Perruna compañía desde la cuna

El perro se convierte en el mejor amigo del hombre incluso antes de que este empiece a gatear. Conozca los beneficios de la convivencia entre mascotas y niños.

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Hace que mejore la autoestima sin ser psicólogo ni motivador; fomenta la disciplina sin ser un entrenador personal; construye liderazgo sin ser un coach de vida, y fortalece el sistema inmunológico sin ser una vacuna ni un suplemento vitamínico.

Hablamos de una criatura cuadrúpeda, peluda y derrochadora de saliva . Esta carga sobre su lomo las virtudes y cualidades mencionadas, que, adecuadamente potenciadas pueden nutrir la personalidad del ser humano y –sobre todo en los niños pequeños– contribuir a la formación de mejores personas, más sanas y felices.

El perro es el mejor amigo del hombre y lo es incluso antes de que este empiece a dar sus primeros pasos. Así lo aseguran expertos en pediatría, veterinaria y comportamiento animal, los cuales ven la convivencia de mascotas (incluyendo gatos) e infantes como algo positivo y beneficioso.

Pese a que todavía hay algunos escépticos, atrás va quedando aquella idea de que un embarazo o el nacimiento de un bebé significa una sentencia de exilio para el perro o el gato de la casa. Por el contrario, se recomienda la adopción de un nuevo animal para que acompañe a la mujer encinta y al recién nacido.

Buena experiencia

Debora Portilla, directora de la organización de bienestar animal Costa Rica Guau , es una de las defensoras de los beneficios que los animales domésticos tienen para los niños pequeños. Ella habla con conocimiento de causa . Sus dos hijos, Fausto, de 4 años, y Fidel, de 3, han vivido rodeados de perros desde que estaban en su vientre. “Los perros son terapéuticos: ayudan a llevar el embarazo, nos relajan, generan compañía y dan afecto. Yo tuve una cesárea y me recuperé en tiempo récord”, cuenta Portilla, quien además es especialista en rehabilitar perros violentos que han sido catalogados por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) como “ amenazas ”.

Debora narra que a sus hijos los presentó con los perros cuando tenían días de nacidos, para que estos los olfatearan y se fueran acostumbrando. El resultado de la relación entre ellos ha sido sumamente positivo, relata la experta, pues los chiquitos son sanos, casi nunca se enferman y disfrutan enloquecidamente de sus amigos peludos.

“Mis hijos son muy sensibles, entienden las necesidades de los perros, tienen empatía con ellos y saben que dependen de uno para sus alimentos, su higiene... Están adquiriendo responsabilidades y también desarrollando liderazgo, pues saben que ellos deben disciplinar a los perritos, ponerles límites. Todo eso es bueno para su autoestima y su personalidad”.

La salud

El pediatra Juri Navarro Polo explicó que hace unas dos décadas, debido a los estudios disponibles en ese entonces, no se recomendaba la convivencia de mascotas y bebés, pero que hace cerca de cinco años esa posición empezó a perder popularidad.

“A la luz de varios estudios clínicos, nacen evidencias de que esta convivencia es favorable. Hasta se recomienda que esta se dé desde antes del primer año de vida”, comentó.

Como beneficios, el galeno mencionó que la exposición temprana a alérgenos de mascotas (agentes productores de las alergias), cuando todavía el sistema inmunológico está en formación, puede ayudar a fortalecer las defensas, ya que el cuerpo se acostumbra a estos agentes y se vuelve más tolerante. Esto hace que el niño desarrolle una inmunidad natural.

No obstante, para que la relación perruna-humana sea provechosa, se deben tomar una serie de medidas.

El pediatra subrayó que la mascota debe tener un control veterinario que incluya todas las vacunas al día, así como desparasitación, baño y peinado periódicos.

“Es importante acostumbrar a la mascota a que respete el hábitat del bebé, de manera tal que no invada su cuarto y mucho menos la cuna o la cama del niño.

”De igual forma, hay que entrenar al bebéen esta convivencia y supervisarlo en el trato que da a su mascota, pues, al inicio, los niños pueden ser bruscos y la mascota se defenderá”, explicó.

Por su parte, Portilla manifestó que el bebé debe estar en constante vigilancia, sobre todo cuando se halla en contacto con el perro. “Ambos (animal y niños) requieren disciplina, reglas y controles, no se pueden dejar por la libre”.

En ese mismo sentido, el veterinario Rodolfo Castro indicó que las familias deben preparar al perro de la casa ante la llegada de un bebé, para que el animal entienda cuál es su lugar y cuál, el del bebé. De lo contrario existe el riesgo de que se desate una competencia por llamar la atención o incluso ataques de celos.

“Los humanos son los líderes, eso tiene que estar claro. Hay casos en que los perros parecen más bien los que mandan…, la conducta de un perro dependerá de la manera en que se le educa”, añadió.

El perro ideal

En cuanto a la raza idónea del perro elegido para convivir con un bebé, Castro afirmó que algunos tienen una afinidad natural para estar con los niños, como los de descendencia oriental o los bóxers. El pediatra Navarro recomendó canes de pelaje corto y de “carácter tolerante”, mientras que Portilla manifestó que la raza es indiferente, pues “cualquier zaguate bien educado” es candidato a convertirse en el mejor amigo de un bebé.