Jessi y Majo, las ticas que con su mensaje de amor propio promueven la aceptación y el fin de la gordofobia

En una sociedad en la que muchos opinan acerca de los cuerpos de otros sin que nadie se los pida, ellas usan sus redes sociales para inspirar. Jessi es modelo y creadora de contenido, mientras que Majo participó en una campaña latinoamericana de Forever 21.

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“Es importante ver gente que se parezca a uno”, dice Majo Pereira, una actriz costarricense que con su mensaje en redes sociales transmite amor propio y aceptación. Algo similar, y muy marcado con su estilo amable, hace Jessi Rodríguez, una modelo plus size que ha crecido en redes sociales por su forma de mostrarse y amarse.

Estas dos muchachas se han convertido en referentes de muchas mujeres, principalmente jóvenes, quienes en ambas encuentran representación.

“Muchas chicas dicen: si ella puede, yo también puedo. Esa es mi idea, no es ser inalcanzable”, dice Jessi, publicista, productora audiovisual y estudiante de audiología que en el camino entendió que ella sí es suficiente por su físico y eso es lo que le transmite a sus ya miles de seguidoras.

Las dos costarricenses quieren lo mismo: promover mensajes de aceptación y amor propio. Que las personas acepten su físico, agradezcan por él y que vivan libres en una sociedad que tiene arraigados estereotipos y juicios hacia los cuerpos grandes.

Un movimiento de aceptación

Hace algunas semanas Majo le cumplió un sueño a la Majo de 15 años: participó en una campaña de la reconocida marca Forever 21. Su imagen bailando y disfrutando la vida apareció en las redes sociales de dicha empresa en varios países de Latinoamérica.

“Me escogieron, no dijeron por qué, pero asumo que es porque siempre es importante promover la diversidad. La representación es importante. (Al cierre de este artículo no se recibió la respuesta de F21 sobre la inclusión de la actriz en su publicidad).

“Para mí fue algo súper importante. Desde adolescente una de mis marcas favoritas era esta y creo que es de las pocas marcas que tienen ropa plus size. Una sabe lo que le cuesta conseguir ropa, para mí fue muy significativo. Sentí que estaba medio cumpliendo un sueño, le cumplí un sueño a la Majo de 15. Esto fue importante porque las campañas de ropa siempre buscan el mismo tipo de cuerpo y es súper importante ver gente que se parezca a uno. No soy la única mujer que tiene un tipo de cuerpo como el mío. Me gustó el enfoque del anuncio que era ver una chica gorda bailando, siendo feliz, siendo ella misma, sintiéndose cómoda en su propio cuerpo. Si es ese mensaje el que va a llegar, ojalá a mí me hubiera llegado (siendo adolescente)”, detalla Majo, de 27 años y quien fue seleccionada para la campaña luego de participar en un casting.

--¿Cuál es el mensaje que querés dar tras participar en esta campaña?

“Que podés sentirse cómoda en tu propio cuerpo, valiosa; que podés divertirte, bailar… Estamos acostumbrados a ver a las personas gordas como miserables de que todo tiene que ver alrededor de la comida. Esto es ser feliz en tu cuerpo sin querer cambiarlo”, dice Majo. Ella resalta que la palabra gorda tiene que perder su connotación negativa.

“No me molesta que se refieran a mí como persona gorda. Es parte de reclamar esta palabra que ha sido utilizada para asustarnos o hacernos sentir vergüenza de nuestros cuerpos. No tiene nada de malo. Delgado no tiene nada negativo, ¿por qué gordo sí?”, explica

Aparte, y antes de esta aparición publicitaria, Majo ha estado enviando mensajes de aceptación todo el tiempo a través de sus cuentas de Twitter, Instagram y TikTok (en todas aparece como majopereira27). Con su voz no solamente promueve el amor propio, sino que transmite educación alrededor de los estigmas impuestos por la sociedad o por quienes ven la vida desde otra óptica gracias a su burbuja de privilegios.

“Existe una idea generalizada de que las personas gordas no tienen amor propio, que no les importa su cuerpo, su mente o su salud general. Hay que entender que la salud es un concepto integral diferente para todos. Es importante entender y desarrollar empatía y dejar de pensar que todos tenemos las mismas posibilidades o el mismo tiempo: no es así. Vivimos en distintos contextos socioeconómicos. La gente hace comentarios que no pediste.

“Siempre te están diciendo que querer es poder. Eso me lo han dicho un montón de veces. Hay muchos mensajes de rechazo y hostilidad porque la gente no puede concebir que haya personas gordas que se sientan bien con su cuerpo”, dice Majo, quien en todo momento habla desde su experiencia y se ha convertido en una estudiosa del tema.

Majo no precisa el momento en el que decidió aceptarse. Primero empezó con su cabello, con el que antes no se sentía cómoda porque era “muy colocho”. Luego quiso “hacer las pases con su cuerpo”. Cree que su acercamiento con el movimiento feminista influyó mucho en su proceso.

“Creo que tuvo que ver con mi acercamiento con el feminismo, son luchas que van de la mano: dentro del feminismo tiene que haber espacio para ir en contra de la gordofobia (que es el rechazo hacia las mujeres y hombres gordos), por ejemplo. Ahora con el auge de las redes sociales hay más acceso a la información”, dice.

Seguridad y belleza

Los mensajes de Jessi Rodríguez en redes sociales son contundentes: no solo por lo que escribe, sino por cómo se muestra. Transmite seguridad y belleza, esa hermosura que está en todos los tipos de cuerpo, pero que los estigmas perpetrados durante años han encasillado en un solo tipo de físico.

