Lucha comunal

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Mantener a los muchachos en el sistema educativo, fomentar una sexualidad responsable y forjarles una buena autoestima son estrategias con las que la comunidad de La Carpio enfenta a las pandillas. Dura es la tarea, pero los casos exitosos soplan las velas del progreso.

Mario de León es muestra de ello. Este joven de 23 años, vecino del sector de La Primera, estudia Enseñanza de la Matemática y Economía en la Universi-dad de Costa Rica, con una beca que le otorgó la institución.

Llegó a La Carpio con 15 años, fue amedrentado por pandillas e incluso, narra, le pusieron un revólver en la cabeza, pero siempre tuvo la convicción de que debía llegar a la U .

Wilberth Reyes, quien tiene 20 años y vive en la zona de La Tercera, también logró sortear la delincuencia y graduarse del cole . Ahora estudia Informática en una universidad privada; para costear los gastos trabaja en una fábrica como empacador.

Ambos son beneficiarios de los programas de la organización Cristo para la ciudad, que labora en La Carpio promoviendo el estudio y el deporte. La Fundación Humanitaria Costarricense es otra entidad que vela por brindar seguridad y un mejor futuro a los niños y jóvenes de La Carpio.

Tiene tres locales en la comunidad, donde se brinda atención preescolar y se ofrece el servicio de guardería a infantes.

Su directora y fundadora, Gail Nystrom, señala como esencial darle esperanza a los adolescentes.

De igual forma, hay alrededor de diez organizaciones comunales que impulsan actividades deportivas y artísticas.

Katia Cruz, del Consejo Comunal de Desarrollo de La Carpio, manifiesta que, en los últimos años, se ha progresado a punta de esfuerzo colectivo. “ Quienes viven aquí no sueñan con irse del barrio, sino con mejorarlo”.