Los diputados que no serán: aspiración legislativa de media papeleta para abajo

Sus posibilidades de llegar al Congreso eran ínfimas (por no decir imposibles) pero aún así presentaron sus nombres a los votantes. Cuatro historias que reflejan un rasgo invisible del proceso electoral en Costa Rica

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La conformación de la Asamblea Legislativa en Costa Rica es, a grandes rasgos, un descomunal embudo: en cada proceso electoral los partidos políticos inscriben a decenas, cientos de ticos con aspiraciones de convertirse en diputados. A partir de ahí empieza una particular competencia en la que entran en juego todo tipo de cálculos matemáticos y que, tras pasar por las urnas, cocientes, residuos y subcocientes, arroja los nombres de las 57 personas que irán a trabajar a Cuesta de Moras los próximos cuatro años.

Para los comicios del 2022, 1.554 costarricenses fueron inscritos como candidatos a diputados. Así lo hicieron como parte de la oferta de 26 partidos de escala nacional y 12 agrupaciones provinciales, siendo San José la provincia donde las diputaciones tuvieron más pretendientes, pues para 19 puestos disponibles hubo 473 aspirantes. En cambio, las cuatro curules guanacastecas fueron disputadas por solo 126 candidatos.

Al ser el nuestro un sistema de listas cerradas, los votantes no pueden decantarse por una persona en particular para llegar al Congreso, sino que le dan su apoyo a un partido, el cual ya inscribió ante el TSE una lista inamovible de nombres para determinada provincia. Así, los votos que la agrupación reciba se asignan “de arriba para abajo” a los candidatos, siendo que el primer lugar de la papeleta diputadil siempre será el más favorecido. Entre más votos obtenga el partido, así mejorarán las opciones de los siguientes ocupantes de la papeleta para convertirse en diputados.

Desde luego que presentarse bajo la bandera de una agrupación política consolidada o con recursos disponibles para proselitismo, hace mucho más probable la aspiración legislativa que buscarla desde un partido de plataforma más modesta. Así, los primeros lugares de la papeleta legislativa de, por ejemplo, Liberación Nacional, dan casi por un hecho su curul e, incluso, quienes les siguen en el segundo puesto.

FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA CON DATOS DEL TSE.    || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.

La noche del 6 de febrero, los noticieros daban cuenta de la conformación de la nueva Asamblea Legislativa mencionando nombres de personas que habían ocupado los primeros, segundos y hasta terceros lugares de las listas que sus partidos presentaron a los votantes. Del cuarto sitio para abajo el futuro era incierto, aún en las agrupaciones predilectas del electorado, y a partir del quinto puesto ya se limitaba a “gracias por su participación” (solamente el PLN logró la elección de un diputado en un quinto lugar, en San José).

Si bien al cierre de esta edición un par de curules seguían en disputa, en vista de la escasa diferencia de votos entre algunos candidatos, lo cierto es que con los primeros cortes emitidos por el TSE ya la mayoría de los candidatos a llegar a la Asamblea Legislativa tenía claro que las cosas no se habían dado a su favor. Al final del conteo de sufragios, 1.497 costarricenses que pretendían ser congresistas para el período 2022-2026 no lograrán su cometido.

Muchos lo hicieron con plena conciencia de que sus posibilidades de convertirse en diputados eran mínimas, microscópicas, pues implicaban una improbable alineación de astros. Solo a manera de ejemplo, en San José cada partido inscribió listas con 19 nombres (más 5 suplentes), sabiendo que ni siquiera el PLN llegaría a elegir a su aspirante 19… ni al 18, el 17, el 15… ni siquiera el 10 o el 9.

El por qué estas personas aceptan ser parte de esta particularidad del sistema electoral responde a múltiples razones: militancia partidaria, preparación para futuras contiendas o simplemente prestar el nombre para cumplir con un requisito (la palabra “relleno” flota en el aire pero se evita).

A continuación le presentamos cuatro historias de costarricenses que fueron candidatos a diputados en el 2022 cuyos nombres se ubicaron en puestos de difícil elección. Es probable que solo sus familias y amigos supieran de sus aspiraciones políticas pero, no por eso, sus historias son menos válidas que las de sus 57 contendientes que sí llegarán al primer poder de la República.

Alguien tenía que hacerlo

Roberto Alfaro Zumbado

Profesión: Agrónomo

Provincia: San José

Vigésimo tercer lugar (suplente) en la papeleta de diputados del Frente Amplio

Se tiene una percepción de que en la escena política los delirios de grandeza abundan. Por esto, toparse con alguien tan aterrizado como Roberto Alfaro, sorprende.

