Las bromas con “payasos asesinos” que persiguen a personas aterrorizadas se han vuelto cada vez más comunes. Michael March, de 18 años, fue el primer bromista inglés de esta clase en ser encarcelado en su país, después de haber perseguido a una mujer embarazada la noche antes de Halloween.
Según informó el Daily Mail, el jurado de Newcastle Crown determinó que March asustó a una pareja que caminaba en la calle delante a él. El joven golpeó el suelo con una larga hacha en South Shields, el 30 de octubre de 2016, y después comenzó a perseguirlos.
La mujer, con 22 semanas de embarazo, le tiró un ladrillo en defensa propia antes de que él huyera.
El joven de 18 años fue enjuiciado a seis meses de cárcel. El juez, Jamie Hill, aseguró: "blandir con un hacha y amenazar a la gente en la calle es grave en cualquier contexto".
March fue uno de los varios arrestados en la víspera de Halloween el año pasado durante una serie de “payasos asesinos”, que azotaron en todo el país.
Su defensa, Vic Laffey, dijo que March sufrió un episodio de conducta por su Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y que "nunca pensó hacer daño a nadie". Añadió: "Esta fue una broma que salió horriblemente mal y es algo que él lamenta”.
Nicholas Rooke, defensor de la pareja, dijo a la corte que March había sido víctima de un incidente relacionado con un “payaso asesino”, lo que lo llevó a replicar la broma.
La víctima no presentó una queja formal sobre el incidente por la avanzada etapa de embarazo de la mujer.
"Llevar un hacha real y amenazar a la gente inocente va más allá de todo lo que es aceptable en Halloween”, le dijo el juez Hill al joven durante el juicio. "Usar una máscara de payaso no es una ofensa, pero te habías armado con un hacha, no un hacha falsa, una verdadera. El hecho de que llevas una máscara de payaso en un factor agravante”.
El juez añadió que March había cometido un delito grave y sólo una pena privativa de libertad era apropiada. "El hecho de que llevas una máscara de payaso es un factor agravante porque aumentó el miedo que habrían experimentado y en segundo lugar, era una manera de disfrazar quién eras".
Se ordenó además el pago de un recargo legal y la destrucción del hacha.