Desde los últimos años la industria de la moda y de la publicidad han ido abriendo espacio a la diversidad. En las campañas ahora es posible ver belleza más allá de la “tradicional” que siempre han mostrado y que en redes sociales provoca que las personas se estén comparando con otras.

En un artículo sobre Body Positivity (que a grandes rasgos es un movimiento social que promueve la aceptación de todos los tipos de cuerpos, instando el cariño y respeto por sí mismo) que publicó Haper’s Bazaar se cita un estudio realizado por el Huffington Post que estima “que el ser humano está expuesto a un promedio de 21 horas de bombardeos por medio de comunicación, en donde se le recuerdan ‘lo que no está bien con ellos’. Lo que provoca daños psicológicos y de inseguridad en las personas en vez de aceptar y celebrar un mundo tan diverso como el nuestro”.

Jessi habla y se muestra tal cual para que quienes la siguen la vean como una influencia positiva y no como una figura inalcanzable.

Jessi, de 22 años, cuenta que con el modelaje todo empezó orgánicamente. Ella nunca pensó que podría modelar.

“Mi sueño nunca fue ser modelo. En mi mente nunca estuvo la idea por mi complexión. Yo quería bailar ballet, y me decían que no por grandota. A mis amigas altas y delgadas les decían que fueran modelos, a mí nunca me lo decían”, cuenta Jessi. Ella ha modelado para diferentes marcas de bikinis, también ha colaborado con la diseñadora nacional Andrea Kader y ha aparecido en comerciales.

Pero además de esta labor, en la que además hace posible que muchas muchachas se sientan representadas, su contenido en plataformas digitales la ha hecho estar cada vez más presente.

“Este camino en el que me acompaña tanta gente empezó en febrero del 2020. Desperté y dije que yo me considero una mujer segura y por eso empecé a compartir mi experiencia”, recuerda.

Su misión es clara. “Busco que las personas se cuestionen por qué no se quieren, porque son tan fuertes con ellas mismas y se presionan. Busco que se acepten y no una aceptación tóxica, sino que acepten que su cuerpo es valioso. Siempre hablo de principios de amor propio: el agradecimiento al cuerpo por todo lo que les da, la autocompasión: no hay que ser tan duros con ellos mismos, que entiendan que cambiamos, que la gente se quiere hoy y mañana a pesar de los cambios.

“Les hablo de la conciencia de cuánto nos queremos, de que nuestra belleza es única, ser diferentes no nos hace menos. Cada contenido que genero es para proyectar empatía. Nunca voy a llegar a pelear con nadie. No es competencia entre quien sufre más, o quién está más oprimido, es ser empático con los demás”, explica Jessi, quien está enfocada en educar desde el amor y la paciencia. Sus mensajes aparecen en Instagram y Tik Tok, redes sociales en las que se encuentra como jessirodriguez_.

En su contenido Jessi nunca va a hablar de su peso, pues al final, dice, es solo un número. Conversando sobre la relación que se hace acerca de que una persona de talla grande tiene esa contextura por descuido o mala alimentación, ella destaca que existe salud en todas las tallas.

“No menciono el peso. Es tóxico hacerlo porque las personas se empiezan a comparar. Eso a nadie le importa y además, para personas con trastornos de conducta alimenticia puede ser un desencadenante para una crisis. En mis redes no comparto nada que sea para adelgazar, ni retos de ejercicio. Yo hago ejercicio desde el agradecimiento y amor. Cuando entendemos lo grandioso que hace nuestro cuerpo decidimos comer y hacer ejercicio desde el amor”, detalla.

Jessi decidió amarse y aceptarse por ser ella misma. Dice algo que quizá ha pasado por la cabeza de todas y todos: muchas veces se busca ser aceptadas y validadas por otros cuando, menciona, la validación más importante debe ser la propia.

“Esto de la aceptación no es algo color de rosa. Hay que entender que es válido sentir. A veces una se siente mal y otras bien. Es un proceso.

“Decido aceptarme porque antes me hablaba con odio porque creí que lo que tenía no era suficiente para lo que me piden y muestran los medios de comunicación, pasarelas, o revistas”, dice Jessi, vecina de Palmares.

Al igual que Majo, Jessi habla llena de conocimientos. Se declara fanática de educarse con artículos, e incluso tesis.

Lucha contra la gordofobia

La labor que Majo y Jessi han estado realizando es una que también se puede ver, gracias a las redes sociales, en otros países.

En Instagram una cuenta muy popular es la de la actriz española Mara Jiménez (@croquetamente_). Ella es una chica que se describe como “sobreviviente a un trastorno de conducta alimentaria (TCA), gorda sin tapujos e intolerante a la gordofobia”.

Sus mensajes son educativos y muchas veces acude al humor para mostrar la realidad que viven las personas de cuerpos grandes. Tiene una serie de videos cortos llamada Gente gorda haciendo cosas, un tipo de línea de ayuda a la que deberían de llamar las personas antes de opinar, sin contemplaciones, sobre el cuerpo de los demás. Con esta iniciativa, que se ha vuelto viral, se expone, en pocos minutos, cómo la gordofobia está presente en la sociedad.

Por su lado, acá en Costa Rica, mujeres como Jessi y Majo continuarán haciendo lo suyo para promover la aceptación y el amor propio.