A sus 78 años, don Roberto se postuló como uno de los candidatos a la diputación del Frente Amplio, en San José. Aunque estaba en uno de los partidos con mayor apoyo, él estaba consciente de que no tenía ninguna posibilidad de ser elegido como diputado, ya que estaba de penúltimo en la lista de 24 nombres.

Esta campaña electoral fue sorprendentemente tranquila para don Roberto. El Frente Amplio era uno de los 29 partidos que batallaban por los 19 puestos asignados a la provincia josefina en la Asamblea Legislativa. Sin embargo, solo los primeros cinco puestos de la papeleta estaban involucrados visiblemente en la campaña.

Alfaro no tiene problema en admitirse como un “candidato de relleno” y se ríe cuando le preguntan por su participación en estas elecciones; aún cuando cuenta con atestados suficientes para llegar al Congreso: es agrónomo y ha prestado sus servicios como asesor legislativo y tesorero del partido.

Encima de trabajar en las finanzas del Frente Amplio, Roberto Alfaro fue uno de los miembros fundadores de la agrupación, hace más de 17 años. Antes de eso, participó en Juventud Vanguardista y en el Partido Vanguardia Popular Costarricense.

No quedó de diputado, pero al menos fue uno de los candidatos a la suplencia con mayor experiencia.

Un inicio rocoso

Georgina Fumero Vargas

Profesión: Neuropsicóloga clínica

Provincia: San José

Cuarto lugar en la papeleta de diputados del Movimiento Social Demócrata Costarricense

Georgina Fumero Vargas tiene un currículo impresionante. Es experta en neurociencias, posee un doctorado en Neuropsicología Clínica con Mención Europeo y múltiples maestrías: Psicología Clínica, Sexología, Educación y Asesoramiento Sexual y Rehabilitación Psicosocial en Salud Mental Comunitaria. Sus títulos pertenecen tanto a universidades nacionales —estatales y privadas— como extranjeras. Asimismo, su experiencia laboral está compuesta por puestos en el país —en el sector público y privado— y en España. Parece una candidata idónea en tiempos en los que se critica la falta de preparación en la Asamblea Legislativa.

Georgina fue candidata a diputada en elecciones del 2022 por Movimiento Social Demócrata Costarricense. Ocupó el cuarto lugar de la papeleta por San José pero es probable que a usted le resulte difícil ubicar dicho partido: el Movimiento Social Demócrata Costarricense recibió 2.839 votos para diputados en San José, los cuales representan un 0,48% del total de votos válidos. Está de más decir que no logró ninguna curul para este periodo.

Las posibilidades de que Georgina llegara a la Asamblea Legislativa eran ínfimas. Ella estaba consciente de ello.

Este constituyó su primer acercamiento con la política. Quiso ser diputada para “impulsar los proyectos sociales pendientes en el país”, como mejorar la atención a personas con discapacidad y personas neuro diversas, ayudar a personas con salud mental frágil, desarrollar la empleabilidad de personas con mayor riesgo social, promover el respeto por los derechos humanos, fomentar deporte y nutrición en todas las edades y procurar que las leyes y programas impulsados sean basados en evidencia científica. Para ella, no se debería incrementar el precio de la canasta básica, la luz, el agua o la gasolina para financiar estos proyectos, sino que preferiría colocar impuestos sobre productos que van en detrimento de la salud física del individuo, como el licor, el cigarro y la comida con exceso de azúcar.

Georgina propone una iniciativa interesante: incentivar el consumo de insectos como una alternativa proteica para las personas más desfavorecidas. “Es un proyecto que yo quería fomentar para la inseguridad alimentaria”, explica. “Necesitamos tanto deporte como nutrición para llegar a tener una buena salud física y poder estar presentes dentro de la sociedad civil, cuidando el ambiente, la sostenibilidad. Tal vez soy demasiado idealista, pero eso creo”, concluye.

Georgina se topó con obstáculos en nuestra democracia: listas cerradas para elegir diputados y la necesidad de dinero para escalar la pirámide política. No está segura de si seguirá intentándolo en un futuro. Como muchos costarricenses, desearía elegir diputados mediante listas abiertas. “Me gustaría que la gente no tuviera que votar por el partido, sino por la persona: qué es lo que quiere el candidato, por qué quiere llegar, qué quiere aportar esa persona a la sociedad costarricense y que haya un cambio. Eso es lo que pido”, manifestó.

