Familias diversas piden igualdad

Familias Diversas también es parte del Frente por los Derechos Igualitarios, que demanda al Estado la legalización de las uniones gais.

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Si usted los ve pasando por la calle, Bruno, Ana Cristina y el hijo de ambos, Luca, de 9 años, representan a la “perfecta” familia heterosexual costarricense. Sin embargo, desde hace poco más de una década conforman un grupo familiar muy diverso.

Durante el último año y medio, Bruno se ha sometido a tratamientos de reasignación de sexo, pues aunque biológicamente nació mujer, su identidad sexual es otra. Antes, como familia homoparental y ahora como familia diversa, se han enfrentado a lo que es ser diferente en la sociedad tica.

Con eso en mente, cuatro años atrás decidieron fundar la organización Familias Diversas de Costa Rica, que brinda apoyo a gente que como ellos, decidió dar el paso de conformar grupos distintos a los heterosexuales.

Familias Diversas también es parte del Frente por los Derechos Igualitarios, que demanda al Estado la legalización de las uniones gais.

“Algo menos que matrimonio igualitario son migajas para nosotros. Los religiosos fundamentalistas se han adueñado del término matrimonio, pero en realidad esto es solo una unión entre dos personas que se aman y nosotros queremos los mismos derechos”, dice Bruno, quien ya inició el proceso para cambiar su nombre legalmente.

Por su parte, los grupos políticos y religiosos opositores a esa idea alegan que el marco jurídico costarricense establece expresamente el concepto de matrimonio y familia, y eso es lo que se debe proteger.

“La familia natural está conformada por hombre y mujer; papá y mamá, según los artículos 51 y 52 de la Constitución Política. Hay derechos civiles que se pueden solventar por otras vías como reformas a reglamentos específicos, pero creemos que estos conceptos de familia y matrimonio deben mantenerse”, explica Gonzalo Ramírez, diputado del Partido Renovación Costarricense.

Para el jefe de fracción del Partido Renovación Nacional, Fabricio Alvarado, la comunidad LGBT muchas veces “confunde sus deseos con derechos”, y ese es el caso de las demandas por matrimonio igualitario y adopción.

Familias Homoparentales y Madres Lesbianas destacan entre otras de las agrupaciones que han surgido en el país para darse asesoría y acompañamiento entre sí.

Desde poner el apellido de ambos padres o madres a sus hijos hasta poder tomar decisiones de herencia y salud, estas familias piden los mismos derechos civiles del resto de la población.

“¿Qué pasa si un día yo no puedo recoger a mi hija en la escuela? ¿Por qué mi pareja no podría ir si la ha criado junto a mí?”, se cuestiona Amanda Casasola, madre lesbiana y activista de las organizaciones Familias Diversas y Madres Lesbianas.

Tanto el partido Renovacion Nacional como Renovación Costarricense admiten que estudiarán solicitudes como las mencionadas por Casasola e incorporadas en diferentes proyectos de ley. Reconocen la posible existencia de derechos civiles y patrimoniales que podrían otorgarse a la comunidad vía modificación de un reglamento específico, como sucedió recientemente con el aseguramiento de parejas del mismo sexo en la Caja Costarricense del Seguro Social.

No obstante, en temas de matrimonio y adopción no se cederá, pues según ellos, allí priva la protección de los menores de edad, quienes tienen derecho a una familia con papá y mamá. Pero entonces, ¿grupos como los mencionados en este artículo no son familias? La respuesta del diputado Fabricio Alvarado es cauta: “habría que analizar cada caso; hay circunstancias que han permitido que padres y madres homosexuales críen hijos con sus parejas. Merecen mi respeto, pero creo que en la parte legislativa no se debe permitir que se afecte el concepto de familia”.

Abrir camino

Uno de los temores principales de las familias diversas es hacerse visibles por las repercusiones de rechazo y matonismo que esto pueda traer. Lidiar con los maestros de kinders y escuelas también son preocupaciones que llegan a los grupos de apoyo.

De acuerdo con Familias Diversas, en el país lo más común es que las familias homoparentales estén conformadas por mujeres lesbianas, debido a las facilidades biológicas para concebir hijos.

No obstante, cada vez se registran más casos de hombres homosexuales que adoptan niños abandonados por madres problemáticas o deciden alquilar un vientre, pero entre ellos la discreción parece ser más intensa. Para este reportaje, no fue posible obtener la colaboración de parejas de hombres que quisieran contar su historia.

“Visibilizándonos podemos enseñar que somos de la misma especie que todos, que no somos unos bichos raros, que nuestros hijos no serán unos pervertidos… Una familia no es solamente sangre o apellidos”, dice convencida Amanda.