ese periodo y legando muchas más funciones a mis hijos y colaboradores más cercanos, para así disfrutar cada vez más de la vida en familia con mis hijos y futuros nietos”.

Recientemente, a la dueña de H Solís se le extendió la medida cautelar de prisión preventiva hasta marzo del 2022, fecha en que nuevamente se revisará su estatus, mientras avanza la etapa preparatoria de la investigación por el Caso Cochinilla.