Entrenar para diputado

Christopher Pérez Núñez

Profesión: Politólogo

Provincia: Cartago

Quinto lugar en la papeleta de diputados del Frente Amplio

Christopher Pérez se encontraba en quinto lugar de la papeleta cartaginesa de diputados del Frente Amplio y, aunque sabía que las probabilidades eran pocas, decidió tomar estas elecciones como un espacio de formación política y así obtener experiencia.

A sus 25 años, Pérez, vecino de Oreamuno, se lanzó como diputado para la provincia de Cartago. El joven es graduado del bachillerato de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica y actualmente se encuentra sacando la licenciatura. Christopher tiene experiencia en el sector público y privado, trabajando en proyectos como el programa institucional Kioscos Socioambientales de la UCR y el Programa del Estado de la Nación.

“Lo veía bastante difícil. Cartago solo tiene siete diputaciones,” asegura el candidato. “Pero creo que es importante promover la participación de las personas jóvenes y, de paso, seguir creciendo para adquirir experiencia en estos procesos electorales.”

Pérez estaba consciente que era complicado ser electo diputado para Cartago, pues había otros partidos, como el PLN y el PUSC, que tradicionalmente han tenido un gran peso en los votantes de la provincia. Aún así, su partido sí aseguró un puesto cartaginés en la Asamblea.

Sin embargo, esto no detuvo al joven político, que de igual manera participó activamente en la campaña y puso la cara por una agrupación que, según lo expresa, promueve sus mismos principios, tales como el ecologismo, la defensa de los derechos de las mujeres y los derechos humanos. Él ha militado con el Frente Amplio por siete años.

“Fue una experiencia gratificante. Afiné el manejo de muchos temas y he tenido que estudiar las propuestas del partido y las problemáticas de la provincia,” comentó Christopher, pensando en retrospectiva a la campaña que recién finaliza. “No descarto seguir proponiendo mi nombre, porque creo que es importante que los jóvenes asumamos esos espacios con seriedad y compromiso”.

Por amor a la política

Laura Adriana Gómez Vásquez

Profesión: Arquitecta y diseñadora de interiores

Provincia: San José

Vigésimo cuarto lugar (suplente) en la papeleta de diputados del Frente Amplio

En el ámbito político es muy común que las personas se casen con los colores de su partido. Ese es el caso de Laura Adriana Gómez, quien decidida a luchar por los temas que le apasionan se postuló a diputada suplente por el Frente Amplio en las elecciones de 2022.

Dicho partido presentó 24 candidaturas por la provincia de San José a diputados y diputadas, así como sus suplentes. En el grupo hay docentes, profesionales en el área de salud mental, sociólogos, comunicadores y estudiantes.

Gómez, de 45 años, estudió Arquitectura y Diseño de Interiores en la Escuela de Arte y Decoración Esempi, en el año 2000.

A pesar de que su formación académica no está estrechamente relacionada a la política, su pasión por distintos temas la ha llevado a buscar espacios afines a sus iniciativas. Así, en el 2011, decidió involucrarse en el Frente Amplio para aportar sus propuestas relacionadas a personas con discapacidad, dado a que sus dos hijos tienen autismo grado 1.

“Empecé a indagar en cuáles grupos podía colaborar desde mis conocimientos”.

Los derechos de las mujeres y temas ambientales son otras áreas de interés para Gómez. Ella cuenta que cuando ingresó al Frente Amplio encontró el espacio adecuado para contribuir, desde la secretaría de la mujer.

‘Organización de Tibás sin plástico’, ‘Lucha por declarar a Tibás libre de maltrato animal’ y ‘Lucha por declarar a Tibás libre de discriminación por orientación sexual’ son algunas de las causas sociales en las cuales Gómez ha participado vehemente.

“Yo siempre he buscado visibilizar los temas que me entusiasman y necesitan mejorar en Costa Rica”, asegura.

Laura dice ser una amante de la política. “Me gusta lograr acuerdos, hacer realidad proyectos y cumplir las metas propuestas”.

Ella está consciente de que sus posibilidades de conseguir el puesto de diputada para el siguiente periodo eran casi nulas, sin embargo decidió participar del proceso porque sus ideales la impulsan. Y sin dudarlo va a volver a postularse para diputada en el futuro.

Los autores son estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica.