Las estadísticas lo vienen advirtiendo desde hace algún tiempo. Cada vez hay más mujeres decididas a postergar su maternidad o descartarla por completo, para darle prioridad a otros proyectos de vida, sobre todo a los profesionales.
Sin embargo, esta realidad no necesariamente implica que estas mujeres rechazan a los niños. Por eso, muchas redirigen su instinto maternal hacia sus sobrinos o los hijos de sus amigas, para convertirse en “tías todoterreno”.
Según un artículo de la revista argentina Ohlalá! , firmado por Daniela Chuekem, se trata de una generación que incluso está siendo estudiada por los expertos en mercadeo. Se les conoce como Professional Aunt-no-kids o Panks, por sus siglas, y su principal característica es que son mujeres con los deseos, el tiempo y el dinero para complacer a sus sobrinos.
Se vuelven locas por ellos y quieren disfrutarlos plenamente. Les ayudan a organizar piyamadas , juegan Wii con ellos, los llevan al cine, les compran ropa y juguetes, y se convierten en sus confidentes, defensoras o mediadoras, pero no llevan sobre sus hombros la responsabilidad de la crianza.
Un artículo de la revista Mujer, del diario La Tercera , de Chile, también habla de este fenómeno e indica que las Panks han transformado el concepto de las “tías solteronas”, a veces amargadas o empalagosas, que les estampaban besos pegajosos en las mejillas a los niños. No; estas tías son modernas, exitosas y más bien despiertan la admiración en sus sobrinos.
Un tema social
Para el sociólogo Jorge Mora Alfaro, la creciente inserción del sector femenino en el mercado laboral, los matrimonios cada vez más tardíos, el interés de las mujeres por obtener más títulos universitarios y la dificultad que muchas encuentran para cumplir con su rol de madres sin sacrificar todos proyectos, hacen que el concebir hijos no sea algo primordial en sus vidas.
“Para aquellas que tienen una ‘actitud biológica’, pero, por una razón u otra, aún no son madres, el afecto que brindan a los niños de su familia puede funcionar como una forma de compensación”, explica Mora.
María Antonieta Campos, decana de la Facultad de Psicología de la Ulacit, sostiene que no hay evidencia científica para afirmar que las mujeres que no desean tener hijos se vuelcan sobre sus sobrinos. Sin embargo, sí piensa que, en los casos en los que sucede, mucho puede deberse a la globalización, que ha cambiado la estructura social y los roles familiares.
Según ella, en esta época, en que el papá y la mamá deben trabajar tanto tiempo fuera de sus casas y les cuesta pasar tiempo con sus hijos, las familias deben volverse más efectivas, productivas y creativas. Y esa creatividad también aplica para tíos, abuelos, vecinos y amigos, quienes de alguna manera se unen para ayudarse mutuamente y satisfacer las necesidades de cuido de los niños. Y, sin duda, las llamadas ‘supertías’, encajan perfectamente en este papel “salvador”.