Cuando Otto Guevara recibió una llamada telefónica en la que le pedimos una entrevista con su novia, Ileana Alfaro, su primera reacción fue explicar que la relación que tiene con ella no es como la de sus contendientes políticos.
Tienen un año de noviazgo y él se ha declarado feliz en muchas entrevistas, pero no viven juntos ni han manifestado tener planes de casarse.
La dermatóloga, por su parte, accedió a recibir a este medio en su consultorio. Sin embargo, al tocar a la puerta 409 del edificio Centauro, a un costado de la Clínica Católica, su secretaria explicó que ella no vendría, pues Guevara no autorizó la entrevista.
A diferencia de Déborah Formal, exnovia del candidato del Movimiento Libertario en el 2010, Alfaro no figura en las actividades de campaña, ni es fotografiada constantemente por la prensa.
“Desde que nos ennoviamos, ella sabía hacia dónde iba la relación y hacia dónde iba yo”, comentó Guevara en una entrevista con el periodista Arturo Pardo.
Para la politóloga Juany Guzmán, en caso de que el Movimiento Libertario ganara las próximas elecciones, la posibilidad de que Costa Rica tenga una primera dama dependería de la estabilidad que ambos quieren presentar ante la sociedad, independientemente del estado civil.
“De haber ganado Otto (en anteriores comicios), habríamos tenido varias primeras damas distintas en las cuatro contiendas en las que se ha presentado, pues siempre ha tenido una pareja diferente. No sabemos el nivel de solidez o de oficialidad que él le quiere dar a su relación”, opinó.
Lo cierto es que, pese a que Guevara no descarta volver a casarse, no ve a su novia involucrada en un eventual Gobierno. Así lo admitió en octubre a La Nación.