‘Siempre tienen un montón de ropa en buen estado que otra gente desecha por razones ridículas. Me parece una forma excelente de reciclar ropa y, además, siempre tienen precios increíbles”.
“Lo peor de las tiendas de ropa americana es la música, que la ponen durísimo. Además, la gente que habla por micrófono es muy molesta. Todo eso hace que la experiencia resulte muy ruidosa, pero a uno le toca aguantársela para comprar".